Continuar el proceso de paz en el Ulster, pide Clinton
Afp, Reuters, Ap y Dpa, Dublín, 12 de diciembre Ť El presidente estadunidense, Bill Clinton, llamó hoy a católicos y protestantes a continuar el proceso de paz en Irlanda del Norte porque, advirtió, "la marcha atrás no es una opción", al comenzar en esta ciudad una visita de tres días que lo llevará a Irlanda del Norte y Gran Bretaña, en lo que es considerado como su último viaje al extranjero antes de que termine su mandato el próximo 20 de enero.
La llegada de Clinton levantó expectativas sobre la posibilidad de que logre destrabar el proceso de paz en el Ulster, entrampado desde hace unos meses por las diferencias entre republicanos y unionistas en cuestiones como el desarme de las milicias paramilitares, la presencia militar británica y la reforma de la policía local, integrada en su mayoría por protestantes, previstas en el acuerdo de paz firmado en 1998.
Antes de entrevistarse con el primer ministro irlandés, Berti Ahern, Clinton declaró que los dirigentes de Irlanda del Norte "simplemente tienen que encontrar una manera de resolver los tres o cuatro temas (pendientes) y creo que puede lograrse. Yo haré lo que pueda", y sentenció que "es necesario seguir adelante porque dar marcha atrás no es una opción".
El mandatario pidió "a quienes no están involucrados en el proceso de paz" que participen en él "en lugar de intentar hacerlo fracasar", y no descartó la posibilidad de actuar como mediador una vez que abandone el poder aunque "seguramente el nuevo mandatario querrá un nuevo equipo y le daré mi apoyo... Si puedo ser útil, naturalmente lo haré, pero ello está absolutamente en manos del próximo presidente".
Ahern, a su vez, advirtió sobre un exceso de optimismo aunque confió en que la visita presidencial servirá para hacer avanzar las negociaciones en el Ulster, y dijo que "esperar que todos los problemas se resolverán de golpe no es realista, pero puede ayudar a las partes a concentrarse en las dificultades y los medios para reducirlas".
Previo a su viaje, Clinton manifestó el lunes su confianza en que protestantes y católicos encontrarán una salida a cuestiones sobre la reforma policial y el desarme de las fuerzas policiales, temas que calificó como "demonios rezagados del pasado".
Por la noche, Clinton viajó a Dundalk, en la frontera con Irlanda del Norte, donde fue ovacionado por cientos de personas, región considerada como bastión del ERI auténtico, un grupo escindido del Ejército Republicano Irlandés.
El miércoles Clinton, quien viaja acompañado por su esposa Hillary Rodham y su hija Chelsea, se reunirá en Belfast con el primer ministro británico, Tony Blair, y el primer ministro norirlandés, el unionista David Trimble, y concluirá su viaje el jueves con una reunión con la reina Isabel II.