MARTES 19 DE DICIEMBRE DE 2000
Ť Samuel Schmidt Ť
Dead end
Con cariño a mis amigas(os) de Mexicali.
Recientemente renté un vehículo en San Diego para viajar a Mexicali. El auto tenía un sistema de navegación que sirvió para distraerme de lo pesado que es viajar en el desierto. Cuando llegué a Calexico, mientras viajaba hacia el sur, el sistema mostró, 1 mile dead end. Continué hacia el sur y se iba acortando la distancia hacia el dead end, hasta llegar al cero. Frente a mis ojos vi el muro fronterizo con Mexicali.
Nunca había yo visto una metáfora tan interesante. dead end puede traducirse como callejón sin salida, pero metafóricamente representa el fin del mundo.
Para el programador del sistema, México, que se encuentra a menos de cinco millas de San Diego, no existe. Este es el síndrome del mapa en blanco de los planificadores, donde más allá de la línea fronteriza no existe nada, por ende no hay nadie a quién considerar.
Y, en efecto, Mexicali es otro mundo, aún dentro de México. Para entrar había largas filas de carros, porque había un pequeño número de garitas de revisión abiertas. Tal vez querían parecerse al norte, porque para ir hacia Estados Unidos uno puede llegar a hacer una hora de espera y a veces más.
Para hacer más tortuosa la espera uno avanza, paralelo al muro de metal que tiene rendijas, casi como diciendo: "Ve la tierra prometida", ya luego la migra nos recordará que no puedes cruzar libremente. Se han dado casos de jóvenes acribillados por la policía migratoria al tratar de brincar. Ese mismo día escuché la noticia sobre el último asesinado por la migra en Nogales.
Esos días detuvieron a dos terroristas y, como siempre, hubo dos versiones policiacas. Los estadunidenses parecían ser narcos menores que se equivocaron y se metieron a la boca del lobo, al terreno de los grandes capos. Entre la sociedad todo mundo parece saber dónde viven, menos la PGR y la DEA. Mis amigos me dicen que Arellano Félix vive en San Diego, pero Barry McCaffrey no lo encuentra porque lo busca en México. El principio estadunidense es: "Si es malo debe ser mexicano".
Todo mundo te envía a ver la casa de Ernesto Zedillo. No hay pierde, es la única que invade la acera para acomodar a sus guardias. En realidad son dos casas pegadas en una zona residencial de muy alto nivel económico. Los vecinos dicen que por lo menos ahora tienen seguridad y que le han sacado algo al gobierno. Este pragmatismo de los fronterizos.
No trate usted de hacer alguna operación bancaria. Promex no tiene fichas de retiro o depósito, el gerente le tiene que autorizar un retiro. La excusa es que están en proceso de fusión. Sin haber un solo cliente me tomó diez minutos hacer el retiro. Banamex le cobra comisión por depósito en efectivo, porque la cuenta era foránea. En el dead end las reglas cambian.
En la política Eugenio Elorduy quiere ser gobernador otra vez y es que ya quiso dos veces antes. El PRD perdió contra el cáncer a Armenta, un gran luchador. El PRI no se nota.
La gente se queja de la violencia, del narco desatado y de la impotencia ciudadana de ver cómo el gobierno sigue sin resolver nada. El PAN se queja por los problemas del pasado, me imagino que para seguir culpando al PRI de su incompetencia. Leo en el periódico que el PAN se lamenta porque hay aviadores en el sector educativo. Si llevan once años en el poder estos aviadores son de ellos. Este fue el cambio en 1989. Con ellos llegó Lorenzo Gómez Morfín a la Secretaría de Educación y Cultura, este personaje tiene en su haber la ruptura de una puerta para suspender una película "inapropiada" cuando trabajaba en la Universidad Autónoma de Baja California y luego mandó a observar una escultura para ver si rebasaba sus límites de tolerancia y decidir si merecía quedarse.
Desde Mexicali saldrá al parecer la nueva moral. Allí se evitó un aborto autorizado por un juez y salió la directriz para cancelar las minifaldas y el maquillaje en las jóvenes escolares.
Entre sus atractivos está la chinesca, ya que Mexicali es la ciudad china más importante de México. Hay historias fantasiosas sobre túneles y hay un quiosco chino en la puerta de entrada desde el norte. Y también fueron chinos los dos detenidos cuando Francisco Gil Díaz estableció una cuota de empresarios a ser detenidos (400) para dar lecciones ejemplares a los evasores de impuestos.
Como en otras ciudades mexicanas, hay una gran pobreza, a sólo un minuto de las zonas más ricas. La ciudad capital concentra recursos que envidian las otras ciudades y como sucede en la frontera, el lado estadunidense crece gracias a México, pero esto es tema de otro artículo.
Salí de Mexicali previendo estar una hora en la línea, viendo el frío y poco amistoso indicio de una vecindad que nos rechaza y nos ve con recelo. Era también el recordatorio de que estaba yo en otro mundo. El indicador de navegación en el carro señaló el nombre de la calle estadunidense y no reapareció la señal del dead end, ésta señala solamente hacia el sur.