1. No salió de la nada, como podría pensarse
a juzgar por la súbita buena recep ción
de los lectores en los más diversos países. Andrea Camilleri,
siciliano de 75 años, era ya una celebridad literaria antes de que
en 1998 diera a conocer Un mes con Montalbano. Cuatro décadas
se dedicó al guionismo televisivo y a la dirección teatral.
De modo que cuando el comisario Salvo Montalbano hace su aparición
en escena, a Camilleri se le nota el oficio.
2.
No está de más recordar, sobre todo para sus primeros lectores,
que el comisario en caso lleva ese nombre en claro homenaje a Manuel Vázquez
Montalbán, viejo amigo de Andrea y, salvadas las paradojas del tiempo,
especie de tío abuelo del personaje literario. Y si su nombre proviene
de escritor conocido, no es sencillo reconocer las vertientes del escritor
italiano.
Esto es, Camilleri narra historias de corte policial pero en modo alguno se apega a los cánones que le corresponderían por generación, al contrario, es propositivo, contemporáneo, coloquial y, si cupiera el término, neorrealista. O costumbrista, porque Salvo Montalbano es un personaje a través del cual su autor da a conocer los usos y costumbres del tiempo y el país en que le tocó vivir.
3. Independientemente del nuevo boom del género negro, que se podía creer impensable y menos proveniente de un escritor de comprobada madurez, la obra de Camilleri crece, se multiplica y se lee, tanto en su lengua como otras varias, incluyendo la nuestra. Hasta ahora es la editorial Emecé la que se ha encargado de traer al castellano algunas de sus obras.
Faltan algunas de traducir, ciertamente, pero con seguridad el lector puede encontrar en español títulos como La concesión del teléfono, El curso de las cosas, La ópera de Vigata, El perro de terracota, La temporada de caza, La voz del violín y Un mes con Montalbano, éste último singular libro de relatos pensado por el prosista para que fuera leído a lo largo justamente de un mes.
4. Un sólido autor de fin de siglo y de milenio. Un entrañable italiano y un ejemplar comisario para cerrar el año.