LUNES 11 DE DICIEMBRE DE 2000
Ť Su meta, luchar por derechos de sus connacionales
Lanza mexicano candidatura a concejal en San Diego
Ť Christian Ramírez tiene 24 años y radica en EU desde 1986
Roberto Bardini, corresponsal, San Diego, 10 de diciembre Ť Un joven mexicano nacido en Tijuana y nacionalizado estadunidense lanzó hoy su candidatura a concejal en San Diego, en medio de una jornada de ayuno en la línea fronteriza, en conmemoración del Día Internacional de los Derechos Humanos.
Christian Ramírez, un historiador y antropólogo de 24 años de edad, se instaló el viernes pasado en una tienda de campaña a un costado de las rejas metálicas de la línera divisoria, en protesta contra la operación Guardián, un duro dispositivo de seguridad instaurado por Estados Unidos en 1994 y que ha cobrado alrededor de 600 víctimas.
Ramírez es portavoz de la Coalición Pro Derechos de la Raza, creada en 1981, y uno de los dirigentes de la Unión de Barrio, establecida en Logan Heights, una colonia al sur de San Diego que concentra una gran cantidad de habitantes de origen mexicano.
Acompañado por otros cinco jóvenes -tres varones y dos muchachas- que durante 48 horas sólo bebieron agua, Ramírez dijo a La Jornada que la coalición decidió proponer su candidatura para las elecciones de marzo de 2001 porque "es la única forma de lanzar propuestas a nivel masivo, llegar a más gente y lograr prestigio ante la comunidad".
El aspirante a concejal por el octavo distrito presentó un programa de 28 puntos, denominado Campaña por justicia social y Democracia, que incluye el control comunitario de la policía, duras penas a los causantes de ataques racistas y la instauración de una zona de "cero tolerancia" para la Patrulla Fronteriza y el Servicio de Inmigración y Naturalización (SIN).
El plan propone, asimismo, la construcción de albergues permanentes para los sin techo, educación de calidad en las escuelas y becas para jóvenes de bajos recursos que deseen ingresar a la universidad.
Las elecciones del año próximo se efectuarán para cubrir únicamente el puesto de concejal. El octavo distrito abarca desde San Ysidro, en el límite con Tijuana, hasta Golden Hill, al sureste de San Diego, y 40 por ciento de sus pobladores son de ascendencia mexicana.
La historia personal de Christian Ramírez registra su entrada a Estados Unidos como indocumentado a los diez años de edad, la obtención de dos títulos universitarios en seis años y su actual participación con altas calificaciones en una maestría en Estudios Latinoamericanos.
En 1986, cuando estaba en cuarto grado, le diagnosticaron cáncer y sus padres decidieron llevarlo ilegalmente a Estados Unidos para que recibiera asistencia médica. El niño se vio obligado a abandonar la escuela y durante un año y medio recibió un tratamiento intensivo.
"Hasta entonces, mis padres habían tenido en Tijuana un estilo de vida de clase media", recuerda Ramírez. "Papá trabajaba en el Seguro Social y mamá era secretaria en una compañía financiera, pero aquí sufrieron un cambio dramático: él tuvo que lavar carros y ella se dedicó a planchar ropa".
Mientras estuvo internado en el hospital, Christian leía mucho porque era "lo único que podía hacer". Su padre, que participó en el movimiento estudiantil de 1968, lo visitaba todos los días y le llevaba libros.
"Las caricaturas de Rius y la discriminación que sufríamos fueron mi primera educación política", dice a La Jornada el hoy candidato a concejal.
Ramírez obtuvo su residencia en 1988. En la secundaria y la preparatoria fue un líder del Movimiento Chicano de Aztlán.
En 1994 se graduó en la high school e ingresó a la universidad. "Esa etapa coincidió con el alzamiento zapatista en Chiapas y la relección del gobernador republicano Pete Wilson, un conservador y racista de triste recuerdo, y para mí significó el ingreso a la política", explica.
En noviembre de ese año, Ramírez se unió a la Coalición Pro Derechos de la Raza. "Las autoridades comenzaron a ponerme trabas en la universidad, me intervinieron el teléfono, fui detenido por la Patrulla Fronteriza y maltratado... pero lo único que lograron fue fortalecer mi decisión de trabajar para cambiar las cosas".
Ramírez estima que la elección la ganará Rafael Insunza, candidato designado por Juan Vargas, el concejal demócrata que dejó vacante su puesto al ser elegido como diputado.