SABADO 30 DE DICIEMBRE DE 2000

Ť Palabras sobre el mimo, de Decroux, ''volumen imprescindible''


El teatro, arte retomado en tres libros coeditados por El Milagro y el CNCA

Ť Boris Schoemann, en otra obra, ofrece una selección de diez dramaturgos franceses

Ť Antología de once autores nacionales con introducción a cargo de Hugo Gutiérrez Vega

Carlos Paul Ť ''Lo que caracteriza a nuestro mundo es que está sentado. La mima corpórea se levanta, se divierte representando al mundo, estar en la mima es ser militante, un militante del movimiento en un mundo que está sentado".

Tales palabras son fragmento de una conferencia dictada en la escuela francesa Boulogne-Billancourt, en 1978, por quien es considerado en el ámbito escénico internacional el padre de la mima corporal dramática, Etienne Decroux (1898-1991), cuyas investigaciones y técnicas, físicas y filosóficas se erigen como principios fundantes del arte de la mima moderna.

Durante toda su vida, Decroux se dedicó a la práctica y la enseñanza de lo que es ''un nuevo arte", sus experiencias y notas fueron recopiladas en Palabras sobre el mimo, ''volumen imprescindible" que Ediciones El Milagro -sello encabezado por Edgar Ceballos-, en coedición con el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA), pusieron en circulación esta semana junto con Teatro francés contemporáneo, cuya selección e introducción estuvo a cargo de Boris Schoemann, y El nuevo teatro II, antología de once dramaturgos mexicanos, con introducción del escritor Hugo Gutiérrez Vega.

Palabras sobre el mimo, es un trabajo "que redescubre la importancia del cuerpo y las acciones físicas de los actores", apunta en la introducción Corinne Soum, codirectora con Steven Wasson del Theatre de l'Ange Fou y de la Escuela de Mima Corporal Dramática de Londres, Inglaterra.

"Las investigaciones y los descubrimientos de Decroux, agrega, contienen un grado tal de desarrollo y perfeccionamiento, que es legítimo pensar que se trata, de hecho, de la edificación de un arte autónomo, independiente, de un arte del mimo". A través de esta recopilación de textos escritos entre 1931 y 1962, Decroux, "expone su concepción sobre los fundamentos y los orígenes de la mima corporal, sus campos de aplicación, su concepción del teatro y del actor. No es una manual práctico, sino un punto de referencia, donde la profundidad y la inteligencia, no darán tregua a la maestría del oficio", de la que Decroux dice: 'La mima tiene mucho más qué hacer que complementar a otro arte. Debe construirse porque puede ser autosuficiente, superior al teatro y a la danza, de la cual difiere radicalmente'.

El volumen ofrece, también, datos acerca de su personalidad, "profundamente independiente, siempre fastidioso, impugnador. Palabras sobre el mimo debería ser el primero de una larga serie. Sin embargo, el destino decidió otra cosa y a pesar de la considerable cantidad de documentos existentes sobre su trabajo, este libro es el único publicado hasta hoy día".

La exclusión de Bernard-Marie Koltés

En la antología de teatro contemporáneo mexicano, El nuevo teatro II, integrada con obras de Antonio Armonía, Elba Cortez, Ximena Escalante, Flavio González Mello, Elena Guiochíns, Humberto Leyva, Gerardo Mancebo del Castillo Trejo, Carmina Narro, Silvia Peláez, Víctor Weinstock y Gabriela Ynclán, el escritor Hugo Gutiérrez Vega -antes de hacer una breve reseña de cada una de las obras-, indica que ''son muchas y muy buenas las influencias que enriquecen estos textos". Los autores ''se mueven con soltura y notable información por los terrenos de los movimientos artísticos del absurdo, del nuevo naturalismo y de la interpretación de la historia".

Las once obras aquí antologadas, destaca Gutiérrez Vega, ''tienen una relación remota con el teatro mexicano de los últimos años, y está bien que así sea, pues los tiempos actuales exigen una nueva tensión espiritual y una nueva forma de aproximarse a su interpretación (...) Leyéndolas y llevándolas a escena tomaremos el pulso de nuestro teatro más reciente y constataremos que ahora más que nunca es un reflejo dialéctico de nuestra realidad sociopolítica y, a la vez, una tarea artística independiente de su entorno".

Por su parte Boris Schoemann, encargado de la selección de los diez dramaturgos que integran Teatro francés contemporáneo, destaca que ''nunca hubo en Francia tantos autores dramáticos, tantos apoyos a la creación, becas otorgadas, obras publicadas, como hoy día. Veinte mil autores de teatro es la última cifra dada a conocer por la Sociedad de Autores y Compositores Dramáticos de Francia" por lo que, apunta Schoemann, ''resulta aún difícil, por la poca distancia temporal, encontrar a los sucesores de Beckett, Genet, Camus o Ionesco de la dramaturgia contemporánea francesa".

No obstante, esta selección -en la que no su pudo incluir, entre otros, a Bernard-Marie Koltés ''por las políticas 'globalizadas' de algunas editoriales, pretextando que no autorizan la publicación de dicho autor en antologías"-, corresponde a ''un gusto totalmente subjetivo, matizado por algunos elementos objetivos: la representatividad, el reconocimiento, la contemporaneidad en formas, lenguajes y temas, y finalmente la 'aceptabilidad' de parte de los teatristas y del público mexicano hacia quienes, en primera instancia, está destinada. Un criterio de 'universalidad' me pareció fundamental para un primer acercamiento a la realidad teatral francesa''.