Ť Celebración familiar en la casa donde convalece Mercedes Quesada
Fox pasó la Navidad en el rancho San Cristóbal
Ť "Un saludo muy padre para todos y todas", dijo escuetamente el mandatario a modo de mensaje
Martín Diego, corresponsal, rancho San Cristóbal, Gto., 24 de diciembre Ť El presidente de la República, Vicente Fox, comentó en vísperas de Navidad: "No hay mensaje. Esta noche es Navidad. Nada... un saludo muy padre para todos y todas", fue lo que dijo cerca de las nueve de la noche, a la salida de la misa de gallo.
Esta vez la concelebración no empezó a tiempo, pues la familia Fox llegó a la capilla 15 minutos tarde. El presidente de México, con su hija Paulina de la mano y su séquito de guardaespaldas, se dio tiempo para tomarse un par de fotos a la entrada de la capilla. A esas horas el frío empezaba a lastimar la piel, pero los ahora gobernados, antes electores, también querían escuchar el mensaje navideño.
En la casa de los Fox se vivió una "Navidad diferente: la enfermedad de nuestra madre nos unió más, hay más comprensión entre todos los hermanos y los parientes políticos", dijo el mayor de los Fox, José.
Es la enfermedad de doña Mercedes la que no le permitió, como en otros años, preparar la cena para los invitados, es la convalecencia la que no le permitió "arrullar" al Niño Dios en el nacimiento que colocó cerca de la chimenea, antes de que fuera intervenida por un derrame cerebral.
Por la mañana muchas personas buscaron al Presidente. Los ocho hermanos asistieron a misa. Sin embargo, Vicente Fox jugó una partida de tenis con algunos parientes en su casa, su rancho, como le llama.
Las cosas cambiaron hoy, el Presidente no llegó a misa matutina, la de las seis, como era costumbre; asistió a la iglesia después de las siete de la noche.
El hermano mayor de los Fox, José, recibió paquetes, cartas, documentos, peticiones, saludos, mientras explicaba a la gente: "ya es tarde para que venga Vicente, pero a la noche va a venir".
No faltaron los comentarios sobre la salud de la señora Mercedes Quesada; la cuñada del Presidente, María de la Luz Lozano de Fox, esposa de José, detalló: "pasó una noche difícil, casi no durmió", pero los cuidados de sus hermanos y de las personas que la atienden hicieron que amaneciera con más ánimo