VIERNES 22 DE DICIEMBRE DE 2000
Ť Estudio de la comisión técnica de la CNSM
El salario mínimo perdió 45.2% de poder adquisitivo en 12 años
Ť Soslaya el diagnóstico la problemática de la economía informal Ť Hoy fijarán gobierno y empresarios porcentaje de incremento
Fabiola Martínez Ť En los sexenios de los ex presidentes Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo, el salario mínimo perdió 45.2 por ciento de su poder adquisitivo real, reconoció el gobierno federal mediante la dirección técnica de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (CNSM).
Aun con este diagnóstico, las representaciones gubernamental y empresarial que participan en la CNSM fijarán hoy el aumento para los minisalarios que regirá a partir del primero de enero próximo con base en la inflación programada para el próximo año, es decir, cerca de 6.5 por ciento, que representa en términos reales incrementos de poco más de dos pesos diarios, muy lejos de lo establecido por la Ley Federal del Trabajo (LFT):
"El salario mínimo deberá ser suficiente para satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia en el orden material, social y cultural, y para proveer a la educación obligatoria de los hijos.
"Se considera de utilidad social el establecimiento de instituciones y medidas que protejan la capacidad adquisitiva del salario y faciliten el acceso de los trabajadores a la obtención de los satisfactores", puntualiza el artículo 90 de la LFT.
En el estudio de 742 páginas elaborado en el cierre de la administración de Ernesto Zedillo, la dirección técnica de la CNSM dedica cientos de páginas a presentar los resultados de política económica; asegura que, por primera vez en el último cuarto de siglo, el cambio de gobierno se llevará a cabo sin crisis.
Incluso señala que en el transcurso del año 2000, la economía mexicana alcanzó el objetivo fundamental de la política económica seguida por la administración: "sentar las bases para elevar el bienestar de la población", de conformidad con las lí- neas de acción establecidas en el Plan Nacional de Desarrollo 1995-2000.
Sostiene que a seis años de la crisis financiera más severa en la historia económica reciente, "se cuenta con una economía sólida, caracterizada por un crecimiento sostenido, inflación a la baja, mayor capacidad para crear empleos y con mejores condiciones para competir internacionalmente".
El anterior diagnóstico, que presenta una interminable lista de "avances", es heredado para su estudio a la administración actual por la CNSM, cuyo titular, Basilio González Núñez, fue ratificado en el cargo por el presidente Vicente Fox.
Cabe señalar que en ninguna parte de las casi 800 cuartillas se hace alusión a la problemática de la economía informal o empleo precario (sin seguridad social), cuya actividad equivale a 21.9 por ciento del producto interno bruto, según datos del INEGI, y en el que se ubica por lo menos 50 por ciento de la población en edad de trabajar. Lo que sí se menciona ampliamente son los niveles de desempleo, que se redujeron a niveles cercanos a dos por ciento de la PEA.
Con base en datos del Banco de México, la CNSM (conformada por un representante del gobierno, nueve del sector patronal y otros tantos del sector obrero) afirma que el descenso de la inflación y el aumento de empleo y productividad han propiciado desde 1997 la recuperación gradual de los salarios reales, es decir, aquellos negociados en el marco de la revisión a contratos colectivos.
Tanto funcionarios del gobierno federal como empresarios reiteran que en el país "prácticamente ya no hay trabajadores que perciban el equivalente a un salario mínimo" (37.90 pesos diarios para el área geográfica A; 35.10 para la B y 32.70 pesos en la C) y aseveran que todos los trabajadores formalmente en esta situación "tienen otros ingresos, particularmente por las propinas".
Sin embargo, el referido estudio de la CNSM precisa que actualmente un millón 945 mil 570 trabajadores registrados ante el IMSS perciben el minisalario, es decir, 15.3 por ciento del total de personas que cotizan en el instituto. De igual forma, 32 por ciento reciben de una a dos veces el mínimo, por lo que casi la mitad de los registrados en el IMSS perciben menos de 80 pesos diarios, insuficientes para adquirir todos los productos de la canasta básica y cubrir otras necesidades como lo marca la ley.
En términos oficiales, el salario promedio de cotización al IMSS es de 126.95, esto es, cerca de 3 veces el mínimo, y también con base en información del Banco de México, así como del INEGI y otras instancias, el pago promedio en la industria manufacturera al término de este año es de 285 pesos diarios, 20 por ciento más que el mismo periodo del año anterior.
Para la industria maquiladora de exportación se establece un promedio de 178.90 pesos diarios, 21 por ciento mayor a lo reportado en 1999.
Respecto a las negociaciones laborales (producto de la revisión de contratos), la CNSM señala que de enero a octubre de este año se habían efectuado 4 mil 853 revisiones salariales y contractuales, entre empresas y sindicatos de jurisdicción federal. En ellas participaron 1 millón 685 mil trabajadores, quienes obtuvieron un aumento salarial promedio de 12.4 por ciento. A éste se han sumado incrementos de 2.6 puntos porcentuales adicionales por concepto de productividad.
Esta modalidad de pago "adicional" se ha incrementado, pues tan sólo en octubre pasado, en 95 de las 347 negociaciones realizadas se incorporaron o renovaron convenios para el otorgamiento de incentivos económicos por productividad, que involucraron a 35 mil 580 trabajadores.
Lo anterior es sólo un extracto de las consideraciones que se analizan al seno de la CNSM para fijar el "aumento al salario mínimo más adecuado".
En el primer tomo del informe de la dirección técnica se resume esta perspectiva: "la estrategia seguida por el gobierno mexicano ha permitido recuperar la estabilidad de la economía después de la crisis de 1994 y mantener un crecimiento sostenido".
Agrega: "la economía mexicana ha superado ya la recurrencia de crisis económicas y cuenta con las condiciones para mantener un crecimiento sostenido de largo plazo".
Mayoriteo de gobierno y empresarios
Fabiola Martínez Ť Las representaciones gubernamental y empresarial en la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (CNSM) rechazaron la propuesta del sector obrero para integrar una sola zona económica para el pago del minisalario y a cambio se comprometieron a "cerrar gradualmente las diferencias salariales entre las áreas geográficas hasta llegar a converger a una sola" en los próximos años.
De esta forma, se fijaría un porcentaje para el área A (actualmente en 37.90 pesos por día); uno ligeramente superior para la B (35.10 pesos) y un aumento superior, proporcional, para la C (32.70 pesos).
Al término de la sesión de ayer del consejo de representantes de la CNSM, los representantes del sector obrero parecían resignados --"pese a que adentro hablamos fuerte", aseguraron-- a que una vez más, por enésimo año consecutivo, la unión entre gobierno y patrones les aplique la inevitable mayoría y fije el aumento al minisalario en el rango de la inflación prevista para el próximo año. No más.
El cetemista Adolfo Gott Trujillo, dirigente del sindicato de la industria textilera, hizo un último esfuerzo por "arrancar" alguna prerrogativa y volver al tradicional demanda del sector obrero para que el gobierno federal retome el control de precios en los productos más elementales y, sobre todo, que no aumente las tarifas de los servicios que proporciona como agua y luz.
"Preferimos un aumento raquítico pero que el gobierno amarre los precios, pues de qué serviría un 25 por ciento de aumento al salario (porcentaje que demandó el Congreso del Trabajo) si no amarran (precios) de los víveres de primera necesidad", dijo.
Respecto a la unidad entre gobierno y sector privado, Gott Trijuillo resumió: "Sí, el sector privado está amparado por la propuesta del gobierno, y como se ha esperado que el aumento sea del 6.5 por ciento, los patrones y gobiernos nos harán mayoría".