VIERNES Ť 5 Ť ENERO Ť 2001
Ť A salvo, la memoria judicial y notarial de dos siglos
Creó el Instituto de Investigaciones Históricas banco digitalizado de datos
KARINA AVILES
La memoria judicial y notarial mexicana de los siglos xvi y xvii quedará salvaguardada en un banco de datos elaborado el Instituto de Investigaciones Históricas (IIH) de la UNAM, en colaboración con el Archivo General de la Nación, ya que en muchos casos el patrimonio documental de México está "abandonado y en riesgo de desaparecer", señaló la coordinadora del Seminario de Documentación e Historia Novohispana del IIH, Ivonne Mijares.
El banco de información consta de casi 50 mil fichas catalográficas y podrá ser consultado por especialistas el próximo año, indicó. Los archivos históricos son para un país lo que para un individuo su acta de nacimiento, certificados de estudios o el título de propiedad de su casa, afirmó.
Por ello, es responsabilidad de los investigadores e instituciones que custodian la documentación histórica, rescatar y conservar los acervos en las mejores condiciones posibles. De lo contrario, dijo, el país perdería su patrimonio cultural.
Explicó que con la conformación y digitalización del banco de datos de escritos notariales y procesos judiciales que pasaron ante la Real Audiencia en los siglos xvi y xvii será posible conocer características de la población en una época en la que los censos no existían. Los documentos notariales revelan aspectos familiares, sociales o económicos del México virreinal.
"Se cuenta con fuentes muy ricas, como los protocolos notariales, donde están registradas ventas y testamentos, pero en muchos casos ya no se pueden examinar porque si se tocan se desintegran", manifestó.
Para integrar el banco de datos se consultó con expertos en restauración y digitalización de todo el mundo. También se adquirió un sofisticado equipo danés con el que se garantiza que los documentos originales no sufran daño alguno durante el proceso, apuntó en un comunicado de la UNAM.
Ahora, dijo, el reto es proponer investigaciones que permitan aprovechar al máximo las ventajas del banco de información; otra de meta, aunque de mayor dificultad, es que investigadores, archivistas y autoridades trabajen conjuntamente en el salvamento del patrimonio cultural.