DOMINGO 17 DICIEMBRE DE 2000

Ť Morelia conquistó su primer título, al imponerse 8-7 al Toluca 


¡Ahora sí son Monarcas!

Ť David Comizzo detuvo tres penales, luego de que los rojos empataron 3-3 el marcador global

comizzo-penalty-paroMarlene Santos A., enviada, Toluca, Edo. Méx., 16 de diciembre Ť Angel Comizzo miró fijamente el balón, ignoró el ensordecedor griterío, los insultos y maldiciones que le llovían de todos lados, y en movimiento felino, cabellera al viento, se lanzó a la derecha para contener el disparo inseguro de Adrián García Arias desde el manchón penal.

El estadio Nemesio Diez, apenas iluminado por los últimos rayos de luz natural, enmudeció. Enseguida el zaguero michoacano Ramón Morales, quien sabe anotar y evitar goles, trepó a la gloria. Los silbidos fueron vanos intentos por desconcentrarlo, sacó un tiro perfecto y sentenció la historia: ¡Monarcas campeón!

Una épica batalla con tintes dramáticos y no apta para cardiacos escribieron Toluca y Morelia, cuyos jugadores salieron agotados, arrastrando los pies y padeciendo calambres, al consumir 210 minutos de intenso juego con empate global de 3-3.

Diablos estuvo cerca de la hazaña, al levantarse de un adverso 1-3, y en menos de media hora igualó el global, pero el aspecto físico no fue su fuerte, sufrieron una expulsión y renunciaron al ataque. Monarcas firmó todo a su favor en la suerte de los penales para un 8-7 final que desató la fiesta muy lejos, en Michoacán.

"¡Comizzo, Comizzo, les diste en la ma... Comizzo, Comizzo!", era el canto eufórico de los aficionados michoacanos, que aprovecharon el silencio sepulcral de la mayoría para festejar a su héroe, el polémico portero argentino, quien tras los tres penales atajados se deshizo en festejos ante las dos únicas porras del Morelia, lanzó su playera, lloró y rió loco de felicidad, se trepó en la alambrada como si fuera un hincha más, la sacudió hasta desfogarse y miró al cielo: "Es por ti, viejo", dijo, pensando en su padre fallecido hace dos meses.

Todo era festejo, ebullición en la caldera del diablo que recibió a sus jugadores con el grito trillado, pero vibrante de "¡sí se puede, sí se puede!", "¡duro, duro!" y desde el primer minuto la gente quedó al borde de sus asientos con el disparo a gol de Erick Espinoza, que sólo el oportuno rechazo desde la línea de meta de Ramón Morales evitó.

Morelia era una nulidad, sus jugadores parecían en estado de shock y sólo atinaban a observar a esos Diablos, auténticos demonios de Tasmania corriendo revolucionados a su alrededor. Al minuto 14, Espinoza anotó el 1-0 con un tiro raso que metía a Toluca en la lucha, tras un error de Darío Franco. La Perra brava se despojó de playeras para estallar de nuevo en alegría 11 minutos después, cuando al 25, José Saturnino Cardozo, anotó un golazo. Morales dejó el balón al paraguayo y éste, casi de espaldas a la meta defendida por Comizzo, envió un tiro con gran colocación y fuerza al ángulo superior izquierdo.  Era el 2-0, 3-3 global que marcó el clímax eufórico, la fiesta en pleno, o el comienzo del declive de un diablo que cayó con la frente en alto.

comizzo1A los 31 de acción, Comizzo se disponía a cobrar una falta y hasta ahí se encaminó el árbitro Felipe Ramos, alguien desde la tribuna arrojó un vaso al guardameta, pero hizo blanco en el silbante, quien se fue al suelo, lo atendió el médico de Diablos y tras un par de minutos la acción continuó, aunque el estadio será vetado por ese incidente.

Monarcas quiso reaccionar con más ganas que puntería, pues Pastor Lozano falló un cabezazo, el Tato Noriega y Alex Fernandes siguieron con la brújula perdida, al brasileño le anularon un gol por ayudarse con la mano. Mario Ruiz fue un luchador solitario, tuvo que frenar varios sprints al ver que nadie lo acompañaba. El técnico Tena tardó en sacar a Noriega, pues en cuanto ingresó a Carlos Morales, los ex Ates equilibraron el juego.

Para el segundo tiempo la bujía de Diablos se fue apagando, el técnico Ricardo Ferrero hizo cambios ofensivos con mala suerte, pues Zinha, quien sustituyó a Mané hizo menos que su antecesor y Manuel Martínez tampoco estuvo a la altura de Espinoza, que salió resentido de un lesión. Peor quedaron cuando al minuto 81 fue expulsado el capitán David Rangel.

En dos ocasiones Morelia reclamó penal que Ramos Rizo no concedió: en una fue un pelotazo al estómago de Emilio Hassán, quien dolido tocó el balón con ambas manos. En otra acción, ya en tiempos extra, cuando Omar Blanco quiso rechazar con un lance de palomita y tocó el balón con una mano.

Luego de agotar el tiempo reglamentario, en los tiempos extras los jugadores de Toluca decidieron no hacer caso a las indicaciones de su técnico, quien se desgañitaba inútilmente. Todos se dedicaron a defender y sólo Cardozo se mantenía en punta. Diablos jugó varios minutos con 9 hombres cuando Hassán sufrió calambres y fue atendido fuera de la cancha; enseguida Cardozo se estiró tocando las puntas de los pies, los calambres rondaban y la gente lo alentaba con el grito de "¡Cardozo-Cardozo!"

En el albur de los 5 tiros de penal prevaleció el empate, era para Ripley, la gente sufría y gozaba: "está mejor que la final contra Atlas", murmuraban en las tribunas. Ahí, por Toluca anotaron Víctor Ruiz, Antonio Taboada y Omar Blanco, fallaron Zinha y Cardozo. Por Morelia marcaron Carlos Morales, Almirón y Hugo Chávez; fallaron Lozano y Alex Fernandes. La muerte súbita puso a todos con los nervios de punta. Acertó Manuel Martínez por los choriceros, pero igual anotó Miguel Hernández por la visita. Tras el fallo de García Arias, Ramón Morales definió todo  .