Discos, buena alternativa para regalar
Ť José Agustín Ramírez Ť
Red Hot Chili Peppers: Californication (1999)
La travesía de los Red Hot Chili Peppers es larga, famosa y retorcida, como su nombre lo indica, pero la verdad, suenan bien cocinados el Blood sugar sex magic (1991), aunque su primer disco salió allá por 1984. Con el One hot minute (1995) logran su segundo gran álbum, en buena medida gracias al elevón que les daba el guitarrista de Jane's Addiction, Dave Navarro. Pero en el Californication regresa su antiguo compañero John Frusciante, que aunque no alcanza los vertiginosos registros de Navarro, le imprime un sonido sencillo muy especial, que logra una química ideal con los demás integrantes, dándole otro nivel a la aventura de los Chili Peppers, que es admirable.
Asimismo, el cantante Anthony Kiedis y el bataco también vuelven con su mejor estilo de sendos accidentes en motocicleta, mientras que su bajista, Flea, La Pulga, se mantiene brillante, como metal moldeable, dentro de la inventiva musical de la banda, cuya escabrosa historia, que incluye la sobredosis por heroína de su primer guitarrista, es para mi gusto, ya casi heroica. Pero como les decía, este disco es una evidencia viva de lo que se conoce vulgarmente como evolución, pues está lleno de rolas inolvidables para el buen fanático, aunque por ahí algunas divagan un poco. Sin embargo, es con este depravado sueño playero que se coronaron reyes del rock californiano (por un año) y se hicieron padrinos de una vasta pandilla internacional, cual expertos surfeadores del vampirismo hollywoodense.
Escúchelo una y otra vez, de preferencia en compañía de su amiga o amigo más íntimo; será un placer.