VIERNES 22 DE DICIEMBRE DE 2000

Ť La voy a comprar, le prometió Nelson Vargas


Doramitzi González, sin alberca para entrenar en Morelia

Rosalía A. Villanueva Ť Más de una hora esperaron los diputados a Soraya Jiménez, Fernando Platas, Víctor Estrada y Cristian Bejarano, pero los medallistas olímpicos nunca llegaron porque andaban de vacaciones en Denver, Guadalajara, Puerto Vallarta y Chihuahua.

"Qué falta de seriedad, si hasta les enviamos los boletos de avión para que vinieran", decía molesto Raúl González, organizador del acto.

El ex marchista albergaba la esperanza de que a lo mejor los medallistas se habían atorado por allí, debido al plantón de maestros que había cerrado la avenida Congreso de la Unión afuera del Palacio Legislativo, y mientras recibía a los invitados.

Nelson Vargas y colaboradores llegaron a las 9:30 horas en una flotilla de autos que contrastó con la vieja combi que la Conade le dio al medallista olímpico Joel Sánchez, para desplazarse a sus entrenamientos de caminata en el Nevado de Toluca.

Cuando Raúl vio a Joel con pants y una sudadera de Canadá le ordenó que se cambiara, porque era un acto oficial, pero el marchista le dijo que no traía más que eso porque venía de entrenar y no le dio tiempo de pasar a su casa.

"Ni modo mano, dile a tu doctor (Sergio Granados) que te preste su chamarra o algo, pero así no subes". El militar mexiquense no tuvo opción y allí, en el salón, hizo el trueque con su médico.

Cuando comenzaron los discursos de los diputados (a las 11:00 horas), el del PAN, Felipe Calderón, fracasó en su intento de improvisar como orador deportivo. Se refirió a los medallistas olímpicos de Sydney como "campeones mundiales".

Y cuando dijo "veíamos a Alejandro González (sic) batirse en serio con las medallas en la alberca olímpica", hasta Juanito Reyes, el verdadero nombre del triple medallista paralímpico en natación, movió la cabeza en señal de desaprobación; otros, de plano se rieron.

La ceremonia también demandó solicitudes como la de la mamá de Doramitzi a Nelson Vargas. Su hija menor de edad, doble ganadora de oro en natación, dejó los estudios, no tiene entrenador ni alberca en Morelia.

"Yo voy a estar pendiente y me voy a encargar, porque sé que la alberca está cerrada; es más, la voy a comprar para mis acuáticas", la consoló el empresario.