JUEVES 14 DE DICIEMBRE DE 2000
Ť Andrés Manuel López Obrador en su comparecencia ante diputados
Es momento de demostrar con hechos que somos federalistas
Ť Propone integrar los ingresos por alzas en el precio del petróleo al fondo de participaciones
Ť Con excepción del PAN, las otras fracciones apoyan la restitución de recursos a la ciudad
Raúl Llanos Samaniego Ť Al comparecer ante la Cámara de Diputados, el jefe de Gobierno capitalino, Andrés Manuel López Obrador, propuso integrar al fondo de participaciones federales los ingresos que se obtengan por el aumento en el precio del petróleo; también planteó "explorar" diversas acciones que permitan obtener mayores recursos presupuestales para responder a las demandas de todos los mexicanos, tales como revisar el expediente del Fobaproa, combatir a fondo la corrupción y aplicar un plan de austeridad.
López Obrador acudió ayer ante las comisiones de Hacienda, Presupuesto y del Distrito Federal de la Cámara de Diputados, para argumentar el techo de endeudamiento que solicitó para el 2001, de 5 mil millones de pesos, y el dinero que por el ramo 33 deberían otorgársele a la ciudad de México y a las delegaciones políticas. De hecho, en este último punto tanto el PRI como el PRD, PT y PSN manifestaron abiertamente su apoyo a que se le restituyan al Distrito Federal los recursos para el combate a la pobreza, lo que no ocurrió con el PAN.
No obstante, frente a lo limitado del monto para repartir entre las entidades federativas, subrayó: "Específicamente propongo que se aumente 3 puntos porcentuales el fondo general de participaciones en ingresos federales y que se elimine del artículo dos de la Ley de Coordinación Fiscal la leyenda que señala: 'no se incluirá en la recaudación federal participable los derechos adicionales o extraordinarios sobre la extracción del petróleo'.
"Es decir, estoy proponiendo que todas las entidades del país asuman el riesgo en caso de la caída de los precios del petróleo en el mercado internacional, pero que también puedan beneficiarse cuando el comportamiento del precio de este hidrocarburo se comporte a la alza", puntualizó el mandatario local, para quien llegó el momento de demostrar con hechos "que somos federalistas; no puede haber federalismo de pal abra y centralismo en los hechos".
Consideró, ante los diputados del PAN, PRD, PRI, PT y PSN, que esta sería una de las mejores formas para llegar a una participación equitativa y justa de los recursos de la federación; entonces, lo que pedimos en el caso nuestro es lo que por justicia y derecho le corresponde a la ciudad. Ahí también hizo énfasis en que parte de ese dinero se entregará directamente a las delegaciones políticas, con las cuales habrá total respeto, muy al margen de sus banderas políticas.
Durante el evento, realizado en el patio sur del palacio de San Lázaro, un grupo de alcaldes desplegó cartulinas en las que se leía: "no más al DF y a los gobiernos de los estados a costa de los municipios". En su discurso, López Obrador aludió el tema y remarcó que "no se trata de quitar recursos a otras entidades, sino que los fondos participables se amplíen para que no se descobije a nadie", lo que le mereció un aplauso de los alcaldes.
Respecto al nivel de endeudamiento que espera ejercer el próximo año, dijo que es menor, en un ocho por ciento, en términos reales, al de este año, "y no representa riesgos futuros de sobrendeudamiento para las finanzas del gobierno del DF". Aunque tampoco dejó pasar la oportunidad y reclamó el que hasta hace tres años la Federación condonaba la deuda de esta capital, a partir de 1997, cuando se "heredaron" 11 mil millones de pesos, el Poder Ejecutivo no la reconoció y ahora asciende a 30 mil millones de pesos, que sólo de interés implica erogaciones anuales por 5 mil millones de pesos.
Y en la última parte de su intervención, el Ejecutivo local se refirió a la necesidad de buscar fuentes alternativas para tener mayores recursos presupuestales y atender las exigencias de los mexicanos, y citó sólo tres: revisar el Fobaproa, combatir a la corrupción y adoptar un plan de austeridad. En el primer punto, sostuvo que "es inaceptable" que sólo por el pago de intereses se tengan que destinar 40 mil millones de pesos, de ahí que tendrá que abrirse, no con fines persecutorios, sino para que haya justicia.
Del ataque a la corrupción comentó que "hay mucha tela de donde cortar. No es exagerado decir que se podrían obtener, liberar, hasta un 10 por ciento del presupuesto de la Federación (que para el 2001 se plantea de un billón 339 mil 601 millones de pesos), si se va a fondo en el combate a la corrupción".
En cuanto al plan de austeridad, manifestó que podría empezar por reducirse los salarios de los altos funcionarios públicos, y reiteró que no se vale que el presidente de México gane más que el de Estados Unidos y que el secretario de Hacienda tenga percepciones mayores que el secretario del Tesoro de ese mismo país.
Posteriormente vendría la sesión de preguntas y respuestas. Las intervenciones de los diputados federales del PAN, PRD, PRI, PT y PSN fueron, como quien dice, de bajo calibre. Si acaso, cuestionaron los gastos que en publicidad ejerció Rosario Robles; los subejercicios en los que se habría incurrido en los dos años anteriores, sobre todo en las grandes obras de infraestructura de esta ciudad.
Finalmente, a los diputados federales el jefe de gobierno les dejó un mensaje: "les pido su confianza. Haremos un manejo honrado, transparente, del dinero y no habrá desviaciones".
Pido un aplauso para el PRI...
Raúl Llanos Samaniego Ť Ni Oscar Levín ni Florentino Castro se la creían. Ahí, frente a ellos y ante decenas de diputados federales y locales, alcaldes, delegados y reporteros, el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, uno de sus más incisivos antagonistas, pedía un aplauso para el PRI. Y con excepción de los panistas, todos aplaudieron.
Y es que en el contexto de la comparecencia del Ejecutivo local ante las comisiones unidas de Hacienda, Presupuesto y Educación de la Cámara de Diputados, el priísta Florentino Castro pidió la palabra para asegurar que su partido apoyará a la ciudad de México y a las delegaciones políticas para que se le otorguen los recursos del ramo 33.
Atrás dejó López Obrador los adjetivos y epítetos que durante muchos años le ha endilgado al Revolucionario Institucional, y afirmó: "agradezco la postura del PRI hacia el ramo 33, y pido un aplauso, porque es un apoyo abierto y sincero. Aquí se ve que la gente del PRI es gente de palabra" y que va más allá de sus intereses partidistas.
Luego le soltó a los panistas, aquellos que a lo largo de su comparecencia lo estuvieron cuestionando: "les pido que elevemos la mira para que se regresen los fondos a la ciudad, es algo justo. Así como el PRI expresó abiertamente su respaldo, me gustaría que el PAN lo hiciera, que reflexionara. A final de cuentas, qué culpa tiene la gente pobre de la ciudad por las posturas políticas".
Sólo que el PAN no dio su brazo a torcer. Quizá pudo haber sido Luis Pazos, presidente de la Comisión de Presupuesto, quien hubiera dado el primer paso, pues apenas López Obrador terminó su intervención le estrechó la mano y entusiasmado le dijo: "te quiero felicitar por tu programa de austeridad, ojalá se aplique en otros estados...". Pero no. Quizá también se arrepintió luego, cuando López Obrador cuestionó acremente el sueldo del presidente Vicente Fox, ante el centenar de asistentes, entre los que también estaban cinco de los seis jefes delegacionales del PAN.
José Luis Luege, líder del PAN capitalino, sólo observaba. Tampoco quiso hablar mucho, posiblemente sufrió otro revés cuando al llegar al evento se encontró con el diputado del PRD Félix Salgado Macedonio, quien le dijo: "invítame a tus asambleas, yo te apoyo". Y remató el delegado perredista René Arce: "dile a los panistas que si se siguen portando mal les vas a llevar a Macedonio". El panista esbozó una sonrisa nerviosa.