DOMINGO 10 DE DICIEMBRE DE 2000

Ť Acuerdo de principios para la Comisión Europea


Divide a la UE el reparto de votos en el consejo de ministros

Dpa, Afp, Reuters y Ap, Niza, 9 de diciembre Ť Los países de la Unión Europea (UE) llegaron hoy a un acuerdo "de principios" sobre la nueva composición de la Comisión Europea, aunque no hay avances en las negociaciones sobre el reparto de votos en el consejo de ministros ni sobre cuáles serán los temas que deben ser aprobados por unanimidad o mayoría calificada, de cara a la ampliación del bloque con el ingreso de 12 países del este europeo.

La sesión fue suspendida después de 13 horas de negociaciones y se reanudará este domingo, informó Dpa, y no se descartó la posibilidad de que la conferencia cumbre, que comenzó el jueves y debía concluir hoy, se prolongue hasta el lunes.

El canciller francés, Hubert Vedrine, declaró en conferencia de prensa que los jefes de Estado y de gobierno de los 15 están avanzando "laboriosamente" sobre las reformas institucionales y "lo importante es que progresamos".

Reconoció que el acuerdo para llegar a la esperada declaración o proyecto del Tratado de Niza "todavía no ha cristalizado", pero "existe voluntad" para lograrlo, posiblemente para la tarde de este domingo.

Por la mañana Francia, que ostenta la presidencia rotativa de la UE, presentó una propuesta sobre la reforma estructural del bloque europeo que no fue bien recibida por las delegaciones asistentes a la cumbre.

París propuso que "a partir de 2010", cuando la UE cuente con 27 miembros la Comisión Europea tendrá 20 comisarios, como ahora, pero "en turno rotativo igualitario", y los países grandes del bloque (Alemania, Francia, Gran Bretaña e Italia) tendrían igual número de votos en el consejo de ministros al pasar de 10 a 30 sufragios y España tendría 28 en lugar de ocho, mientras que los llamados "países pequeños" contarían con al menos tres votos.

El número de votos está relacionado con la reforma al sistema de votación. En la primera propuesta francesa algunos temas serían aprobados por mayoría calificada (231 de 321 votos), y se reduciría la cantidad que deben ser aprobados por unanimidad.

Descontento de países pequeños

El canciller portugués, Jaime Gama, criticó la propuesta y argumentó contra la "excesiva reponderación (de los votos) en favor de los países más grandes", y pidió que se hicieran modificaciones para un "reajuste de votos en favor de los más pequeños".

Holanda también manifestó su descontento ya que en ese sistema tendría el mismo número de votos que Bélgica, pese a que los holandeses son 15 millones y los belgas 10 millones, y rechazó que Polonia, país candidato a integrarse a la UE, tenga desde su ingreso 16 votos más que Amsterdam.

Asimismo, Alemania presionará para que Polonia y España, con poblaciones similares, tengan igual número de votos.

Además, los "pequeños" de la UE piden tener un comisario por nación, lo que es apoyado por Berlín, y no una comisión reducida. Sólo Madrid calificó como "satisfactorio" este primer plan.

Ante el rechazo generalizado, París presentó por la tarde una segunda propuesta en la que plantea dejar para después la cuestión del número de votos en el consejo de ministros, para centrarse en la cantidad de miembros de la Comisión Europea y reducir el número de decisiones que se toma- rían por mayoría calificada.

Asimismo, planteó reforzar los poderes del presidente de la Comisión Europea y le otorga la facultad de pedir la dimisión de comisarios y nombrar a vicepresidentes.

Sobre los integrantes de la Comisión Europea, la propuesta señala que cada uno de los países miembros, incluidos los nuevos, tendrá un comisario a partir del 2005, y no prevé fechas para establecer el número final de comisarios.

El documento reza: "En el momento en que la unión cuente con 27 estados miembros se tomará una decisión para fijar el número definitivo de los miembros de la comisión que en todo caso deberá ser inferior a 27, con una rotación igualitaria".

Francia contempló el deseo alemán de decidir por mayoría sobre política de asilo e inmigración sólo cuando la UE tenga una legislación al respecto, y se excluye al menos un tema de política social, que no fue precisado, para responder la demanda de Gran Bretaña y España.