Ť Se está sujeto a un acoso vejatorio y pavoroso; es un centro de castigo, denuncia
Raúl Salinas describe a AI violaciones en Almoloya
Ť En octubre de 1997 envió una carta al organismo
donde expone la situación que ha vivido
GUSTAVO CASTILLO GARCIA
Desde octubre de 1997, Raúl Salinas confirmó a Amnistía Internacional (AI) la violación de los derechos fundamentales del hombre a que están sometidos los internos del penal de Almoloya de Juárez.
En una carta fechada el 19 de octubre de ese año, dirigida a Carmen Lira Saade, directora general de este periódico, el hermano del ex presidente Carlos Salinas aseguró haber sido internado con la cara al suelo y posteriormente desnudado. Luego, llevado a una estancia del área de segregación y castigo, donde permaneció 24 horas con la luz encendida, mientras que a través de un circuito cerrado de televisión las autoridades penitenciarias lo vigilaron permanentemente.
La misiva ?18 páginas escritas a mano? contiene un recuento del proceso penal a que fue sometido Raúl Salinas, acusado de ser el autor intelectual del homicidio de José Francisco Ruiz Massieu, y también una somera descripción de los tratos que recibió como interno del Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) Número Uno, ahora bautizado como ''La Palma''.
Raúl Salinas asegura que fue detenido el 28 de febrero de 1995, como a la una de la tarde, y que luego de ser ingresado a Almoloya pudo ver ''por unos minutos'' a su esposa Paulina y a su abogado, hasta cerca de las ocho de la noche.
No refiere haber sido sometido a la bienvenida que se les da a otros presos, como lo informaron abogados y familiares de internos en días pasados, y que incluye golpes y revisiones anales infligidas por custodios. Tampoco, que durante el trayecto al penal haya sido amenazado con ser enviado al Campo Militar Número Uno, ''donde lo desaparecerían'', como lo señaló la señora Cruz Arteaga, esposa de un presunto miembro del Ejército Popular Revolucionario (EPR).
Raúl Salinas califica a Almoloya como un centro de ''castigo'' donde priva un ''régimen de excepción'', ya que argumenta que ningún otro implicado en el homicidio de Ruiz Massieu se encuentra recluido en esa prisión.
Resalta que en el área de locutorios, ''se me impide comunicarme con reserva con mis abogados'', mantener en secrecía acuerdos y estrategias para su defensa. Además, explicó Salinas a AI, ''se nos impide tomar notas, tener lápiz y papel, poseer documentos y presentarme en esa zona con el expediente de mi caso''.
Añade que ''durante dos años ?de 95 a 97? se me ha hecho pasar la noche con la luz prendida. Asimismo, dentro de mi celda está instalada una cámara de video que me vigila permanentemente''. Lo anterior representa un ''acoso pavoroso y vejatorio'', dijo.
Informa que su correo era abierto. ''Fotocopian documentos que enviaba o se me hacían llegar''. Las autoridades tomaron la medida extrema de ''¡entregar fotocopias en lugar de originales!'', concluye.