MARTES 26 DE DICIEMBRE DE 2000

Ť Mensaje urbi et orbi


Condena el Papa la violencia en Medio Oriente e Indonesia

Afp, Reuters, Dpa y Ap, Ciudad del Vaticano, 25 de diciembre Ť Juan Pablo II condenó hoy la violencia en Medio Oriente e Indonesia y advirtió que "la cultura de la muerte" amenaza a todo el mundo, en su tradicional mensaje urbi et orbi (a la ciudad y el mundo) pronunciado ante miles de peregrinos en la Plaza de San Pedro.

Visiblemente cansado y con dificultad para pronunciar algunas palabras debido a la parálisis facial provocada por el mal de Parkinson, el Papa de 80 años, manifestó su preocupación por la violencia en Medio Oriente debido a los enfrentamientos de los últimos meses entre palestinos e israelíes, que ha dejado un saldo de unos 350 muertos, en su gran mayoría palestinos.

"Pienso con gran preocupación en tierra santa, donde la presencia continúa ensangrentando el difícil camino de la paz", dijo, y lamentó la situación en Indonesia, por los atentados ocurridos este domingo contra iglesias cristianas: "Y Ƒqué decir de varios países... pienso en Indonesia, donde nuestros hermanos de la fe pasan por una difícil situación de dolor y sufrimiento?"

Ya en la misa de gallo, oficiada a media noche este domingo, Karol Wojtyla se había referido a la situación en Medio Oriente y recordó el viaje que realizó a la región en marzo pasado: "Pienso con preocupación en los santos lugares, y de modo especial en la ciudad de Belén, donde a causa de la difícil situación política desafor- tunadamente no podrán desarrollarse los sugestivos ritos de la santa Navidad con la solemnidad acostumbrada".

Por primera vez en los 23 años de su pontificado la misa de gallo se realizó al aire libre en la Plaza de San Pedro y no en la basílica, debido a la gran cantidad de peregrinos y turistas que se dieron cita en el lugar con motivo de la Navidad y el Año Santo del Jubileo, que concluirá el próximo 6 de enero.

Al finalizar la misa, Juan Pablo II colocó una estatuilla del niño Jesús y encendió un cirio en su ventana para anunciar el nacimiento del hijo de Dios hace 2 mil años, de acuerdo con la religión católica.

Rota otra tradición

El pontífice también rompió con la tradición de enviar su mensaje urbi et orbi desde el balcón de la basílica, ya que fue más fácil llegar a la Plaza de San Pedro en automóvil que recorrer a pie los 600 metros que separan sus habitaciones del balcón.

En su discurso de hoy condenó de nuevo el aborto y la eutanasia porque "se hace cada vez más fuerte la tentación de apoderarse de la muerte procurándola anticipadamente casi como si se fuera árbitro de la vida propia o ajena... Estamos ante síntomas alarmantes de la cultura de la muerte, que es una seria amenaza para el futuro".

El Papa manifestó su solidaridad con los niños maltratados, las mujeres explotadas, jóvenes, adultos y ancianos marginados y la violencia "en tantos rincones del planeta", y rindió homenaje a los que desde la vida pública luchan por el respeto a los derechos humanos, para que se condone la deuda de los países más pobres y para que se llegue "a dignos acuerdos de paz entre las naciones implicadas en funestos conflictos", y pidió al mundo renunciar "a cualquier forma de violencia, a las guerras, a los abusos y a los atentados a la vida".

Después, manifestó sus buenos deseos en 59 idiomas, entre ellos ruso, mongol, swa-hili, esperanto, árabe y hebreo. A partir de hoy, el Papa, pasará unas breves vacaciones en su residencia de Castelgandolfo, 30 kilómetros al sur de Roma, y el domingo dará su bendición por el año nuevo.