Ť Exceso de velocidad y falta de medidas de seguridad, causas del percance 

Trasladan a Londres el cuerpo de la cantante Kirsty MacColl

David Sosa Flores, corresponsal, Cozumel, Q. Roo, 21 de diciembre Ť Tras realizar diversos trámites ante las autoridades civiles y migratorias, la familia de la compositora y cantante británica Kirsty MacColl, quien murió el lunes pasado arrollada por un yate cuando buceaba en el Parque Marino de Cozumel, finalmente pudieron trasladarla este jueves a Londres, Inglaterra, luego de tres días de estar en la cámara fría del hospital civil, donde por cierto, los refrigeradores no sirven.

Según fuentes de la familia, sus restos serán incinerados en una ceremonia el próximo domingo en la capital británica y las cenizas serán esparcidas en el Tamesis.

Acerca de la versión hasta ahora conocida del accidente, a nivel oficial se relata que el guía del viaje de buceo habría tratado de jalar hacia un lado a uno de los menores, mientras la propia Kirsty MacColl sacaba a su otro hijo de la ruta fatal del yate "Percalito", no pudo salvar su propia vida.

De hecho, el capitán de puerto, Vicente Morales Martínez, afirma que por la fuerza hecha por la cantante para mover a su hijo, ella misma se vio imposibilitada de ponerse a salvo quedando justo en la trayectoria de las propelas que terminaron matándola.

La cantante recibió de lleno el impacto de "Percalito", el yate deportivo de la familia González Nova, socios mayoritarios de Comercial Mexicana, y falleció al instante.

El propio agente del Ministerio Público, quien se presentó luego de casi una hora a levantar el cadáver, describió el estado de los restos como "uno de los cuerpos sin vida más impresionantes que he visto" y relató públicamente cómo los elementos del cuerpo de bomberos y los socorristas que acudieron al sitio tuvieron problemas para reunir todos los fragmentos y mantener su integridad.

''Percalito'' iba sobre los arrecifes

Los cuatro buceadores (la compositora y cantante británica, sus dos hijos y el guía) se encontraban en superficie al final de su buceo esperando ser recogidos por la lancha "Scuba Shack II" de la empresa Papa Hog's, luego de realizar la "parada de seguridad", es decir, flotando por al menos cinco minutos a una profundidad promedio de quince pies, unos tres metros, para prevenir la descompresión.

En tal situación, un buzo en superficie, tiene una movilidad limitada y no puede descender rápidamente. De acuerdo a versiones oficiales a las que este diario ha tenido acceso, fue justo al terminar ese ascenso cuando los buceadores percibieron el sonido de los motores del yate que se acercaba.

Ante la emergencia, el guía jaló a uno de los dos hijos de Kirsty MacColl hacia un lado y lo sacó de la ruta de "Percalito" mientras la malograda cantante jalaba al otro.

Sin embargo, a pesar de que los dos menores salieron uno ileso y el otro golpeado por el casco del yate pero no herido, Kirsty MacColl quedó justo en la ruta de las propelas del barco, que mutilaron su cuerpo a la altura de la caja toráxica, muriendo instantáneamente.

El marinero José Cen Yam dice no haber advertido la presencia de los buceadores en el agua hasta que "sintió" el golpe de la propela contra "algo" que resultó ser el cuerpo de la afamada cantante.

Tales circunstancias, combinadas con un presunto exceso de velocidad por parte de "Percalito", habrían precipitado el accidente, según algunos testigos presenciales.

Versiones de otros buzos y marineros que realizaban actividades en la zona del Parque Marino el lunes pasado, refieren que la lancha "Percalito" navegaba temerariamente sobre la línea de los arrecifes costeros, cuando la norma para ese tipo de barcos "de recreo" y de alta potencia es ir sobre el "cantil".

Los testimonios, incluso el del capitán de puerto, coincidieron en que la empresa Papa Hog's, propietaria del operador de aquel fatídico viaje de buceo, no estaba utilizando una boya de seguridad para marcar el área donde estaban los buzos, lo que se combinó con la velocidad y la limitada visibilidad que ofrece "Percalito" para dar lugar a la tragedia  .