MIERCOLES 20 DE DICIEMBRE DE 2000
Ť La fiebre de temporada invade calles y tiendas
Oferta de motivos navideños para todos los gustos y bolsillos
Agustín Salgado Ť Desde un pino seco -con una altura que no rebasa los 120 centímetros y con la apariencia de llevar meses en espera de un comprador-, que se ofrece en el mercado de Portales por 180 pesos antes del regateo, hasta esferas de cristal importadas de Checoslovaquia, adornadas a mano, comercializadas por tiendas departamentales con un costo de 145 pesos por unidad, son algunos de los productos que se ofrecen a los habitantes de la ciudad de México durante esta temporada.
El consumismo que caracteriza a estas fechas se observa en cada uno de los centros comerciales, mercados, plazas públicas e incluso paraderos del Sistema de Transporte Colectivo-Metro.
Salir de las principales estaciones del Metro implica sortear todo tipo de puestos semifijos que desde hace mes y medio se encuentran atiborrados de esferas, juegos de luces, figuras para nacimientos, gorros de tela que simulan los cuernos de un reno y que hacen que el trayecto hacia los paraderos de microbuses se vuelva eterno.
Don Fermín, quien desde hace 13 años trabaja en la zona del Metro Tasqueña, normalmente vende dulces y cigarros pero durante estos meses ofrece escarcha, botes de spray con nieve artificial, esferas, heno y figurillas de nacimiento, porque asegura que gana un poco más al venderlos: "Aunque siempre hay el riesgo de que te quedes con la mercancía, hasta ahora me ha ido más o menos bien, es más, creo que voy a tener que comprar más para la semana que entra, porque ya saqué casi todo".
Por su parte, las grandes tiendas de autoservicio, esas que están abiertas las 24 horas, trascienden sus espacios cotidianos y utilizan parte de su estacionamiento para desplegar decenas de árboles con sello de importación. Dos o tres empleados se dedican a mantener frescos los pinos, explicarles a los potenciales compradores los "beneficios" de adquirir un árbol navideño e informar sobre los precios, que van de 350 pesos hasta los mil 500, según el tamaño, la forma e incluso la fecha de corte.
Adentro, pasillos enteros son ocupados por estantes que muestran los productos necesarios para adornar el árbol navideño: moños de papel celofán, figurillas musicales, las tradicionales esferas y representaciones en miniatura de caramelos, trineos y campanas.
"Me hacían falta unos cascabeles y vine a comprarlos, casi siempre lo que adquiero cada año lo guardo y luego lo vuelvo a sacar, pero ahora quise darle un cambio a los adornos y voy a poner moños rojos, cascabeles dorados y churros de limpiapipas blancos... Cada año, entre arbolito, luces y adornos me gasto como 600 pesos; es que no me gustan los artificiales", comenta doña Isabel, entrevistada mientras andaba de compras.
En los mercados públicos, como el de San Angel y Coyoacán, es donde se puede encontrar mayor variedad de nacimientos; los hay de barro, porcelana, arcilla y también de plástico. En el mercado de Portales un pesebre tradicional se adquiere por 35 pesos, cada pastor por 9.50, un kilo de heno por 10 y el niño Dios, que invariablemente es más grande que la Virgen María, los tres Reyes y la estrella de Belén juntos, tiene un costo promedio de 25 pesos.
En Coyoacán hay representaciones de madera talladas a mano o hechas con alambre revestido de fibras naturales; por la técnica artesanal utilizada en su elaboración, alcanzan precios superiores a los 800 pesos.
En los centros comerciales pueden gastarse miles de pesos en adornos navideños; apoyadas en campañas publicitarias, las tiendas departamentales comercializan productos de importación que van desde una esfera de cristal hasta una nacimiento italiano de 30 piezas, cuyas figuras principales alcanzan hasta 70 centímetros de altura.
Infinidad de opciones brinda la ciudad de México para quienes no se resisten al espíritu de esta época, hay para todos los gustos y para todos los bolsillos.