DOMINGO 24 DE DICIEMBRE DE 2000
Ť VENTANAS
Ť Eduardo Galeano Ť
El teatro
Anton Chéjov viajó al desierto de San Luis Potosí y Aristófanes anduvo charlando con los indígenas de las comunidades de Chiapas.
Ellos nunca habían estado en esos parajes. Fueron los teatreros de El Galpón quienes los llevaron a recorrer tierras mexicanas, de punta a punta.
Eran los años de mugre y miedo de la dictadura militar en el Uruguay, y todo el elenco de El Galpón había marchado al exilio.
En Montevideo, quedó solamente la sala. Estaba la sala, que había sido hecha a pulso, sin una moneda de ayuda oficial; pero El Galpón no estaba, y el público tampoco. La dictadura ofrecía espectáculos ante las butacas vacías. Sombra sin cuerpo, cuerpo sin alma: nadie iba.
Al fin del exilio, cuando los galponeros recuperaron su teatro usurpado, no encontraron ni los focos de luz.