El director antidrogas de la Casa Blanca, Barry McCaffrey, defendió este martes la política del gobierno estadunidense saliente, que se centró en los últimos años en ayudar a países latinoamericanos a erradicar los cultivos de enervantes, al hacer un recuento de lo que fueron sus cinco años como zar contra el tráfico de estupefacientes.

Aseguró, sin embargo, que la guerra contra las drogas "debe librarse en dos frentes: en la casa con tratamiento y educación, y en el extranjero con programas de erradicación e incautación".

Afirmó que en Estados Unidos, el principal consumidor de drogas en el mundo, "el consumo casual de cocaína se redujo 70 por ciento en una década, y el consumo de droga en general bajó 50 por ciento en el mismo lapso".

McCaffrey reconoció que el momento más difícil dentro de su gestión fue, probablemente, cuando fue destituido en 1997 el responsable antidrogas de México, Jesús Gutiérrez Re-bollo, a sólo tres meses de haber sido nombrado en el puesto, quien fue encarcelado por cargos de corrupción.

McCaffrey había calificado al general Gutiérrez Rebollo como un "hombre de impecable integridad".

El zar antidrogas, además defendió este martes el polémico Plan Colombia, que consiste en dar al ejército del país sudamericano ayuda por mil 300 millones de dólares.

Pese a las acusaciones de que el ejército colombiano ha perpetrado múltiples violaciones contra los derechos humanos, McCaffrey sostuvo que cuando Colombia reciba, el próximo año, aeronaves fumigadoras estadunidenses "se arrasarán 10 mil hectáreas (de cultivos ilegales) en un instante".

Myles Frechette, ex embajador estadunidense en Colombia, aseguró que pese a que McCaffrey considera exitosa su gestión antidrogas, cometió varios "errores espectaculares" que atribuyó a que el zar de la Casa Blanca entendió de "manera ingenua" la problemática latinoamericana y nun-ca escuchó a quienes comprendían la región mejor que él.

Sin embargo, aseguró que McCaffrey logró que el Congreso estadunidense incrementara el presupuesto destinado a la lucha contra las drogas, y ante este logro "hay que quitarse el sombrero". (Ap)