Ť Con el TLC se profundizó la dependencia alimentaria
Creció 3 mil 500% la importación de maíz estadunidense: investigadores
ANGÉLICA ENCISO
A siete años de vigencia del Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN), Estados Unidos es el gran ganador en lo que respecta al sector agropecuario: sus exportaciones a México pasaron de 7 mil millones de dólares en 1993 a 12 mil millones en 1999. El vecino del norte se ha convertido en el principal abastecedor de granos, oleaginosas y cárnicos del mercado mexicano. En ese mismo periodo la ganadería nacional ha perdido 240 mil millones de pesos.
La dependencia alimentaria respecto a esa nación aumentó drásticamente de 1994 al 2000. Casos como la soya son dramáticos; después de que México era prácticamente autosuficiente, ahora importa el 97 por ciento de ese grano. De maíz, las importaciones en este periodo crecieron en 3 mil 500 por ciento, al pasar de 152 mil toneladas a 5.4 millones.
México se convirtió en destino de toda clase de alimentos estadunidenses: desechos de carnes de ave, porcino y bovino, carne congelada de la que se desconoce la fecha de sacrificio del animal, y maíz transgénico para el sector pecuario nacional, con el consecuente desplazamiento de la producción interna.
Incluso en los casos en que los productores mexicanos lograron demostrar daño en su actividad, los resultados de las medidas de protección han sido poco efectivos. Los ganaderos de bovino y porcino interpusieron sendas investigaciones por daño a la producción ante la anterior Secretaría de Comercio. Al comprobarse el perjuicio, las autoridades establecieron cuotas compensatorias a las importaciones, pero el resultado ha sido que los compradores las evaden o las autoridades dan permisos de compras sin pago de aranceles.
Siete años después del tratado
El beneficio que Estados Unidos ha obtenido con el acuerdo comercial se refleja en que sus exportaciones pasaron de 7 mil 400 millones de dólares en promedio entre 1989 y 1993 a 12 mil 800 millones de dólares en 1999, mientras Canadá no se considera porque dejó fuera del tratado el sector agropecuario, indica un análisis de Rita Rinderman y Manuel Angel Gómez Cruz del Centro de Investigaciones Económicas, Sociales y Tecnológicas de la Agroindustria Mundial (CIESTAM).
El vecino del norte ha sabido aprovechar mejor el TLCAN al desplazar a un gran número de países competidores del mercado mexicano, consideran los especialistas. ''Esta situación permite concluir que la dependencia de México hacia Estados Unidos en la cuestión alimentaria se ha profundizado con el TLCAN vulnerando más la soberanía alimentaria del país'', señalan.
Detallan que México apostó a abrirse espacios en ese mercado a través de frutas y hortalizas, que ocupan apenas 8.6 por ciento de la superficie total cosechada. Pero el resultado es que las ventas mexicanas en el total de las importaciones de Estados Unidos se ubican en niveles muy bajos, aunque con una ligera tendencia a crecer.