LUNES 11 DE DICIEMBRE DE 2000

Ť Plantea un desarrollo con equidad los próximos años


Convoca el consejo perredista a un acuerdo para la transición

Ť Del 24 al 28 de abril de 2001 realizará su Congreso Nacional

Ť Ningún compromiso por la designación de Pascoe, señala

José Gil Olmos Ť El Consejo Nacional del PRD convocó al gobierno de Vicente Fox Quesada y a todos los partidos, incluyendo al PRI y al PAN, así como a las fuerzas productivas, a los trabajadores y al movimiento social a un acuerdo nacional para la transición democrática y el desarrollo con equidad en los próximos años.

Al concluir el cuarto pleno de la máxima autoridad del Partido de la Revolución Democrática, por mayoría se votó a favor de un resolutivo en el cual se reconoce que, ante la nueva situación que vive el país después del 2 de julio, es necesario establecer las condiciones para una transición democrática con contenido social.

Los perredistas, después de acordar que del 24 al 28 de abril del año próximo habrán de realizar su sexto Congreso Nacional para reformar su partido, en el llamado al acuerdo político reconocieron la necesidad de diseñar un nuevo régimen que sustituya al que dominó durante 71 años, como fue el del PRI.

En la misma sesión del Consejo Nacional se votó a favor de un resolutivo respecto a la invitación que hizo el gobierno foxista a Ricardo Pascoe Pierce, para ser el nuevo embajador mexicano en Cuba. El PRD consideró que con esta invitación ''no está involucrado o comprometido en ningún sentido al respecto''. Sin embargo, desde el sábado pasado se discutió entre algunos perredistas la inconveniencia de que el ex delegado en Benito Juárez haya aceptado la invitación de Vicente Fox, por considerar que con ello su partido se vería de alguna manera involucrado en una situación de cogobierno.

Durante la larga discusión de más de ocho horas que sostuvieron los delegados del PRD, Amalia García Medina declaró a la prensa que no está dispuesta a renunciar a la directiva nacional, sino encabezar la reforma a la cual está sujeta luego de las elecciones del 2 de julio. Fue la política zacatecana quien incluso presentó la iniciativa de establecer un acuerdo o una gran alianza entre todos los partidos y el gobierno de Fox, para garantizar una verdadera transición democrática en el país.

Según el acuerdo aprobado por unanimidad, los resultados de las pasadas elecciones federales significaron ''un vuelco histórico en la vida del país, al comenzar el desmantelamiento del viejo régimen autoritario y establecerse una nueva correlación entre las fuerzas políticas que obliga al diálogo y a la búsqueda de acuerdos''.

No obstante, también se reconoce que el gobierno que encabeza Vicente Fox es de derecha, ''con evidentes signos de conservadurismo'', pero al mismo tiempo tiene acciones ''positivas'', como el envío de la iniciativa de la Comisión de Concordia y Pacificación (Cocopa) al Congreso de la Unión para resolver el conflicto en el estado de Chiapas.

El PRD reconoce que ante esta nueva situación ''compleja y en muchos sentidos contradictoria'', se encuentra ante la disyuntiva de que la alternancia política no profundice en el desmantelamiento de las estructuras que dejó el sistema priísta, sino que al contrario pueda haber una evolución que las restaure. Por ello, establecen la necesidad de crear las condiciones para que la transición democrática sea de manera profunda y con contenido social.

Al definir su papel en el Congreso de la Unión, este instituto político reconoce que debe estar inclinado para que la plena transformación democrática se concretice utilizando todos los procedimientos políticos y legales a su alcance.

Cinco principios

El acuerdo político propuesto por el PRD contiene cinco puntos: en primer lugar, que la reforma democrática del Estado garantice ''la democratización plena de todo el sistema político nacional''; promover en leyes y códigos penales y civiles el respeto y ampliación a los derechos individuales, de creación, expresión, religión y de preferencia sexual.

Asimismo, establecer una política claramente comprometida con la equidad y la justicia social que se exprese en políticas públicas generales; la aplicación de medidas claras e inmediatas para concluir el desmantelamiento del régimen corporativo y clientelar; una política exterior de Estado que recupere la iniciativa de una nación soberana e independiente. Y finalmente, que a la ciudad de México se le incorpore en la distribución del presupuesto en el ramo 33, fondos tercero y cuarto, que incluyen recursos para el combate a la pobreza.

En el pronunciamiento político, el PRD advierte que el Congreso federal es el espacio para llegar a un verdadero acuerdo nacional, y que dicho acuerdo no significa que los partidos deban renunciar a sus plataformas, sino compatibilizarlos a las exigencias del cambio democrático.

En resumen, el PRD lanzó una iniciativa para ''una gran alianza que impulse las banderas de justicia social, democracia plena, defensa de la soberanía nacional, permanencia del Estado laico y respeto a los derechos civiles y humanos de todos los mexicanos''.

Por otro lado, los delegados del Consejo Nacional del PRD advirtieron sobre la posibilidad de recaudar mayores fondos públicos, sin llegar a la propuesta de Fox de gravar las medicinas y alimentos. De acuerdo con su análisis, estos fondos podrían incrementar 100 mil millones de pesos al ingreso público, adicional al presupuestado por el gobierno federal, gravando las utilidades reales, eliminando privilegios fiscales a favor de los grandes transportistas, agroindustria y otras actividades encubiertas por beneficios fiscales pensados para pequeños contribuyentes; así como considerar una estimación más adecuada del precio del barril petrolero, situándolo en 20 dólares en promedio.

Sexto congreso

Respecto del sexto congreso nacional, que se llevará a cabo en abril de 2001 en la ciudad de Zacatecas, los delegados acordaron que tendrá como objetivos fundamentales adecuar el programa a la nueva situación política nacional; realizar una redefinición programática y estructural que le otorgue cohesión y consistencia; incorporar a ciudadanos y organizaciones a la estructura; establecer las nuevas propuestas en materia económica y social, privilegiando a los excluidos y haciendo frente al proceso de globalización.

Invitación a priístas

En este sentido, desde el inicio del Consejo la presidenta nacional del PRD, Amalia García Medina, señaló que existen dos posibilidades para enfrentar el crecimiento del PAN como partido hegemónico: integrar en las cámaras del Congreso un solo frente con otros partidos para encontrar un ''justo peso electoral'', y también buscar que se incluya en las normas electorales la segunda vuelta; o también formar una coalición de izquierda e incluso un nuevo partido, que podría estar integrado por el PRD, los progresistas del PRI, Democracia Social, Convergencia Democrática y la gran mayoría de las pequeñas organizaciones que se reconozcan en el campo de la izquierda, así como personalidades del movimiento social y civil.

Según Amalia García, los militantes del PRI que coincidan con el proyecto de izquierda, y que no hayan cometido ''atentados contra la transición a la democracia, contra los derechos humanos y contra el patrimonio de la nación, deben seguir siendo bienvenidos''.

Sin embargo, las propuestas que hizo la dirigente nacional habrán de discutirse hasta el mes de abril, cuando se efectúe el sexto Congreso Nacional perredista, al cual asistirán mil 726 delegados y delegadas que sean elegidos en las asambleas municipales y estatales de todo el país.