MARTES 19 DE DICIEMBRE DE 2000

Ť Protestan por el atentado contra su líder sindical


Huelga de empleados estatales en Colombia; durará 24 horas

Ť Condenan amenazas de la extrema derecha hacia dirigentes

Ť Paramilitares, culpables de 73 por ciento de muertes de civiles

Reuters, Dpa, Afp y Ap, Santafé de Bogotá, 18 de diciembre Ť Los trabajadores estatales de Colombia iniciaron este lunes una huelga nacional de 24 horas en protesta por el atentado en el que resultó herido el dirigente sindical del sector, Wilson Borja, ocurrido el viernes pasado, y en rechazo a las amenazas de muerte que existen en contra de varios líderes por parte de grupos de extrema derecha.

Unos 650 mil empleados participaron en la jornada de protesta que incluyó mítines y marchas por varias ciudades del país. La principal concentración tuvo lugar en la Plaza de Bolívar, en esta capital, donde los manifestantes expresaron su derecho a la vida y la diferencia.

El ministro de Trabajo, Angelino Garzón, destacó que esta expresión de repudio constituye un llamado a la sociedad colombiana a que "rechace la arremetida criminal" de los grupos derechistas contra los líderes sindicales y defensores de los derechos humanos.

De acuerdo con el CINEP y la organización Justicia y Paz, la sociedad colombiana se "está sumiendo en la barbarie", pues en este año han ocurrido diez asesinatos políticos cada 24 horas y una masacre cada dos días. Igualmente, diez personas fueron secuestradas y una desaparecida.

Añadió que 73 por ciento de los homicidios de civiles fueron cometidos por grupos paramilitares, 23 por ciento por la guerrilla y 2.5 por ciento por la fuerza pública. En 2000, un total de 94 dirigentes sindicales fueron asesinados y las amenazas se dirigen contra los luchadores por la paz y los derechos humanos.

Hechos como la destrucción de varios centenares de viviendas en Granada, Antioquia, como resultado de un ataque de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), y la muerte en la misma zona de 14 civiles, como resultado del uso de bombas hechas con cilindros de gas, indican "la brutalidad de los métodos y su impacto contra la población civil y personas inermes, señaló a su vez la Asamblea Permanente por la Paz", al rechazar el atentado contra Borja.

En este contexto, dos matanzas fueron ejecutadas por presuntos paramilitares en los poblados de Cisneros y Chipaque, en Cauca y Cundinamarca, que dejaron como saldo por lo menos ocho personas muertas y 12 heridas, aunque otros medios aseguran que las víctimas mortales son 19.

Hombres armados asesinaron hoy al alcalde de Quipile, Cundinamarca, Alberto Elías Torres, mientras viajaba en su vehículo hacia esta capital. Torres se convirtió en el 19 alcalde muerto en lo que va de 2000 por grupos armados.

En tanto, el comandante del ejército, general Jorge Mora, informó que una columna guerrillera de las FARC, que fue diezmada en las últimas horas, tenía cerca de 40 por ciento de menores en sus filas.

Luego de señalar que este golpe fue uno de los más grandes, explicó que de los 127 hombres que el ejército puso fuera de combate -entre desertores y muertos- había 59 menores.

Por otro lado, el canciller venezolano, Vicente Rangel, rechazó que el presidente Hugo Chávez sea el sucesor del líder cubano Fidel Castro, como lo afirmó el ex mandatario colombiano Alfonso López Michelsen a la revista local Cambio.

Michelsen declaró que "Chávez está asumiendo en vida la sucesión de Fidel Castro con un elemento de poder muy grande: su capacidad de satisfacer las demandas estadunidenses de petróleo. Las posibilidades de perturbación continental de Chávez son inmensas", sostuvo.