DOMINGO 10 DE DICIEMBRE DE 2000
Ť "Leer para ser felices; saber, no creer", es su lema y consigna de guerra
Organizan legión de menores amantes de las letras
Angel Vargas Ť "Leer para ser felices; saber, no creer" es no sólo el lema sino la consigna de guerra de la Legión de las Hormigas, el primer club de lectura infantil de la ciudad de México.
Ajeno a instituciones públicas o privadas, se trata de un proyecto gestado en el seno de la sociedad civil y su propósito es "animar a la lectura infantil y juvenil para procurar un mundo igualitario y libre".
Concebido por el profesor Juan Sánchez Enríquez, el club concentra en la actualidad a un grupo de poco más de medio centenar de infantes y jóvenes de entre dos y 18 años, y tiene como zona de influencia el norte de la capital de la República. Su sede es la biblioteca pública Estado de México, ubicada en calle 19 esquina con 22, sin número, colonia Pro-hogar, en la delegación Azcapotzalco.
Y a pesar de que opera desde hace casi dos años, será hasta este domingo cuando la Legión de las Hormigas realice su acto de constitución formal y haga pública su proclama.
La ceremonia está programada a las 10 horas, en el Foro Cultural Azcapotzalco (avenida Cuitláhuac y calle Pino, en el centro de esa demarcación), y en ella habrá música, cuentacuentos, teatro guiñol y libros, entre otras actividades.
Tres fueron los factores que dieron vida a este club de lectura, en marzo de 1999. Explica Sánchez Enríquez:
"Primero: las cifras tan alarmantes y vergonzosas que proporciona el INEGI respecto al promedio anual de lectura del mexicano de medio libro, en tanto que el de un obrero cubano es de siete; segundo: la falta de centros culturales y educativos, fuera de las escuelas oficiales y privadas, en esta área de la ciudad, y último: un compromiso personal y de algunos padres de familia con la literatura."
Lograr las dimensiones y el número de legionarios hormiga que se tienen a la fecha ha sido un proceso paulatino y laborioso. Cuenta el mentor que la fórmula aplicada para convocar es la misma que se utiliza para integrar un equipo de futbol: infundir en los menores el interés, el gusto y la diversión por los libros.
Con base en juegos, cuentacuentos, visitas a zonas arqueológicas y otros lugares de atractivo, se ha logrado no sólo atrapar la atención de los niños, sino vencer la apatía que tienen hacia la literatura.
La metodología de trabajo se basa en prácticas ancestrales: "Por medio de procesos sensitivos logramos hacer que los niños alcancen cierto nivel de concentración. Nos valemos del teatro antropocósmico, de Agustín Núñez.
"La idea es que para que exista un buen acto, una persona de bien, debe haber procesos de búsqueda y encuentro interior. Mediante prácticas tibetanas y olmecas se desarrollan ejercicios para sacar la carga negativa y el estrés. Se provoca un estado de reposo y reflexión, de relajamiento y meditación. Cuando uno vuelve a la realidad está más fresco y despejado, listo para enfrentar a los libros."
La experiencia le ha demostrado a Sánchez Enríquez que las lecturas que más atraen a los pequeños no son, en primer lugar, las de fantasía o ficción, sino aquellas que les hablan de su vida cotidiana o de cómo resolver sus problemas. Por ello, programa libros de cuento acordes a esa necesidad, sin dar por descontado recurrir a los clásicos en algunas ocasiones.
La decisión de constituir formalmente el club de lectura y de hacer pública la Proclama de la Legión de las Hormigas para animar a la lectura infantil y juvenil no tiene otra razón, subraya, que convocar a la sociedad para que este proyecto se extienda como una red en la ciudad de México y en otras partes del país.
(Los menores que deseen integrarse a la Legión de las Hormigas pueden pedir informes en el teléfono 5719 0760, con Juan Sánchez Enríquez. Las sesiones son los martes y su duración fluctúa entre dos y tres horas).