LUNES 11 DE DICIEMBRE DE 2000

Ť Esperanzas frustradas, si no se ataca correctamente la pobreza, señala


Rivera Carrera declina abogar por su amigo Espinosa

Carolina Gómez Mena Ť Pese a admitir que el ex regente capitalino Oscar Espinosa Villarreal "es mi amigo", el cardenal Norberto Rivera Carrera declinó defender la inocencia del ex funcionario, a quien se le acusa de cometer el delito de peculado.

En entrevista concedida al término de la misa dominical en la Catedral Metropolitana, el arzobispo primado de México, tras indicar que no le corresponde opinar si Espinosa Villarreal es o no culpable, confió en que las autoridades mexicana tienen los medios y la disposición para que si el ex servidor público es extraditado a México, se le juzgue con estricto apego a la ley, a fin de que "se haga justicia tanto con las personas como con la ciudad".

También dio a entender que no deben adelantarse juicios sobre la posible actuación indebida del ex secretario de Turismo, pues mientras no se compruebe el delito "toda persona es inocente", incluidos los políticos, subrayó.

Durante su homilía, en la que exaltó la urgencia de que en el país se corrijan lo que denominó "caminos torcidos", precisó que los pecados y las faltas, sean éstas de cualquier índole, no son ni serán privativas de los gobiernos o sus políticos, y aprovechó para incluir entre los pecadores a los reporteros. "Todos tenemos defectos o algo que corregir en nuestras vidas, también los reporteros", comentó.

En torno a si la política económica del presidente Vicente Fox se apega al pensamiento y a la caridad cristianas, el máximo jerarca de la Iglesia católica nacional eludió la respuesta directa y sólo comentó que son los economistas los encargados de analizar si las estrategias financieras son eficaces y benéficas para la mayor parte de la población.

Agregó que la Iglesia católica mexicana espera que los programas económicos de Vicente Fox sirvan para disminuir la pobreza, de no ser así -dijo- las esperanzas se verán frustradas. Durante su mensaje pastoral expresado al celebrar la eucaristía (en la que ordenó a cuatro nuevos diáconos que colaborarán en la arquidiócesis), el prelado instó a los feligreses a "enderezar caminos", tanto a nivel personal como social, y advirtió que de no cambiar actitudes como la soberbia, el orgullo, la arrogancia, el desaliento y el derrotismo, la ya cercana Navidad "pasará con pena y sin gloria".

En el segundo domingo de adviento previo al nacimiento de Jesús, sostuvo que la manera en la que se superan las actitudes negativas de la población se basan en "el cambio de corazón, costumbres y estructuras que hagan entre nosotros más real la filiación divina".

Por otra parte, en el editorial del órgano informativo del arzobispado de México, Nuevo Criterio, se establece que con el hecho de que Vicente Fox haga pública su fe católica se terminó en México con "la era de la doble vida, de la simulación, de los respetos humanos que impedían a cada cual ser auténtico y de una sola pieza".

También se menciona que se acabó la época en que los gobernantes, en su afán por hacer patente la no religiosidad de sus gobiernos, interpretaban este laicismo como un "verdadero ateísmo impuesto por el Estado". Se subraya que la neutralidad deseable en un Estado no lo es para las personas.

En tanto, el cardenal Francis E. George, arzobispo de Chicago, informó en conferencia de prensa que como parte de la peregrinación que más de 200 integrantes de su arquidiócesis realizarán este 12 de diciembre a la Basílica de Guadalupe, se establecerán convenios entre el arzobispado de México y el de Chicago.

El principal acuerdo consistirá en desarrollar mecanismos conjuntos con el objeto de proteger a los migrantes mexicanos que trabajan en la ciudad estadunidense.

John Manz, obispo auxiliar del arzobispado de Chicago, comentó que el intercambio también tiene como finalidad fortalecer la cooperación pastoral.

En torno al convenio de apoyo a migrantes, el integrante de la Comisión sobre Migrantes y Refugiados de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos anunció que a más tardar en mayo del 2001 jerarcas de ambas arquidiócesis se reunirán en Chicago para analizar nuevas estrategias de protección a los migrantes.

El cardenal Francis E. George admitió que en su país la situación de los trabajadores mexicanos es "muy difícil", porque la ley de migración (en EU) suele ser injusta.

El prelado estadunidense también abordó temas como la legalización de las drogas y el aborto. Al respecto comentó que pese a que la Iglesia católica siempre ha considerado la interrupción del embarazo como un atentado al derecho fundamental a la vida, en su nación este criterio no es del todo aceptado, porque la decisión de abortar se ha convertido en un derecho de las mujeres.

En relación a los enervantes, el religioso expresó que pronto pudieran legalizarse el consumo de ciertos estupefacientes en aquel país.