Programa de $80 mil millones para Sur-Sureste
Ť Industria petrolera, infraestructura hidroagrícola y vías de comunicación, los ejes
ROBERTO GONZALEZ AMADOR
El gobierno federal tiene listo un ambicioso programa de desarrollo económico para la marginada región Sur-Sureste de México, que pretende sacar del retraso económico a esa zona, que concentra los mayores índices de pobreza del país.
Diseñado con la participación del empresario Alfonso Romo, presidente del Grupo Pulsar, el plan tiene como ejes la industria petrolera, así como la construcción de infraestructura hidroagrícola y vías de comunicación. Destaca el relanzamiento de un añejo proyecto para modernizar el ferrocarril transístmico que cruza el Istmo de Tehuantepec, desde Salina Cruz, Oaxaca, en el Oceáno Pacífico, hasta Coatzacoalcos, Veracruz, en el Golfo de México.
El plan para el desarrollo de la región Sur-Sureste
involucra a los estados de Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Quintana Roo, Yucatán,
Campeche, Tabasco y Veracruz, pero es sólo parte de un proyecto
más ambicioso, que pretende crear, con la participación de
países centroamericanos, un corredor de desarrollo desde Puebla
hasta Panamá.
La idea central que nutre el programa es crear las condiciones
económicas que permitan a los habitantes de esa región, que
sobreviven prácticamente de la agricultura de subsistencia, la actividad
petrolera, el turismo y la industria maquiladora, a las corrientes de comercio
internacional, a partir de una posición geográfica estratégica.
El documento donde el gobierno del presidente Vicente Fox Quesada delinea la estrategia para el desarrollo de los ocho estados del Sur-Sureste destaca que en esa región del país, que abarca 24 por ciento del territorio nacional, habitan 22.4 millones de mexicanos, 23 por ciento de la población total del país, pero sólo contribuye con 14.3 por ciento del producto interno bruto (PIB) nacional.
"Se trata de una región que presenta un atraso social significativo en relación con el resto del país, con mayores índices de pobreza y marginación, de mortalidad infantil y de analfabetismo. Su población rural es mucho más importante y, además, se encuentra dispersa en un gran número de localidades con menores índices de cobertura de servicios básicos", asienta el documento.
Los objetivos del proyecto están identificados sobre todo con metas de carácter económico y, por lo menos en la información disponible hasta ahora, no están contenidas consideraciones de carácter social y cultural que atiendan las distintas peculiaridades culturales de la población de la zona, mayoritariamente indígena.
Con el signo del empresario Alfonso Romo, cuyo grupo de agrobiotecnología Pulsar actúa en 120 países, el proyecto establece que para "asegurar que los frutos de la globalización lleguen a todos los rincones de México, la presente administración ha diseñado un proyecto estratégico de largo alcance, cuyo objetivo es promover en el mediano plazo el cambio estructural en los estados del Sur-Sureste".
El programa, señala el documento, está enmarcado en un plan de mayor envergadura para eliminar los obstáculos que han inhibido su potencial productivo y, con ello, impulsar su desarrollo y favorecer su integración con los mercados internacionales, no sólo con América del Norte, sino con los países centroamericanos. Lo anterior, dice, permitirá a la región aprovechar las oportunidades que ofrecen los tratados internacionales que, en materia de comercio e inversión, han sido negociados recientemente.
De hecho, el coordinador gubernamental del Plan Puebla-Panamá, Florencio Salazar Adame, informó que el presupuesto para establecer este proyecto es de 80 mil millones de pesos, con objetivos para cumplirse en un plazo de hasta 20 años.
En cuatro tiempos
La iniciativa oficial para la región Sur-Sureste constituye un programa multianual que requerirá de recursos fiscales en ejercicios posteriores a 2001. Prevé atacar cuatro vertientes distintas, aunque de manera simultánea.
La primera está orientada a realizar inversiones este año por 2 mil 105.2 millones de pesos en materia de infraestructura de transporte para resolver los "graves rezagos" en esta área.
Con los recursos previstos para 2001, se prevé la modernización de tramos carreteros en los estados de la región, así como complementar las obras de Puerto Progreso, Yucatán, para lo que se destinarán 106.8 millones de pesos adicionales.
El documento establece que con estas inversiones se puede disminuir entre 18 y 25 por ciento los costos directos de transporte de mercancías y de personas entre distintas localidades de la región y los mercados tanto nacionales como internacionales.
Una segunda vertiente consiste en otorgar "un decidido impulso" al desarrollo agrícola de la región, "para hacer del campo un negocio rentable". El gobierno prevé gastar 654.3 millones de pesos para mejorar la infraestructura hidroagrícola en proyectos de temporal tecnificado, irrigación mayor y aguas subterráneas en Campeche, Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Quintana Roo, Tabasco, Veracruz y Yucatán. Estos planes permitirán incorporar 220 mil hectáreas a sistemas tecnificados de producción agrícola.
Señala que las obras de infraestructura carretera e hidroagrícola que se planea iniciar este año forman parte del programa de inversiones que la actual administración ha diseñado para el desarrollo productivo de la región y su integración con los países centroamericanos y el resto de los mercados mundiales.
Agrega que las inversiones en la infraestructura del Ferrocarril del Istmo, aunadas a las que se pretende realizar en los puertos de Salina Cruz y Coatzacoalcos, "combinadas con una adecuada operación, podrían convertir al Istmo en la vía de salida a Europa para las empresas localizadas en el Pacífico, y al oriente, para aquellas localizadas en el Golfo de México".
Según el documento, la tercera vertiente del plan propone complementar los esfuerzos de inversión con las acciones de impulso a las micro, pequeñas y medianas empresas que llevará a cabo la Secretaría de Economía, a través de un fondo de recursos creado ex profeso. Además, el gobierno otorgará incentivos para reducir el costo de instalación de las empresas en la región.
Por último, la cuarta vertiente del plan considera detonar el potencial turístico de la región, principalmente a través de obras de infraestructura carretera.