SABADO 16 DE DICIEMBRE DE 2000
Ť El gobierno cubano se mofó del nuevo presidente
Nombrará Bush a Colin Powell como secretario de Estado
Ť Mi sucesor será muy bueno para las relaciones con AL: Clinton
Ť Celebró Gore el fin de su campaña con una impresionante fiesta
Afp, Ap, Dpa y Reuters, Austin, 15 de diciembre Ť El presidente electo, George W. Bush, nombrará este sábado como su secretario de Estado al general retirado Colin Powell, personaje sumamente popular en Estados Unidos por haber encabezado la ofensiva militar estadunidense contra Irak durante la Guerra del Golfo.
Bush se dijo convencido de que el país estará "complacido" por su elección para dicho puesto, aunque rehusó confirmar que éste sería ocupado por Powell.
Fuentes cercanas al gobernador de Texas dijeron que éste sería el único anuncio que haría el presidente electo este sábado, aunque circulaban versiones de que Bush podría anunciar a todo su equipo de gobierno.
Entre las designaciones para el personal de la Casa Blanca figuran el magistrado Al Gonzales, de la Corte Suprema de Texas, como posible consejero presidencial.
Gonzales, quien fungió como asesor legal del gobernador texano durante su primer mandato al frente de esa entidad, ha confiado a compañeros suyos del tribunal que ya aceptó el cargo de asesor.
Medios de comunicación especularon hoy que que Bush podría conservar en su cargo al actual secretario del Tesoro, Lawrence Summers, para complacer a los demócratas tras la decisión de su candidato, Al Gore, de aceptar la decisión de la Suprema Corte y no pedir más recuentos.
Pero analistas señalan que Summers ha criticado enérgicamente la reducción tributaria de mil 300 millones de dólares que fue parte de las promesas electorales de Bush.
Los rumores de que Bush incluiría a demócratas en su gobierno surgieron, en parte, debido a que el presidente electo se reunió hoy con el senador demócrata por el estado de Luisiana, John Breaux, a quien, según algunos periodistas, podría ofrecerle el puesto de secretario de Energía.
Breaux aseguró de inmediato que no pensaba abandonar su puesto de senador, y agregó que él y Bush coincidieron en la necesidad de que demócratas y republicanos "formen coaliciones". Bush afirmó, tras su reunión con Breaux, que el legislador demócrata "desea quedarse en el Senado y trabajar para concretar algo".
En su segundo día como presidente electo, tras 36 días de incertidumbre poselectoral, Bush siguió recibiendo llamadas de felicitación de dignatarios e instituciones de todo el mundo, pero en Cuba los medios de prensa se burlaban del desenlace de los comicios estadunidenses.
En un comunicado oficial del gobierno de Fidel Castro, que se divulgó en todos los medios, el régimen se mofó del "nuevo cacique y jefe supremo del imperio, del que poco esperamos", elegido después de semanas en las que el mundo "se rio al ver en entredicho a la sacrosanta democracia", durante las semanas de caóticos recuentos de votos en Florida.
Por el contrario, el presidente saliente, Bill Clinton, señaló hoy que su sucesor republicano "será muy bueno" para las relaciones entre Estados Unidos y América Latina, y aseguró que tradicionalmente los republicanos de Texas "son menos conservadores que los de California" en lo relacionado con inmigración.
Clinton aseguró que esto contribuirá a que el nuevo gobierno "amplíe las relaciones que hemos establecido con Latinoamérica, incluidos los países más pequeños".
Este viernes trascendió que horas después de reconocer su derrota, el pasado miércoles, Gore celebró el fin del proceso electoral con una impresionante fiesta en su residencia en Washington.
A la fiesta, que se aseguró estuvo "muy animada" y terminó a las tres de la madrugada, asistieron unas 200 personas, entre las que figuraron los roqueros Tom Petty, John Bon Jovi y John Popper, con quien la esposa de Gore, Tipper, tocó la batería.
También estuvieron presentes el realizador de cine Bob Reiner y la supermodelo Naomi Campbell, entre otros.
Los medios, que revelaron hasta hoy esta celebración, comentaron que existe malestar generalizado en Hollywood por el triunfo de Bush, después de ocho años en que estrellas y directores de cine mantuvieron una estrecha relación con el gobierno de Clinton, y después de que numerosos exponentes de la Meca del celuloide apoyaron financieramente la campaña de Gore.
Los actores Helen Hunt, Ben Affleck, Glen Close, Cher, Whoopi Goldberg y Robert de Niro son sólo algunos de los artistas que apoyaron públicamente al vicepresidente demócrata.
El galán Alec Baldwin incluso prometió que se iría a vivir permanentemente a Europa si Bush resultaba ser el nuevo ocupante de la Casa Blanca.