DOMINGO 17 DE DICIEMBRE DE 2000
Nuevas reglas del club europeo
Los pequeños contra los privilegios de las potencias
Desde su inicio, la cumbre de la Unión
Europea en Niza pareció comenzar con el pie izquierdo. Violentos enfrentamientos se registraron en la inauguración, con cientos de
manifestantes que protestaban contra la globalización económica mundial. Cinco días
después, al finalizar las exhaustivas negociaciones debidas a la negativa de los países pequeños de ceder ante
los planes franceses, los países de la Unión Europea (UE)
llegaron a un acuerdo sobre los lineamientos generales de un nuevo
tratado que permitiría la ampliación del bloque, con el ingreso de 12 países de
Europa del Este.
Esta reunión se produce después de un
año de negociaciones intergubernamentales, que vieron crecer de manera
inesperada conflictos entre los países grandes y
pequeños que pertenecen a la Unión Europea
Paolo DARDANELLI y Susana BERRUECOS*
La Unión Europea de hoy es producto de un proceso de integración entre países occidentales que se ha discutido desde la mitad del siglo pasado. Después de la Segunda Guerra Mundial, los países europeos, física y moralmente destruidos, comenzaron a buscar la manera de integrarse en alguna forma de arquitectura política con la que pudieran coordinar sus relaciones y suavizar sus rivalidades. Entonces destacaron las ideas de los federalistas lidereados por el italiano Altiero Spinelli, quien sostenía que la existencia de Estados soberanos con sus propias estructuras políticas era en sí misma la causa principal de los recurrentes problemas en Europa. Por ello, en 1948 se propuso elegir una asamblea constitucional europea que tuviera como misión principal escribir una constitución para los "Estados Unidos de Europa". No obstante, ese proyecto fue demasiado radical para las elites políticas de la época.
No fue sino hasta 1951 que seis países ųFrancia, Alemania, Italia, Holanda, Bélgica y Luxemburgoų sentaron las bases de lo que hoy constituye la unión, al firmar el Tratado de París, que estableció la Comunidad Europea del Acero y el Carbón (ECSC).1 Esta comunidad, ideada por el francés Jean Monnet, logró conformar una estructura institucional novedosa para evitar guerras entre los países europeos, al colocar los recursos del carbón y el acero bajo la autoridad supranacional, pero dejando al mismo tiempo la soberanía de los países intacta. Fue esta la primera vez que las naciones aceptaron acatar una decisión proveniente de otra autoridad, aunque el acuerdo se limitó a estos dos productos. Otra característica importante en el proceso de la integración inaugurada por la ECSC fue la idea de construir una relación más estrecha en la esfera económica para alcanzar metas políticas, bajo el supuesto de que la integración económica promueve la interdependencia entre los países y fortalece un espíritu de competencia más que de conflicto.
Es así como después de un largo proceso de transformación institucional y expansión territorial, la ECSC original se ha convertido en lo que hoy conocemos como la Unión Europea. El alcance y los poderes de la unión se han expandido y reformado con diferentes tratados, cada uno edificado sobre el previo, incluyendo el Tratado de Maastricht de 1992, y siendo el próximo Tratado de Niza el sexto que se haya firmado desde 1951. Todos estos tratados constituyen lo que algunos analistas llaman la Constitución Europea.
La unión ha expandido sus alcances más allá del carbón y el acero hacia los principales sectores económicos, y más recientemente hacia una política monetaria ųcon la creación de una moneda única, el euroų y un ejército comunes. Actualmente, más de 80% de las regulaciones económicas de la UE son decididas al nivel de unión. Los cambios en el ámbito territorial han sido igualmente dramáticos, con tres "olas" de expansión de miembros, en 1973, 1981-1986, y la de 1995, ampliando la membresía de la unión de los seis países originales a 15.
*La Unión Europea hoy
La Unión Europea emerge como una confederación económica y política de 15 países occidentales, que incluyen desde Alemania hasta el pequeño Luxemburgo. Su peculiar estructura institucional se centra en un triángulo de instituciones conocidas como el Consejo de Ministros, la Comisión Europea y el Parlamento Europeo.
La primera institución está conformada por ministros de los 15 países, que representan los intereses de las naciones. El consejo es el cuerpo que toma las decisiones finales con respecto a nueva legislación, por unanimidad de votos o con base en una mayoría especial, llamada "votación de la mayoría calificada" (QMV, por sus siglas en inglés). Por lo menos dos veces al año, el consejo se reúne, a nivel de primeros ministros, para tomar decisiones en materias de importancia crucial para la unión, tales como los acuerdos para nuevos tratados ųpor ejemplo el que se ha discutido ahoraų, o la aceptación de nuevos miembros. Bajo el sistema de la QMV, los Estados miembros reciben determinado número de votos que reflejan el tamaño de su población, que van de 10 votos para los países más grandes a dos para Luxemburgo. Dado el límite de mayoría y la distribución de los votos por Estado, el sistema de votación de mayoría calificada favorece a los países pequeños y previene a la unión de ser dominada por la "dictadura" de los países grandes.
Por su parte, la Comisión Europea es descrita frecuentemente como el motor de la UE y es simbólicamente la más "europea" de las instituciones de la unión. La comisión está conformada por un colegio de 20 comisionados, nombrados por los gobiernos de las naciones, y de una organización de servicio civil de unas 18 mil personas, asignadas en diversas direcciones generales, que se asemejan a los ministerios de los gobiernos de los países. El presidente de la comisión y los 19 comisionados juran, al aceptar su nombramiento, garantizar absoluta independencia de su país de origen, con el propósito de buscar el interés colectivo de la Unión Europea. La comisión se convierte así en un actor crucial en la estructura institucional de la UE, al tener la responsabilidad exclusiva de iniciar la legislación de políticas para la unión, así como de manejar el presupuesto.
Finalmente, el Parlamento Europeo es elegido por votación directa y está compuesto por 626 miembros, que representan a los ciudadanos de los países de la Unión Europea. El número total de miembros está organizado con una base de asientos correspondiente a cada país, que también favorece a los países pequeños. Este parlamento ha sido históricamente el más débil de las tres instituciones, pero ha ido recibiendo importantes poderes legislativos.
Las reglas legales que gobiernan el funcionamiento de estas tres instituciones, y la relación entre ellas y también con los países miembros, están contenidas en las cláusulas de los tratados, por lo que cuando se requieren reformas se tienen que llevar a cabo negociaciones como las de Niza. El proceso de negociaciones previo a la adopción de un nuevo tratado es conocido como "conferencia intergubernamental", y usualmente dura un año, tiempo en el que las delegaciones de cada país miembro se reúnen regularmente, bajo la presidencia del país que encabeza la presidencia rotatoria, en este caso Francia.
*La Cumbre de Niza
La candente reunión en Niza finalizó con el ciclo de "conferencias intergubernamentales" que se inició en febrero de este año. Entonces, Ƒpor qué es la adopción de un nuevo tratado percibida como necesaria ahora? Esencialmente porque la UE enfrenta el más grande reto en sus 50 años de historia: abrir sus puertas a 12 países de Europa del Este que han solicitado su admisión. La mayoría de estos países estaban bajo el control de la Unión Soviética hasta la caída del Muro de Berlín.
Desde el final de la Guerra Fría y la caída de los regímenes comunistas en el Este, estos países se han mostrado ansiosos por beneficiarse de las oportunidades económicas y políticas ofrecidas por la membresía a la Unión Europea, al igual que sucedió con España, Portugal y Grecia. La siguiente expansión de la UE es radicalmente diferente a las del pasado, debido no sólo al número de países que solicitan su admisión, sino también por la importante brecha que existe entre éstos y los países miembros. La mayoría de los analistas coinciden en que una reforma al funcionamiento de la unión es una condición sine qua non para que ésta pueda expandirse al Este sin estrecharse más allá de romper el equilibrio y convertirse en esclava de la parálisis legislativa y decisoria.
*La agenda del Tratado de Niza
Después de intensas negociaciones, el Tratado de Niza se cristalizó el pasado 11 de diciembre, aunque todavía tiene que ser firmado y formalmente aprobado a principios del año entrante. A partir de entonces, deberán pasar 18 meses para que sea ratificado por el parlamento de cada país. En el contexto de una de las más fuertes discusiones de los últimos años en la UE, vale la pena rescatar los acuerdos más relevantes de la cumbre:
* Un compromiso político de admitir a la siguiente "ola" de nuevos miembros para junio del 2004.
* Una extensión del sistema de votación de mayoría calificada para al menos 23 áreas de política, incluyendo comercio y servicios, regulación financiera y la Corte de Justicia Europea. De último momento se aprobó que la elección de los futuros miembros de la comisión, incluido el presidente, sean también por este principio.
* Se reitera el veto nacional en diversas áreas de crucial importancia, como los impuestos, seguridad social, inmigración y control de fronteras, asilos y visas, educación y salud, así como el presupuesto de ayuda para los países miembros más pobres. Se pierde el veto en 39 áreas.
* En la Comisión Europea, Alemania, Gran Bretaña, Francia, Italia y España pierden un segundo comisionado en el 2005, mientras que cada país miembro gana un comisionado hasta alcanzar un total de 27.
* Se introduce un complejo sistema para reasignar el peso de los votos de los países miembros en el Consejo de Ministros, otorgando mayor poder a las potencias. En el futuro, para aprobar una política se requerirán 258 votos, de un total de 346.2 Para asuntos cruciales, también se deberá tener el respaldo de por lo menos dos tercios de los países miembros. En algunos casos incluso se requerirá de la aprobación de 62% del total de la población europea. Una cláusula crítica permitirá a Alemania, junto con cualquier otro país europeo grande, bloquear las políticas que ellos no aprueben.
* Una política de seguridad y defensa europea que defina el futuro de las relaciones entre la Unión Europea y la OTAN en el campo de la seguridad.
* La adopción de la Carta de Derechos Fundamentales y el proceso para acordar futuras reformas institucionales (vías para simplificar los tratados de la unión) y una posible Constitución a ser discutida en el 2004.
Sin duda alguna el principal problema de esta cumbre fue el sistema de negociación entre las grandes potencias y los países pequeños para acordar la nueva fórmula de distribución del poder en la Unión Europea.3 Así, con el pretexto de que la toma de decisiones del bloque no se vea abrumada cuando se incorporen los países del Este en los próximos años, los líderes de las potencias europeas se concentraron en discutir la modificación de las reglas internas de la UE para asegurarse mayor poder de decisión.
*Conclusiones
La cumbre de Niza presentó por primera vez en la historia de la Unión Europea un serio conflicto entre las naciones pequeñas y las grandes potencias. En el pasado, el conflicto solía ser entre "integracionistas" y "defensores de la soberanía". En esta ocasión el conflicto parece haberse exacerbado por la obsesión de Francia para favorecer los intereses de los países grandes, más que actuar como un "negociador honesto" que la presidencia rotativa le exigía. Como sucedió en 1986 y en 1992, los compromisos parecen no satisfacer a muchos en principio, pero usualmente se permite que el proceso de la integración continúe razonablemente bien. No obstante, persisten dudas legítimas de que éste no sea el caso, debido a que las reformas acordadas no puedan garantizar que la unión trabaje de manera efectiva con los 27 países miembros. Una nueva conferencia intergubernamental y un nuevo tratado podrían ser requeridos en el futuro cercano.
Otra preocupación primordial es que compromisos como los alcanzados en Niza usualmente producen instituciones estructurales demasiado complejas, que hacen que el funcionamiento de la unión sea cada vez menos entendible para los ciudadanos comunes. Con las dudas que ya existen sobre el "déficit democrático" de la Unión Europea, la experiencia de esta cumbre puede convertirse en el problema más serio que haya enfrentado la unión en su historia. La opción federal todavía parece un sueño distante para esta región, pero lo cierto es que el modelo de integración introducido por la ECSC resulta cada vez menos adecuado para gobernar la unión de los 27 países en los próximos años.
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1 Sin duda alguna la base de la ECSC fue el
pacto entre Francia y Alemania, que habían estado en guerra por
lo menos en tres ocasiones entre 1870 y 1940, para enterrar su
rivalidad y empezar a actuar como el corazón de una Europa
construida sobre las bases de la cooperación y la
integración.
2 Del total de 346 votos, Alemania, Francia, Gran Bretaña e Italia tendrían 29; España y Polonia, 27; Rumania, 15; Holanda, 13; Grecia, la República Checa, Bélgica, Hungría y Portugal, 12; Suecia, Bulgaria y Austria, 10; Eslovaquia, Dinamarca, Irlanda y Lituania, 7; Letonia, Eslovenia, Estonia, Chipre y Luxemburgo, 4; y Malta, 3 votos.
3 Los países chicos alzaron su voz contra el plan francés y vetaron la propuesta de establecer la cantidad de votos en la unión según el número de habitantes. Los gobiernos de Suecia, Austria, Finlandia, Bélgica y Grecia apoyaron la reclamación portuguesa de un acuerdo más justo, que no se basara en criterios poblacionales.
* Los autores son candidatos al doctorado en ciencia política en la London School of Economics and Political Science (LSE).