MIERCOLES 20 DE DICIEMBRE DE 2000
Ť El Tucán de Virginia publica edición bilingüe traducida por Ulacia
Merril, poesía de la realidad a la metafísica
Arturo Jiménez Ť Dentro de las extrañas joyas publicadas por Ediciones El Tucán de Virginia, el lector de poesía puede ahora encontrarse nada menos que con una antología bilingüe del poeta estadunidense James Merril, poco conocido en México pero considerado uno de los más importantes del siglo XX.
Se trata de Reflected houses/ Casas reflejadas, título sugerido por el mismo Merril a Manuel Ulacia, seleccionador, traductor y prologuista de este trabajo que le llevó varios años. Acerca de su primer encuentro con la obra de Merril, al leer Water Street en 1980, Ulacia comenta en su prólogo Historial de una traducción:
''Pocas veces en la vida he tenido una sensación tan grata al descubrir a un poeta. En muchos poemas encontré una voz que no se parecía a la de nadie, aun cuando, como fui descubriendo, había detrás de ella una tradición literaria inmensa, asumida críticamente".
En ese libro, sigue Ulacia, ''hallé una belleza, una música, una luminosidad poco comunes en el panorama literario y, sobre todo, una capacidad extraordinaria de transformar la realidad, lo cotidiano, la experiencia vivida, en una dimensión metafísica".
James Merril (Nueva York 1926-1995) fue un escritor prolífico. Es autor de catorce poemarios, uno de ellos alcanza casi 600 páginas, dos novelas, un par de obras de teatro, un libro de ensayos y otro de memorias.
Fue ganador de varios galardones. Obtuvo dos National Book por Nights and days y Mirabell; el Bollingen in Poetry por Braving the elements; el Pulitzer por Divine comedies; el primer Bobbitt National for Poetry, concedido por la Biblioteca del Congreso, por The inner room; el National Book Critics Circle en poesía por The changing light at Sandover. También es autor de Late settings, que apareció después de su muerte.
Entre lo clásico y la vanguardia
Sobre la riqueza de su poesía, comenta Ulacia: ''Según fui leyendo descubrí que esos poemas, a veces de apariencia clásica, tenían incorporadas las lecciones que habían dado los grandes vanguardistas (collage, citas, intertextos, uso de coloquialismos y voces cultas, juegos de palabras, signos matemáticos, tipografías diversas, simultaneísmo, ironía, monólogos que se convierten en diálogos, la mezcla de verso y prosa, inversiones y rupturas sintácticas, entre tantas otras cosas)".
Y en su recorrido ensayístico por la obra de Merril, menciona varias de esas influencias, como Proust, Rilke, Coleridge, Blake, Keats, Byron, Wordswoth, Browning, Stevens, Yeats, Auden, Crane, Cavafis, Eliot y otros.
Acerca de la personalidad del poeta, Ulacia advierte que no lo trató mucho, pero destaca su sencillez, amabilidad, educación, cultura y refinamiento. ''En todas las ocasiones en que estuve con él jamás lo escuché hablar mal de nadie, aunque no por eso dejaba de usar la ironía ante ciertas circunstancias".
En el ensayo de Ulacia aparecen esbozados diversos aspectos de la vida de Merril: su holgada situación económica como hijo de uno de los banqueros más ricos de Estados Unidos, su homosexualidad, la presencia de su amante, David Jackson, sus largas estancias en Atenas, su inclinación por el espiritismo, presente éste en sus poemas. De hecho, el tema principal de la obra de Merril fue su vida propia.
Al final, Ulacia habla sobre el difícil arte de traducir y apunta acerca de su trabajo con la obra de Merril:
''En mi traducción he intentado mantener el significado a la vez que el gusto (utilizando la palabra inglesa), la ironía, la musicalidad, los juegos linguísticos, los 'puns', las aliteraciones, las rimas, los ritmos y también los metros, hasta donde ha sido posible. Desde un principio me propuse lograr, en palabras de Paz, una creación poética análoga al texto original."