DOMINGO 31 DE DICIEMBRE DE 2000
Ť Estudio de la CNDH
Sólo 25% de víctimas de delitos acuden a terapias psicológicas
Triunfo Elizalde Ť Siete de cada diez personas que han sido víctimas de algún delito enfrentan secuelas de "stress postraumático" y sufren de afectaciones físicas que le hacen "ver" a su agresor en todas partes; sin embargo, sólo 25 por ciento acude a la ayuda profesional de un psicólogo, revela un estudio de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
En opinión del doctor Benjamín Domínguez Trejo, integrante del programa permanente Pro Víctima de la CNDH, el síndrome comprende un conjunto de síntomas somáticos, como enfermedades crónicas, alteraciones del sueño, el apetito y el sistema digestivo, "incluso del sistema inmunológico".
También pueden presentarse trastornos cognoscitivos, agregó, como la falta de concentración, pérdida de la memoria, percepción deficiente de la realidad y afectación de la capacidad para trabajar.
El stress postraumático lo padecen generalmente las personas que han sufrido asaltos u otros delitos que las colocan en una sorpresiva situación de peligro, o cuando reciben lesiones físicas repentinas. "También puede desarrollarse en personas que son víctimas de persecución, de amenazas o de acoso telefónico", indicó el médico.
Entre los principales problemas que se presentan para superarlo están la resistencia de las víctimas a hablar de su experiencia y la negativa de sus familiares y de la sociedad a reconocer que quien ha sido agredido necesita atención psicológica y emocional especializada.
Cabe señalar que el programa Pro Víctima de la CNDH fue instaurado, desde febrero, por el actual ombudsman nacional, José Luis Soberanes, y comprende no sólo la atención médica del afectado, sino la asistencia jurídica.