MARTES 19 DE DICIEMBRE DE 2000
Ť Julio Briseño Trujillo, El Ronco, compurgaba una pena de 11 años por violación
Solicitó su libertad anticipada; salió muerto
Ť Falleció de un paro cardiorespiratorio irreversible al negarle las autoridades de la penitenciaría de Santa Martha que recibiera atención externa Ť En otros casos sí han accedido a peticiones
Angel Bolaños Sánchez Ť A diferencia de Víctor Sandoval Aguirre, El Basílico, quien fue sentenciado a 38 años de cárcel por 18 violaciones y obtuvo su libertad con beneficios tras compurgar sólo nueve años de su pena, Julio Briseño Trujillo, El Ronco, con una sentencia de 11 años por dos violaciones y tras ocho de permanecer en prisión, sólo muerto pudo abandonar la Penitenciaría del Distrito Federal de Santa Martha Acatitla.
A diferencia también del defraudador implicado con la Arrendadora Havre, Ricardo Neváres Ocampo, quien obtuvo autorización de la Dirección General de Prevención y Readaptación Social del gobierno capitalino para salir del Reclusorio Norte y tratarse en un hospital privado un padecimiento oftalmológico, El Ronco no logró convencer a las autoridades penitenciarias para que le permitieran atender su enfermedad pulmonar crónica en un hospital del Seguro Social y falleció a los 56 años de edad por un paro cardiorespiratorio irreversible.
Aun cuando el interno recibía atención en el servicio médico de la penitenciaría, conforme al derecho que tienen todos los internos para tratar lesiones y padecimientos graves en externación, desde marzo pasado había dirigido un escrito a la dirección del penal en el que refiere que ese mismo mes "hubo necesidad de internarme en el Hospital General de Iztapalapa, donde me hicieron unos estudios y todavía necesito otros y que no tienen los aparatos necesarios para llevarlos a cabo, solamente los tiene el Hospital de Especialidades del Seguro Social".
Por esa razón había solicitado que se le concediera la libertad anticipada "ya que mi sentencia es de 11 años y llevo en reclusión 8 años y 2 meses", no obstante que al igual que Sandoval Aguirre, por el tipo de ilícito se encontraba impedido de recibir dicho beneficio como lo establecen el Código Penal y la Ley de Ejecución de Sentencias Penales, a pesar de que a El Basílico le fue concedido.
Diez meses después, su nombre, Julio Briseño Trujillo, apareció finalmente en la hoja del informe de libertades con algunos datos de su expediente: número, 27480/92; juzgado, 34 de lo penal; fuero, común; proceso, 10/92; delitos, diversos de violación (2).
Y al final el tipo de libertad: "Baja de población por fallecimiento (por paro cardiorespiratorio irreversible)", y la firma del subdirector jurídico de la Penitenciaría, Fernando Cos Gutiérrez, a quien se dirigía también el escrito solicitando el beneficio de libertad anticipada.