MIERCOLES 13 DE DICIEMBRE DE 2000

Ť Hubo ingresos extras por 68 mmdp: Carstens


Zedillo sólo dejó 10 mmdp en el fondo de estabilización petrolera

Ť El subsecretario de Hacienda dice que ese dinero se usó para reponer algunos renglones recortados durante este año

Roberto González Amador y David Aponte Ť El gobierno federal obtuvo este año ingresos extraordinarios por 68 mil millones de pesos, derivados de una mayor recaudación de impuestos y del incremento en el precio de exportación del petróleo. Sin embargo, la administración zedillista sólo dejó 10 mil millones en el fondo de estabilización petrolera, informó ayer Agustín Carstens, subsecretario de Hacienda.

Durante una reunión con las comisiones unidas de Programación y Cuenta Pública y Hacienda de la Cámara de Diputados, explicó que los ingresos extraordinarios fueron empleados para reponer algunos renglones del gasto público, recortados en el presupuesto de 2000 por la anterior Legislatura, y liquidar deuda pública, como lo dispone el decreto aprobado en diciembre de 1999.

El funcionario desglosó el gasto de los recursos: 15 mil millones de pesos fueron canalizados a participaciones de estados y municipios; 10 mil millones al fondo de estabilización petrolera; 6 mil 500 millones para amortizar deuda pública y financiar los programas de apoyo a deudores; 28 mil millones a la ampliación del gasto programable, y el resto a financiar inversiones en Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal de Electricidad.

De los recursos adicionales que obtuvo el sector público en el 2000, la parte correspondiente a ingresos petroleros tuvo su origen en que para la elaboración del presupuesto fue calculado un precio de 16 dólares por barril y a lo largo del año llegó hasta 28 dólares. Hasta ahora, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público no ha dado a conocer las reglas para el manejo del fondo petrolero, creado con la intención de estabilizar las finanzas gubernamentales ante una eventual caída en las cotizaciones del crudo.

Los tres subsecretarios de Hacienda, Carstens; Carlos Hurtado, de Egresos, y Rubén Aguirre, de Ingresos, comparecieron por tres horas ante los integrantes de las comisiones legislativas. Los diputados hicieron ayer las mismas preguntas y los mismos cuestionamientos formulados en una reunión celebrada el fin de semana en la ciudad de Cuernavaca.

Los legisladores de PRI y PRD insistieron en que el proyecto de presupuesto no cumple con las promesas de campaña de Vicente Fox y obedece a un programa neoliberal.

La perredista Miroslava García hizo la broma de que el Presidente de la República prometió muchos programas, y cerró con el dicho de que "prometer no empobrece", pero en este caso sí empobrece porque el paquete económico del nuevo gobierno es muy pobre.

Tan somnolienta fue la reunión que el presidente de la Comisión de Hacienda, el priísta Oscar Levín, llamó en dos ocasiones diputado al subsecretario Carstens.

En contraparte, los panistas interrogaron a modo a los subsecretarios. Incluso, les pidieron que hicieran operaciones aritméticas, como calcular cuánto dejaría de percibir la nación por la reducción de un dólar en el precio estimado del barril de petróleo o los intereses que ahorraría el país por convertir en deuda pública los pasivos del IPAB.

Carstens dijo que la variación de un dólar en precio del barril costaría 6 mil 700 millones de pesos, mientras la conversión en deuda pública de los pasivos del IPAB representarían un ahorro de cinco mil millones de pesos en el primer año.

El subsecretario de Egresos, quien dijo no ser un "neoliberal" ni "tecnócrata", a pesar de que fue el principal asesor económico del ex presidente Ernesto Zedillo, ofreció a la panista Arcelia Arredondo que en adelante habrá un mayor control y supervisión de los recursos destinados a los programas de combate a la pobreza.

Informó que el próximo año serán incorporadas al Programa de Educación, Salud y Alimentación (Progresa) 750 mil familias adicionales a las dos millones que ya atiende. Por primera vez, este plan atenderá a familias en extrema pobreza del medio urbano.

Los diputados requirieron a los subsecretarios información que ya está contenida en la iniciativa de Ley de Ingresos, como el monto que el gobierno federal espera captar por privatizaciones en el 2001. Los funcionarios recordaron que serán captados por este concepto 23 mil 550 millones de pesos, producto de la venta de la participación estatal en la Aseguradora Hidalgo, aeropuertos y lo que queda de ferrocarriles.

El perredista Tomás Torres insistió en la necesidad de reincorporar el fondo de participaciones estatales, que en el año en curso tuvo un presupuesto de 6 mil 800 millones de pesos. Aguirre reiteró que ese proyecto sólo tenía vigencia de un año.

Y sugirió que los estados ejerzan facultades recaudatorias, con diversos impuestos, como autos usados, nóminas, al consumo y de hospedaje.