Ť Infame oportunidad a triunfadores de primavera
Accidentada tarde en la México: percances, un toro vivo y oreja
Ť Grave cornada a El Chaval Ť Mari Paz Vega, fracturada Ť Un apéndice a Chilolo
LEONARDO PAEZ
Tras la tortura fugaz pero intensa del espíritu navideño, vuelta a la tortura persistente de la temporada grande 2000-2001, sin toros, sin combinaciones medianamente interesantes y sin ambiente.
En la undécima corrida se lidiaron seis toros muy
bien presentados del hierro de La Misión, con el trapío y
las dificultades que da la edad real, no los inventos de la pizarra mágica
de la Plaza México, y dos novillotes sobreros de la ganadería
de Carranco, que contrastaron por su pobre presencia y acusada debilidad
El cartel pudo haberse titulado "De la mala leche", ya
que el empresario, con su estilo personal de estimular a los modestos que
medio sacan la cabeza, decidió dar otra oportunidad a tres triunfadores
de la pasada Temporada de Primavera ?El Chaval, El Pana y Mari Paz
Vega? anunciándolos en la misma tarde, no en tercias de mayor compromiso
y con ganado de más garantía.
Pero como la moda mundial es que los novillos se reserven para diestros que figuran y los toros bien servidos para matadores que apenas si torean, en ese sentido el cartel resultó redondo, sobre todo en cuanto a percances y dificultades.
Ante una paupérrima asistencia, que de ninguna manera correspondió a los méritos de los alternantes en ese escenario, partieron plaza el tlaxcalteca Rodolfo Rodríguez El Pana, el poblano Angel García El Chaval, quien en su primaveral actuación cortara heroica oreja a cambio de una cornada, la malagueña Mari Paz Vega, que tan grata impresión causara la tarde de su debut en el citado serial, y Guillermo González Chilolo, quien hace varios años encabeza el escalafón de matadores con el mayor número de corridas toreadas, si bien en plazas modestas.
Heroísmos infructuosos
El Pana no salió de vena porque los toros salieron con cara, es decir, bien armados y con cuajo, y lo único que consiguió con la marca de la casa fueron un trincherazo soberbio y tres derechazos intensos a Hortelano, de Carranco, que antes había lastimado a Mari Paz. Previamente escuchó los tres avisos al intentar matar a Marquito, que hirió a El Chaval, añadiendo otro toro vivo a su abultado historial como deficiente estoqueador. Al de Apizaco debe quedarle claro que una cosa es ser desigual y otra especulador.
Por su parte, El Chaval salió como siempre, a jugársela, y mientras tragaba en derechazos dramáticos, sobrevino la fuerte cornada en el muslo derecho, más por su falta de sitio que por exceso de sentido de la res. Luego de su actuación anterior en la México sólo había toreado un par de corridas, gracias a la visión y coordinación de nuestros empresarios taurinos. El resultado no pudo ser más doloroso.
Desafortunadamente, Mari Paz Vega se fue inédita, ya que al intentar una larga cambiada en los medios a su primero, fue arrollada, sufriendo la fractura del fémur izquierdo. Sobró afición pero faltó asesoría en el callejón.
Lo mejor de la tarde corrió a cargo del Chilolo, que con su primero, Antiparro, de Carranco, jugado en tercer lugar y protestado por su escasa presencia, realizó una completa labor en los tres tercios, coronada con un estoconazo en todo lo alto para llevarse la única oreja.
Un farol de hinojos y verónicas muy quietas, para enseguida llevar al toro al caballo por el quite hacia las afueras, a la manera de Ortiz. Tras el puyazo sin empujar, realizó vistosa combinación de fregolinas y caleserinas, luego banderilleó con voluntad y efectismo, sobre todo con un certero par al violín sobre piernas.
Inició la faena con un péndulo, metidas las zapatillas en la montera, a un noblote que doblaba las manos en los derechazos de un Chilolo con grave tendencia al toreo mecánico. Como dejara un estoconazo en todo lo alto le fue concedida la oreja.
Con los otros tres que mató, Guillermo González se vio puesto pero inexpresivo, prueba evidente de que acumular fechas en cosos de poca importancia, no le han servido para desarrollar una tauromaquia con más sello .