LUNES 18 DE DICIEMBRE DE 2000

 

Ť Sergio Valls Hernández Ť

Balance anual del Consejo de la Judicatura Federal /I

El cierre de un ciclo coincide con la terminación de un estilo de administración, con un periodo que se caracterizó por iniciar e impulsar la reforma del Poder Judicial de la Federación. A propósito de la conclusión de esta etapa resultará útil dar un vistazo a la forma como el Consejo de la Judicatura Federal ha asumido los retos que le corresponden para preservar el estado de derecho, manteniendo la independencia e imparcialidad del Poder Judicial de la Federación y continuar la mejora del servicio que imparten los tribunales colegiados y unitarios de circuito y juzgados de distrito.

Para ello es necesario hacer un recuento de los aspectos más sobresalientes del trabajo que ha desarrollado, de sus logros, evaluar sus acciones, determinar si las metas propuestas se han alcanzado, para situarse en el contexto actual, y mirar hacia adelante definiendo el camino que falta por recorrer, así como los métodos que han de observarse para elevar la calidad y eficacia de la impartición de justicia en nuestro país.

Por tratarse del trabajo más sobresaliente desarrollado por el Consejo de la Judicatura Federal, durante este año que está por finalizar, hay mucho que decir, sin embargo, no es posible, dada su amplitud, tratar el tema en un solo espacio. Por ello, este ejercicio sólo constituye la primera parte del mismo, y en la próxima entrega se abordará la segunda.

En materia de selección de juzgadores, este año se inició -lunes 31 de enero- con la publicación de la convocatoria del Pleno del Consejo de la Judicatura Federal, para el primer concurso abierto de oposición que tuvo por objeto elegir y designar jueces de distrito, lo cual constituyó un hecho sin precedente, pues se dio oportunidad a que participaran profesionales del derecho de distintos foros - 884 aspirantes de todo el país-, sin que necesariamente formaran parte del Poder Judicial de la Federación, lo cual concluyó con la designación de 50 nuevos juzgadores.

A esta primera experiencia se sumaron el quinto concurso interno de oposición para la designación de magistrados de circuito; el sexto concurso interno de oposición para la designación de magistrados de circuito; el tercero y cuarto concursos internos de oposición para la designación de jueces de distrito -este último aún se encuentra en proceso y por tanto no se ha seleccionado ningún juzgador-, y el séptimo concurso interno de oposición para la designación de magistrados de circuito. De estos concursos, a la fecha han surgido un total de 70 magistrados de circuito y 85 de jueces de distrito.

En el ámbito de creación de nuevos órganos, que tiene como propósito acercar la justicia a los gobernados, merece la pena subrayar que durante el 2000 se instalaron 49 nuevos órganos jurisdiccionales: 21 tribunales colegiados de circuito, seis tribunales unitarios de circuito y 22 juzgados de distrito.

En relación con procedimientos disciplinarios, mediante los cuales se ventilan las inconformidades de los gobernados respecto de la actuación de los juzgadores federales, fueron tramitadas 269 quejas administrativas, 40 expedientes de denuncia y seis de investigación.

En el renglón de mejora profesional de los juzgadores o aspirantes a serlo, destaca que se capacitó en elaboración de sentencias a 140 secretarios de juzgados, de tribunales de circuito y de la Suprema Corte de Justicia de la Nación; se actualizó a más de 2 mil miembros del Poder Judicial de la Federación, mediante cursos, seminarios y en cuestiones de matemáticas aplicadas al derecho, así como en derecho internacional; se dictaron diversas conferencias en las que resaltó la participación de ponentes extranjeros de renombre, particularmente de España y Francia; se continuó con los grupos de lectura con miembros del Poder Judicial de la Federación, y se llevó a cabo el primer taller sobre derechos humanos dirigido a jueces y magistrados.

En este trabajo para el desarrollo profesional es importante distinguir las jornadas de actualización que tienen por objeto poner al día los programas de los cursos básicos que se imparten, en las que intervinieron 31 funcionarios del Poder Judicial de la Federación -actuarios, secretarios de juzgados, secretarios de tribunales, secretarios de estudio y cuenta- y el resultado que arrojó fue la elaboración de cinco guías didácticas para cada curso básico. Es de señalarse que en la impartición de los cuatro cursos básicos se atendió aproximadamente a 5 mil 125 alumnos, cifra que en relación con 1999 se incrementó 90 por ciento.

Se impartió el curso de inducción vocacional a la función judicial, que está dirigido a pasantes de derecho que laboran en el Poder Judicial de la Federación, que por lo general son oficiales judiciales. A todo ello hay que agregar que a las 16 extensiones del Instituto de la Judicatura Federal en el país se sumaron cinco más de nueva creación, -Durango, Aguascalientes, Querétaro, Chihuahua y Nayarit-, por lo que actualmente se cuenta con 21 extensiones.

En este mismo orden de ideas se señala que durante el periodo que se analiza se implantó un sistema de evaluación que realizan los alumnos a los profesores, para cada uno de los cursos que se imparten.

Entre los aspectos innovadores del renglón de mejora profesional, sobresale el diplomado en derecho constitucional y amparo que se iniciará en enero de 2001, el cual tendrá una duración aproximada de seis meses y contará con reconocimiento de validez oficial por parte de la Secretaría de Educación Publica y, desde luego, destaca también la especialidad en administración de justicia en juzgados de distrito, que se imparte a 60 aspirantes, miembros del Poder Judicial de la Federación, mismo que comenzó el 21 de noviembre y concluirá a finales de mayo de 2001.

Un aspecto que no debe dejar de mencionarse es la transformación del Instituto de la Judicatura Federal en Escuela Judicial. Esto de suyo es relevante, dada la trascendencia que tendrán los cursos que se impartan, pues a partir del 21 de noviembre del año que se cursa, tales estudios estarán avalados por la Secretaría de Educación Pública, pero aún más, este hecho entraña la posibilidad de que el Poder Judicial de la Federación se nutra de los egresados de esta escuela, con los consabidos beneficios que ello implicará, como es una mejor capacitación y especialización.

Como mencionamos al principio, este tema no se agota aquí, en dos semanas continuaremos destacando el trabajo que el Consejo de la Judicatura Federal realizó en el 2000.

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