JUEVES 14 DE DICIEMBRE DE 2000

Ť Posible, reducir 60 por ciento la burocracia en México: Caux Round Table


A sobornos, 6% de los gastos empresariales

Ť Nadie podría recibir certificado de no corrupción: Aval Ť El cambio deberá venir del gobierno

David Zúñiga Ť El pago de sobornos equivale a cerca de 6 por ciento de los gastos de las empresas que operan en México; sin embargo, sólo 15 por ciento de las 500 compañías más importantes del país tratan de aplicar y dar seguimiento a sistemas administrativos éticos, reconocieron directivos de Administración por Valores (Aval) y Caux Round Table.

En conferencia de prensa, organizada por el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), Gustavo A. de la Torre, director general de Aval, agregó que si bien México es el primer país en haber definido indicadores para evaluar la administración por valores, sólo unas cuantas empresas los aplican con metodología, y ninguna podría recibir un certificado de "no corrupción".

De la Torre agregó que el concepto de administración por valores ha tenido muy poca penetración en el medio empresarial mexicano, pues existe reticencia a aceptar que las conductas pública, privada y empresarial deben regirse por los mismos principios éticos.

Por su parte, Stephen B. Young, director ejecutivo de Caux Round Table, organización internacional dedicada a promover las prácticas corporativas éticas, señaló que si bien cada vez hay más conciencia sobre los daños sociales y económicos que provoca la corrupción, el soborno se mantiene como un factor que pervierte la competitividad y en algunos países se encuentra tan arraigada que no pagar sobornos puede causar dificultades.

Young reconoció que el cambio de la ética individual no es la solución, y que las iniciativas de organizaciones empresariales y ciudadanas no bastan para lograr un cambio de fondo, que necesariamente debe provenir del gobierno. Al respecto, recordó el caso de Singapur, donde se terminó con una larga "tradición" de ilegalidad mediante una reforma que redujo a la mitad el tamaño del gobierno, aumentó salarios a los burócratas y les impuso una vigilancia muy estricta.

Según Young, la privatización de servicios públicos le permitiría a México reducir 60 por ciento su burocracia; sin embargo, por razones "ideológicas" y por un concepto "equivocado" de justicia social, la mayoría de la gente desconfía de los hombres de negocios y prefiere a los burócratas, aunque la corrupción y los sobornos impliquen un costo adicional. El directivo negó que los principios de la administración por valores sean parte de un nuevo colonialismo que Estados Unidos trata de imponer.

Interrogado sobre los resquemores que ha suscitado el hecho de que el presidente Vicente Fox haya incorporado ejecutivos de empresas a su gabinete, aseguró que los empresarios pueden aportar al gobierno pragmatismo, competitividad y eficiencia; sin embargo, también existe el riesgo de que su inexperiencia política les cause frustraciones, al descubrir que los resultados en la administración pública no siempre son los previstos ni se logran tan rápido como en una empresa.

En cuanto al riesgo de que puedan surgir pugnas de intereses económicos por el origen gerencial de los funcionarios, Young dijo que las privatizaciones y la participación de empresarios en el gobierno funcionan, pero la clave está en la competencia y en vigilar muy de cerca los nexos entre administración pública y compañías.

Por su parte, el presidente del IMEF enumeró algunas de las características de una administración: transparencia en las licitaciones, privatizaciones y venta de activos de entidades intervenidas (por ejemplo, los pasivos del IPAB), garantizar que el gobierno busque a "los mejores socios" para las desincorporaciones; desregulación y reglas claras para eliminar trabas burocráticas y cotos de discrecionalidad, y simplificación administrativa.