JUEVES Ť 4 Ť ENERO Ť 2001

Ť Admite que son los hombres y no los nombres los que hacen a un equipo

No seré un mesías en el América, pero buscaré los lugares más altos, dice Iván Zamorano

Ť Podría aparecer desde el primer partido del torneo, el domingo frente al Morelia


ABRIL DEL RIO

"No creo que los nombres, pero sí los hombres sean capaces de hacer a un equipo", puntualizó el chileno Iván Zamorano, tras una primera jornada de gran agitación, al integrarse ayer a las Aguilas del América.

Desde la semana pasada, cuando vino a México escasas 48 horas para reunirse con la directiva, los paisanos y los medios informativos multiplicados en el aeropuerto de esta ciudad le habían dado una muestra de la expectación que ha creado su fichaje en México.

Será por eso que ayer mantuvo la calma ante la presencia de casi mil fanáticos que se volcaron al club de Coapa para ovacionarlo detrás de las rejas colocadas a lo largo de los campos de entrenamiento.

Ajeno al caos vial que se había originado en la calle del Toro, donde las grúas hacían su agosto en pleno enero, El Bam Bam realizó una breve sesión independiente del equipo, durante unos 50 minutos, bajo la dirección de Gilberto Fuentes.

El jugador accedió a la invitación de personal del América a brindar sonrisas a los aficionados con la misma amabilidad con que enfrentó a decenas de cámaras y micrófonos de medios nacionales y extranjeros.

Respondió a cada pregunta con amplitud, aunque algo sofocado después de que cinco horas antes había bajado del avión, y luego de ser recibido en la estación aérea por el embajador chileno en México, Julio Pedro Zúñiga, se dirigió a la sede del club para signar su contrato por dos años.

El cotizado chileno nacido el 18 de enero de 1967, en la ciudad de Maipu, se ciñó la camiseta amarilla, la séptima de su carrera, en la que portará el número 11, y aclaró que "no me preocupa", en alusión a que alguna vez, en el Inter, fue despojado del 9 cuando llegó Ronaldo, y por ello decidió aparecer con el 18, sólo que con un signo de más (+) en medio de los dos dígitos para que sumara 9.

La presentación fue un acto breve, sin sus nuevos compañeros en la cancha, zamorano-jpg excepto el capitán, el también chileno Fabián Estay, a quien definió como "el hermano que nunca tuve", y sin discursos de los dirigentes que posaron para la foto: Javier Pérez Teuffer y Héctor González, respectivos presidente y vicepresidente del América.

En diversos tonos, siempre cordiales, el jugador desarmó la idea de que la afición lo considere una garantía para el equipo que mantiene su protagonismo, aunque no ha ganado títulos en once años.

"Yo no soy ningún mesías, sino una persona humana que va a poner toda su dedicación, la entrega en el trabajo, el esfuerzo y la honestidad para alcanzar, con el equipo más popular de México, los lugares más altos", aseguró.

Si acaso algo le irritó fue que se le comparara con otras figuras en las que han invertido los equipos mexicanos sin haber respondido a las expectativas, pues afirmó que "somos todos diferentes y yo vengo a aportar con lo mío; tampoco me interesa cargar con el equipo, ser un nombre, sino compartir el esfuerzo con un grupo de hombres", anotó.

El delantero que militó con los españoles Betis y Real Madrid antes de integrarse al Inter en 1996, para someterse a una etapa gris por la que atraviesa el club milanés, reiteró que vino a México porque necesitaba un cambio para darle un nuevo aliento a su carrera y porque "me gustan las playas y la música mexicanas".

Importantes avances en México

En un esfuerzo por ser sincero, del futbol mexicano opinó que "guardada toda proporción con el europeo, (el mexicano) ha logrado avances y los ha demostrado en la Copa América y los últimos mundiales".

Zamorano podría aparecer desde el primer encuentro del torneo Verano 2001, el próximo domingo en el estadio Morelos frente al campeón Morelia.

"Yo ya quiero jugar. Siento que estoy en buenas condiciones físicas, aunque todo va a depender de la adaptación, que es un proceso, y de lo que decida El Mister (el técnico Alfio Basile), a quien le agradezco haber confiado en mí para enfrentar esta responsabilidad, que es grande", apuntó.

Gilberto Fuentes estimó que el chileno podría alinear sin problemas el domingo, aunque advirtió que el proceso de adaptación para que alcance un rendimiento óptimo se calcula en 21 días.

Pérez Teuffer refirió que las características físicas de Zamorano le permiten ambientarse mejor a la altura y eso fue determinante para su contratación.

Indicó que junto con los acuerdos con el también chileno Ricardo Rosas y el de Raúl Gutiérrez, el América ha terminado sus fichajes, y destacó que "Creo que hicimos buenas contrataciones, así que cada vez les toca más responder a los jugadores. Siempre estamos ansiosos por ganar un título, pero vamos poco a poco".