LUNES 18 DE DICIEMBRE DE 2000

Ť Allá en el campus grande, recopilación testimonial


La UNAM debe resolver problemas, no crearlos, dice Guillermo Sheridan

Ť Los recientes acontecimientos en la casa de estudios, injustos y arbitarios, según el investigador Ť La solución, en la inteligencia

Mónica Mateos Ť Guillermo Sheridan recopila en el libro Allá en el campus grande (Tusquets Editores) escritos en torno a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) que publicó cuatro años en Vuelta y diversos medios, como un testimonio de la fascinación del autor por los acontecimientos ocurridos recientemente en la casa de estudios, los cuales califica de "tan asombrosamente contradictorios con la supuesta inteligencia, más dignos de una pieza de Ionesco o de Jarry que de una comunidad pensante; junto a esos, otros más dignos de Kafka o de Gorki, injustos y arbitrarios".

En entrevista, el investigador y profesor del Centro de Estudios Literarios de la UNAM señala que esa institución académica "desde luego que es un problema; decir otra cosa sería pecar de optimismo criminal. Lo curioso es que el problema universitario es parte de la solución de problemas nacionales. Por ello, es lamentable que una universidad, que podría hacer tanto para resolver los conflictos que atañen a todo el país, sea un problema y no una solución.

"Uno querría que las universidades fueran ínsulas invulnerables para que su productividad y el beneficio social de su razón de ser pudiesen llegar al pueblo que la paga, pero no es fácil. Ahora, negar la solución del problema sería caer en un radical negativismo. Sí hay solución, aunque es complicada y deberá buscarse en un concierto de inteligencias, de conciliación, de objetividad y de conciencia universitaria."

Guillermo Sheridan considera que en el conflicto universitario prevaleció la violencia sobre la inteligencia, y explica que en su libro incluye dos ensayos en los que se hablan de cómo "la incubadora de indignación que ha sido la UNAM desde hace muchos años produce dos tipos de cultivo: uno es el de la gente que decide aprovechar el esfuerzo que hace el pueblo para sostener una institución de este tamaño y costo, esperando que reditúe en beneficio social; el otro: el de una indignación impaciente, un poco religiosa, muy mitómana, señalada por un sentimentalismo peligroso al que se mezclan descontrol y la conciencia de que el futuro es un territorio limitado para quienes no califican las expectativas de un sistema cruel. Por eso la violencia que significó cerrar la UNAM obviamente prevaleció sobre la inteligencia. Y por violencia no me refiero a golpes y patadas, sino a las violencias morales."

Reducto de pensamiento, pese a todo

El escritor agrega que con todas las pesadumbres y los problemas que supone la UNAM, "a fin de cuentas es un sitio donde se puede pensar, trabajar, estudiar y dar clases, alegremente, si uno se empeña en hacerlo. En mi caso la vocación por la investigación literaria quizá no tendría otro sitio donde alimentarse o consultar bibliotecas. La UNAM es una casa triste y es alegre, llena de congoja y de potencialidades, una casa con dos puertas".

En uno de los textos de su libro, Sheridan propone al lector repasar los artículos de Paz sobre la universidad "y su invitación a la independencia, al realismo y la imaginación". El investigador concluye la charla al respecto: "Imaginación y realidad, ¿cómo se hace para conciliar las dos cosas? Si fuera autocrítico diría que en mi imaginación prevalece con energía una idea de universidad como el sitio privilegiado al cual la sociedad y el Estado acuden para resolver problemas, fortalecerse y pensarse a sí mismos. Quizá es un pensamiento demasiado ideal y la realidad es ardua: el espeluznante crecimiento demográfico, la falta de recursos financieros, ciertas pulsiones y presiones de parte de algunos ideólogos para quienes la universidad pública debe sujetarse a una visión más utilitaria. Lo que está en juego ahora en la UNAM es que se le reconozca capacidad para pensarse a ella misma, reflexionar sobre su naturaleza, sus limitaciones, y apostar a esa ruta que beneficiaría no sólo a ella, sino a toda la sociedad."