SABADO 30 DE DICIEMBRE DE 2000

Ť La semana política en Estados Unidos

Ť Bush, listo para enfrentar con su equipo las "nuevas amenazas"

Ť El próximo cuarteto de la política exterior, en "misión histórica"

Ť Creció 13.2 por ciento el número de habitantes desde 1990 a 2000

Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Nueva York, 29 de diciembre Ť El año concluye con un panorama político inusitado: una transición política en el país más poderoso del mundo que, a pesar de ser institucional, no podrá descartar su falta de legitimidad. Con todo, esta semana se acabó de nombrar el cuarteto que encabezará la "misión histórica" de esta nación en el ámbito internacional: la promoción de los intereses y "valores" nacionales, definidos como la "democracia", la "paz" y la "estabi- lidad" en el mundo.

En esta elección, donde el triunfo presidencial no fue "robado" sino más bien "expropiado", en palabras de Hendrik Hertzenberg, de la revista New Yorker, por políticos en Florida y jueces en Washington, los resultados reales siguen en duda y el año concluye con el principio fundamental de esta democracia (una persona, un voto, y cada voto cuenta) destrozado. Sin embargo, parece que esto no impedirá que el próximo gobierno de George W. Bush promueva su visión de la "democracia" y la defensa de los "valores" estadunidenses en el mundo.

Esta semana se nombró al último miembro del cuarteto encargado de esta misión global. Donald H. Rumsfeld, designado como secretario de Defensa por Bush el jueves, ahora se une a Colin Powell, designado como secretario de Estado, a Condoleeza Rice, como asesora de seguridad nacional, y a su ex subordinado en el gobierno de Gerald Ford, el vicepresidente electo Dick Cheney, para manejar la política exterior del ultimo superpoder.

El nombramiento de Rumsfeld fue festejado por el ala conservadora del Partido Republicano, de por sí contenta por la designación del ultraconservador John Ashcroft como procurador general. Rumsfeld tiene posiciones conservadoras sobre en temas sociales y es considerado un halcón en política exterior.

Rumsfeld, el principal promotor de un sistema de defensa antimisil balístico, ahora formará parte de un grupo de veteranos de la guerra fría, con experiencia directa en la gran derrota militar estadunidense del siglo pasado, Vietnam (con la excepción de Rice), y cuyo objetivo expreso es transformar el poderío militar y diplomático de Estados Unidos para enfrentar lo que ellos definen como las "nuevas amenazas" a este país en el siglo XXI. Todos tienen una experiencia mucho más profunda en el gobierno que Bush, ya que estuvieron involucrados en todas o algunas de las anteriores presidencias republicanas, desde Richard Nixon hasta el padre del presidente electo.

El cambio de gobierno al nacer el próximo siglo podría implicar, más que nada, continuidad con las políticas de gobiernos del siglo pasado. El enfoque, al parecer, es reforzar las fuerzas militares, integrar nuevas tecnologías para la "defensa", según versiones que hablan de la resucitación de lo que en tiempos de Ronald Reagan se llamó Star Wars, y también con la experiencia de Vietnam se cree que existe la intención de entrar militarmente en conflictos bélicos sólo con una fuerza abrumadora y en operaciones de intervención relámpago.

"Estamos en un nuevo ambiente de seguridad nacional. Necesitamos arreglarnos para enfrentar, no a las viejas amenazas, sino a las nuevas: la guerra informática, misiles, terrorismo, la defensa de nuestros bienes espaciales y la proliferación de armas de destrucción masiva a través del mundo", dijo Rumsfeld al ser nombrado por Bush.

Agregó que "la historia nos enseña que la debilidad es una provocación. La tarea es forjar disuasivos y capacidades de defensa para que nuestro país pueda contribuir a la paz y la estabilidad en el mundo".

Es difícil detectar qué hay de nuevo en estas afirmaciones. Tal vez lo más notable es qué tan poco cambia la retórica de la política exterior estadunidense. Sólo el vocabulario revela esto: "defensa" de un país que nunca ha sido invadido, y amenazas a los "intereses nacionales" o "seguridad nacional" como cualquier evento en el mundo entero que se percibe como algo contrario a los deseos de este país en expresar su poder global. O sea, lo "nacional" en seguridad o interés es en verdad "global".

Y, finalmente, el uso de la palabra "amenaza" es tal vez algo que nace con esta nación. Como lo ha señalado el historiador William Appleman Williams, desde sus primeros días Estados Unidos ha considerado "amenaza" a todo lo que de alguna manera intenta limitar la expansión y ejercicio de su poder, desde los indígenas y los españoles en los siglos XVIII y XIV, por el "comunismo" y ahora las "nuevas amenazas".

Según Williams, esa "libertad" que se "defiende" y con la que se justifican todas las acciones bélicas, es esa libertad de expansión y consolidación del poder internacional. Eso, dice el historiador, define un hilo constante en la historia de este país que el llama "el imperio como forma de vida".

El censo

Esta semana los primeros resultados del censo nacional decenal incluyeron el dato de que el número de habitantes --incluyendo inmigrantes documentados e indocumentados-- de Estados Unidos creció 13.2 por ciento desde 1990 al llegar a 281 millones 421 mil 906.

El censo también tiene consecuencias políticas. En base a sus cálculos de la población por estado, se definen los nuevos distritos legislativos. Ocho estados, Nueva York, Pennsylvania, Michigan, Ohio, Illinois, Connecticut, Indiana y Wisconsin perderán escaños en la Cámara de Diputados, mientras que 10 entidades federativas ganarán una proporción mas grande del total de 435 curules. Las dimensiones demográficas estatales también determinan el porcentaje de fondos federales para programas sociales en cada uno de los estados.

Se reveló que Texas superó a Nueva York como el segundo estado con más población de este país, después de California, que permaneció como el más habitado. El estado de mayor crecimiento fue Nevada, con Las Vegas como su mayor imán.

Esta radiografía de la nación cada 10 años continuará generando diversos datos sobre el perfil de Estados Unidos en las próximas semanas. Sin embargo, el censo no ayudará a determinar si los votos de todos los ciudadanos fueron contados.

Así, el año termina con una incertidumbre sobre si este país logró o no cruzar ese famoso "puente al siglo XXI" como lo prometió Bill Clinton. La sospecha es que buena parte de los ahora 281.4 millones de habitantes se están quedando en el siglo pasado, política y económicamente.

Con la incertidumbre sobre si cada voto cuenta y con la confirmación de que la concentración de riqueza y la desigualdad económica han llegado a niveles sin precedente en la era moderna de este país, y con el anuncio de más "amenazas" en el mundo para Estados Unidos, el paso por ese puente parece estar limitado a los que se encargan de asegurar la continuación del "imperio como forma de vida".