VIERNES 22 DE DICIEMBRE DE 2000
Ť Teme investigadora se pierda 50% de bosque, y con ello aves y mamíferos
Tan sólo el vapor de agua afectará flora y fauna
Matilde Pérez U. Ť Cerca de la mitad del bosque de pino, oyamel y abies religiosa en las 25 mil 679 hectáreas que ocupa el parque nacional Iztaccíhuatl-Popocatépetl, así como los pastizales y tres de las cuatro subcuencas de la extensa región circundante al volcán se perderán sólo por las exhalaciones de vapor de agua, y con ello también el hábitat de aves y algunos mamíferos, entre ellos el conejo zacatuche o teporingo, especie que sólo se localiza en el eje volcánico.
Datos preliminares de la investigación que desde hace dos años lleva a cabo la tesista de biología Verónica Rojas -con el apoyo de cuatro profesores de la Universidad Autónoma Metropolitana- sobre las exhalaciones de vapor de agua del Popocatépetl, establecen que posiblemente la única cuenca que no resulte dañada sea la de Texcoco-Zumpango.
En breve plática telefónica, Verónica Rojas lamentó que hasta la fecha el enfoque de los daños por la erupción tome en cuenta sólo población e infraestructura. "Es importante que la evaluación del impacto involucre a todos los eventos de riesgo volcánico, no sólo el humano y del capital. Este acontecimiento es de suma importancia, urge tener una valoración integral", planteó la universitaria.
La investigación, explicó, se basa en un modelo de predicción del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) y considera la topografía del volcán, por ello se prevé que el mayor daño será evidente en el bosque, el cual quedará fragmentando y por ello su posible recuperación será a muy largo plazo.
El parque Iztaccíhuatl-Popocatépetl -decretado en octubre de 1935 y que originalmente ocupó 96 mil 600 hectáreas- abarca en Morelos la región de Tetela del Volcán; en Puebla, Tochimilco, San Nicolás de los Ranchos y Huejotzingo; en el estado de México, Amecameca, Atlautla, Ecatzingo y Tlalmanalco. Por su altitud de 3 mil 600 a 5 mil 452 metros sobre el nivel del mar, su clima es muy frío, y la temperatura anual varía de 5 a 12 grados.
Para los habitantes de la ciudad de México y de poblados cercanos, dicho parque tiene un gran valor paisajístico; sin embargo, a lo largo de su existencia no se le tuvo el cuidado necesario ni se le explotó bien como área natural. "Por esa falta de investigación no sabremos a detalle el tipo de vegetación que perderemos por las avalanchas de lodo", expuso. Incluso, el Instituto Nacional de Ecología considera riesgo ambiental sólo la contaminación pero no los desastres naturales, y tampoco conjuga ambos.
En 1947, el gobierno federal autorizó la reducción de 74 por ciento de la superficie original del parque Iztaccíhuatl-Popocatépetl a favor de la Fábrica de Papel San Rafael. En 1972, éste ingresó a la lista mundial de parques nacionales integrada entonces por la Unión Internacional de la Conservación de la Naturaleza y los Recursos Naturales. Desde su decreto, fue el espacio más disputado por las retrasmisoras de ondas -hay instalaciones de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, de Teléfonos de México y de Petróleos Mexicanos-, restaurantes y centros turísticos.
A lo largo de su existencia dicho parque estuvo en total abandono, con escasa vigilancia y paulatinamente la actividad ganadera y aprovechamientos forestales clandestinos y legales llevaron a la erosión de extensiones no cuantificadas.
Por su parte, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales decretó alerta roja en sus delegaciones de Morelos, Puebla, Tlaxcala y estado de México para que actúen en caso de posibles incendios.