SABADO 23 DE DICIEMBRE DE 2000

 


Ť Luis Meneses Murillo Ť

El señor Fox y los campesinos

Desde hace 100 años, los dueños de haciendas y fincas agropecuarias se hacen llamar el señor, es decir el dueño de tierras y voluntades. No se trata de los clásicos caciques, sino de los que procuran su formación y se encuentran detrás de ellos.

Hace unos días, el señor Fox dijo que al campo se le han dado, en los últimos años, más recursos que a cualquier otro sector, que era un barril sin fondo y que los campesinos eran corruptos. Tardó menos de 20 días de gobierno para olvidar sus compromisos de campaña.

Estos conceptos que emite el presidente Fox son inaceptables y equivocados. El jefe del Ejecutivo no toma en cuenta el saqueo de que han sido objeto tanto el campo como los campesinos, la transferencia de capital que el sector agropecuario ha hecho al sector agroindustrial e industrial y la corporativización y patrimonialismo surgido de la acción del gobierno.

El señor Fox parece desconocer que en el campo mexicano existe dignidad y comprensión. Esta amnesia es peligrosa: la marginación propicia explosiones sociales. Así nos lo demostraron los indígenas chiapanecos en 1994, al darse a conocer como Ejército Zapatista de Liberación Nacional y el florecimiento de decenas de organizaciones indígena como la ARIC Independiente y Democrática.

La propuesta del Presupuesto de Egresos federales que envía el gobierno de Fox respecto al campo es restrictiva. Es la misma que se ha mandado durante los últimos 18 años (gobiernos de De la Madrid, Salinas Zedillo). Año con año es menor en términos reales. Pero la del presidente Fox es todavía, si cabe, mas elitista. No sólo margina al sector rural respecto al resto de la economía, sino que pretende gastar más en sueldos de los funcionarios y reducir los gastos en los programas de inversión que se aplican hacia los productores, campesinos e indígenas.

La propuesta del Ejecutivo aumenta el gasto directo de Sagaderpa en 546 millones de pesos. Esto respresenta un incremento real de 8.2 por ciento. Sin embargo, los recursos para los programas de Alianza para el Campo y Apoyos a la Comercialización tienen una disminución real del 1.95 y 10.1 por ciento, respectivamente.

En contraste, la propuesta de presupuesto del jefe de Gobierno del DF se basa en mayor inversión social, reducción de sueldos de altos funcionarios y combate a la corrupción en la recaudación de impuestos.

Esto nos indica la verdadera intención de la política al campo del presidente Fox. El nuevo gobierno pretende dejar la actividad agropecuaria, sus productores, los campesinos e indígenas en el abandono, en manos de grandes inversionistas, de las empresas trasnacionales. Inevitablemente hará que la emigración rural aumente más rápidamente. El nuevo equipo de gobierno quiere un campo sin campesinos ni ejidatarios.

El presidente Fox y su equipo de gobierno se comportan hacia el campo como señores, no como funcionarios comprometidos con el bienestar de los campesinos y el robustecimiento de la agricultura. Las respuestas de los hombres y mujeres del campo se verán en próximas cosechas. Aunque el gobierno ignore su existencia, Zapata cabalga todavía.