MIERCOLES 20 DE DICIEMBRE DE 2000

Ť Aún sin medición, la cantidad de lava acumulada con las erupciones


Desgasificación interna en las últimas horas

Alonso Urrutia Ť La intensa actividad del volcán Popocatépetl durante las últimas horas obedece a un acelerado proceso de desgasificación interna, cuya presión ha comenzado a desazolvar la lava -acumulada desde el pasado viernes- que obstruía los ductos, arrojando piedras incandescentes, diagnosticó la Coordinación de Protección Civil de la Secretaría de Gobernación.

Para el responsable del área, Oscar Navarro Gárate, el hecho de que haya erupciones en diversos momentos, desde el pasado 18, es positivo toda vez que estas exhalaciones parciales permiten desahogar la energía que se encuentra acumulada al interior del volcán.

Desde que comenzó esta nueva fase de intensidad -a partir del lunes- no ha podido volver a medirse la cantidad de lava que se encuentra aún dentro del volcán después de las exhalaciones, para determinar si se ha vuelto a acumular y existe riesgo de que se tapen los ductos.

Sin embargo, Navarro informó que ayer se volvió a registrar un tremor armónico que duró unas dos horas, lo que representa una nueva acumulación de lava, "afortunadamente no la suficiente para volver a detener la desgasificación" del coloso.

Los expertos del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) han sido enfáticos en que el Popocatépetl no ha arrojado lava líquida sino material incandescente -a una temperatura promedio de 600 grados centígrados-, vapor de agua y ceniza.

El Mapa de riesgos del Cenapred

De acuerdo con la página de Internet del Cenapred, en su capítulo de Mapa de Peligros del Volcán Popocatépetl desglosa que en caso de erupción los tres posibles tipos de peligro serían:

"Flujos calientes de material volcánico que viajan a alta velocidad y en sólo algunos minutos descienden del volcán y destruyen todo a su paso; flujos de lodo e inundaciones: se concentran esencialmente en las barrancas y en los arroyos y les toma de 10 a 30 minutos descender."

De igual forma ocurriría "caída o lluvia de material volcánico, es peligrosa especialmente si el peso del depósito excede la resistencia de los techos de las casas, ya que puede ocasionar que se colapsen. En algunos casos, la acumulación de más de 10 centímetros de material puede producir el derrumbe del techo, sobre todo si el material se encuentra húmedo".

Las áreas de riesgo establecidas por Cenapred, con base en la información que se tiene de anteriores experiencias eruptivas, son: uno, la de mayor peligro por su cercanía al volcán -menos de 15 kilómetros-, puede recibir flujos de material volcánico a altas temperaturas que descienden a velocidades extremadamente altas (10 a 400 kilómetros por hora) y flujos de lodo y rocas, que se mueven siguiendo los cauces existentes a velocidades menores a 100 kilómetros por hora, así como caída de piedra volcánica.

El área dos -hasta 18 kilómetros- puede verse afectada por los mismos riesgos que la uno, aunque la historia del volcán da cuenta de que aquélla ha sido afectada diez veces menos que la primera. Podría ser afectada por la caída moderada de arena volcánica y pómez. La zona tres -hasta 25 kilómetros- podría ser afectada si la erupción es muy grande, lo cual ha ocurrido diez veces en la historia del volcán.