SABADO 9 DE DICIEMBRE DE 2000

Ť Fox y Cárdenas, presentes en la toma de protesta del nuevo gobernador


Llamó Salazar Mendiguchía a la reconciliación entre chiapanecos

Ť Instó a honrar la palabra empeñada en los acuerdos de San Andrés Ť Impulsará la liberación de zapatistas presos Ť Auditoría a recursos federales que se destinaron a la entidad, exige

Andrea Becerril, enviada, y Juan Balboa, corresponsal, Tuxtla Gutiérrez, Chis., 8 de diciembre Ť Al asumir la gubernatura, Pablo Salazar Mendiguchía llamó a la reconciliación entre los chiapanecos, a una tregua que deje atrás enfrenta- mientos y baños de sangre, y advirtió que la estrategia errónea de los anteriores gobiernos -al no honrar la palabra empeñada en San Andrés y tratar "tontamente" de minar al EZLN, armando a comunidades contrarias y propiciando el "vandalismo antizapatista"- ha agravado la situación y mantiene al estado "al filo de la navaja".

En presencia de Vicente Fox y ante miles de chiapanecos e invitados especiales que llenaron el Polifórum Mesoamericano, declarado por el Congreso local como recinto legislativo, Salazar rindió protesta y adquirió el compromiso de hacer cuanto esté en sus manos para contribuir a la solución definitiva del conflicto armado.

Para acompañar sus palabras con hechos, anunció que comenzará el proceso de liberación de los presos zapatistas y dar marcha atrás al proyecto de remunicipalización, iniciado hace dos años por su antecesor, Roberto Albores Guillén, toda vez que se convirtió en un escollo para la pacificación.

Salazar Mendiguchía formuló dos peticiones concretas al presidente Fox: la primera, que Pemex y Comisión Federal de Electricidad (CFE) salden la deuda que tienen con los chiapanecos, y la segunda, que el Ejecutivo federal gire instrucciones para que se hagan auditorías a todos los fondos federales que se han enviado en los últimos años a Chiapas, pues "queremos saber dónde se encuentran esos recursos".

El gobernador sostuvo que muchas voces se levantarán quizá, para decir que ya se le han signado muchos recursos a la entidad, pero "les quiero decir que son los chiapanecos los primeros que nos preguntamos dónde están las cuantiosas inversiones federales que se anunciaron con bombo y platillo los últimos años".

Ovación a Fox y Cárdenas

Fue una ceremonia en la que los chiapanecos ovacionaron cada una de las frases del nuevo mandatario estatal, aplaudieron fuerte a Fox y a Cuauhtémoc Cárdenas -también asistente a la ceremonia-, y abuchearon largamente la sola mención de Albores Guillén, quien se presentó en el recinto sólo para escuchar una silbatina generalizada, que se interpretó como un juicio popular a su criticado mandato.

Incluso el presidente del Congreso estatal, el priísta Mario Carlos Culebro, fue prácticamente acallado cuando intentó, en su intervención final, hacer una defensa de la gestión de Albores Guillén. Gran parte de los asistentes se volvió de espaldas y le gritaron: "Fuera, fuera, fuera; no te queremos en el Congreso".

Desde el inicio de la ceremonia, Albores Guillén iba endureciendo el gesto a medida que el mensaje del nuevo gobernador lo tocaba. No levantó la mirada del piso cuando Salazar Mendiguchía pidió a Fox que ordene la realización de una auditoría en torno a los recursos federales que se han canalizado en los últimos años a Chiapas, porque no se sabe dónde quedaron, dijo, mientras el auditorio no paraba de aplaudirlo.

Luego vino el diagnóstico sobre el conflicto chiapaneco, el deslinde de responsabilidad directa de los gobiernos de Ernesto Zedillo y de Albores Guillén, de que su actuar, a seis años de que estalló la rebelión indígena, no resolvió de fondo la guerra y sí, en cambio, alentó la discordia social. "Las querellas se profundizaron, se hicieron más grandes, más fuertes".

Más desgarramientos que en 1994

"Esto es lo que recibimos; esta es la herencia de los gobernantes que no asumieron su papel y, en vez de encarar el origen real del conflicto, se fueron por la superficie y creyeron que el mal estaba en los insurrectos y no en las causas reales de la insurrección".

Tiene que reconocerse, añadió, que hay ahora más desgarramientos que hace seis años, pero "no por aquella guerra que alcanzó a los pocos días un alto el fuego", protesta7 sino, insistió, por una suma de factores, entre los que destacan el incumplimiento de los acuerdos de San Andrés, y la conducta complaciente, "y en franca connivencia con las autoridades y grupos de poder estatales, orientada a minar las bases de apoyo del zapatismo".

Ello, por supuesto, no llevó a la conclusión del conflicto armado. "La guerra de los que aceptaron el cese de hostilidades no podía combatirse con la guerra en la sombra de los que no quisieron arriesgar nada. Tontamente se quiso combatir a las comunidades armadas dando pertrechos de guerra a las comunidades que no habían querido involucrarse en aquellas acciones. El Estado, entonces, se despojó de uno de sus atributos esenciales, y permitió o alentó, según el caso, el vandalismo antizapatista", sostuvo.

El nuevo gobernador de Chiapas -el 35 entre los que han resultado elegidos por los chiapanecos, pero el 163 en la historia de la entidad, ya que pocos terminaron su mandato, pues ha habido 102 interinos- habló más de una hora, pero mantuvo siempre la expectación.

Quizá la parte sensible de su mensaje fue cuando insistió en su llamado a la reconciliación, en momentos, dijo, en que Chiapas está al filo de la navaja y hay muchos frentes abiertos como para proseguir "en la tarea de atacarnos unos a otros, de creer ilusamente que a las armas del zapatismo hemos de combatirlas con las armas del antizapatismo".

Saludó, en ese contexto, la disposición del presidente Fox y del EZLN de abrir de nuevo, con hechos efectivos, la instancia de negociación, y precisó que el gobierno plural que encabeza hará cuanto esté en sus manos, a fin de favorecer un clima de distensión que contribuya a dar una solución definitiva al conflicto zapatista.

Anunció, de entrada, que enviará el decreto para abrogar el consejo y la comisión estatales para la Remunicipalización de Chiapas, toda vez que "estos órganos de intermediación política, cuyas decisiones carecen de sustento jurídico, se han convertido en algunos de los principales escollos para el proceso de pacificación del estado".

Las ovaciones y gritos de aprobación detuvieron un momento su mensaje. Al micrófono nuevamente, anunció asimismo que dará los pasos que sean necesarios para cubrir todos los procedimientos legales a fin de que obtengan su libertad los presos de conciencia que se encuentran en la cárceles de la entidad y se cancelen las injustas órdenes de aprehensión en contra de líderes sociales.

"Particularmente instruyo en este acto al procurador general de Justicia, para que promueva la constitución e instalación de la comisión que dictamine sobre la situación de los presos zapatistas y, en su caso, se les conceda el beneficio de la libertad con sentencia suspendida".

Formuló luego otro de sus compromisos torales. "No habrá paz verdadera sin justicia en todo y para todos", y anunció al respecto que el lunes enviará al Congreso local tres iniciativas de ley encaminadas al mejoramiento de la administración e impartición de justicia.

Que Pemex y CFE salden su deuda con Chiapas

Destacó que frente a la política autoritaria y represora, que prohijó una cultura de exclusión e intolerancia, "este nuevo gobierno se impondrá como tarea primordial la confección de nuevas reglas de convivencia".

Habrá, sostuvo, estricto apego a la legalidad y pleno respeto a los derechos humanos, y no se permitirá que las autoridades y los servidores públicos actúen impunemente, en especial los ligados a la procuración e impartición de justicia.

Salazar Mendiguchía dijo enfático que no habrá más sangre derramada; aclaró que no lo guía "un tonto anhelo revanchista, sino un afán de justicia", y anunció, en ese sentido, que se buscará ir cerrando las viejas heridas, e ir resolviendo civilizadamente todo lo que enfrenta a los chiapanecos.

Advirtió que se investigarán los crímenes de Acteal, El Bosque y las acciones delictivas de las bandas paramilitares, porque "un genuino rencuentro de la sociedad chiapenca consigo misma requiere que todos conozcamos la verdad" en torno a esos hechos.

En su discurso aludió al reto de construir una política social con una visión incluyente y dirigida de manera central al combate a la pobreza, a diseñar un nuevo modelo educativo basado en el respeto y la tolerancia, y a extender la cobertura de servicios de salud sin distinciones ni discriminaciones. Destacó también la necesidad de un mayor financiamiento para construir una economía de paz.

Al final, el presidente del Congreso estatal, Culebro Velasco, trató de salir en defensa de Albores Guillén, pero su intervención a nombre del Poder Legislativo sólo logró que los miles de asistentes a la ceremonia le propinaran al interino saliente, una rechifla de varios minutos.

El ambiente cambió de un momento a otro, y los aplausos y vivas a Salazar Mendiguchía se convirtieron en abucheos a Albores Guillén y Culebro. Al final, Fox pidió al nuevo gobernador que se pusiera de pie, y le levantó el brazo. Las ovaciones retornaron al recinto, que reunió a la directiva perredista y panista; a integrantes y ex integrantes de la Cocopa; al comisionado para Chiapas, Luis H. Alvarez; representantes diplomáticos; a los gobernadores de Oaxaca y de Veracruz, José Murat y Miguel Alemán, y al presidente de Guatemala, Alfonso Portillo.

Cabizbajo y molesto, Albores Guillén sólo comentó que innecesariamente el recinto oficial del Congreso local se convirtió en una "asamblea beligerante", y hasta sostuvo que cumplió con la democracia al aceptar el triunfo de la alianza opositora que llevó a Salazar Mendiguchía a la gubernatura. El nuevo mandatario, en tanto, asistió a una de las ocho verbenas populares que se realizaron en la entidad, para festejar su ascenso al gobierno de Chiapas. Este sábado tiene programada una gira por Ocosingo.


Ť Rechaza AN retirar su propuesta del Congreso


El gobierno de Salazar, garantía de paz: Creel

Ť La iniciativa de la Cocopa aún se debe pulir, señala Luis Felipe Bravo Ť En el diálogo se deben tomar todas las opiniones, dice

Carolina Gómez, Andrea Becerril, enviada, y Juan Balboa, corresponsal Ť El nuevo gobierno de Chiapas, que encabeza desde ayer Pablo Salazar Mendiguchía, es garantía de que pronto se pacifique la región, señaló el secretario de Gobernación, Santiago Creel Miranda.

En el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, Creel Miranda confió en que el nuevo gobierno chiapaneco ''ayudará a la pacificación'', sobre todo porque Salazar Mendiguchía tiene como prioridad el desarrollo social de la región.

En Tuxtla Gutiérrez, el presidente nacional del Partido Acción Nacional (PAN), Luis Felipe Bravo Mena, reiteró que no retirará la iniciativa sobre derechos y cultura indígenas que Acción Nacional presentó el año pasado, a fin de dar paso al proyecto de la Comisión de Concordia y Pacificación (Cocopa), pues el proceso legislativo implica que se consideren todas las visiones y las opiniones.

Entrevistado luego de la ceremonia de toma de posesión de Pablo Salazar Mendiguchía, el líder panista sostuvo que la propuesta del PAN en materia indígena ''es plenamente congruente y combinable'' con el espíritu de los acuerdos San Andrés, aunque su partido está abierto ''a encontrar las mejores fórmulas, de tal manera que la reforma constitucional cumpla con lo sustantivo, que es dar presencia y participación con pleno derecho a las comunidades y pueblos indígenas''.

Creel Miranda estimó que el gobernador entrante está comprometido con sus electores, y añadió que entre Salazar Mendiguchía y Fox existen muchas "similitudes", pues ambos comparten el anhelo de lograr la paz en la zona del conflicto.

Antes, en la entrega de galardones a informadores efectuada en el Club de Periodistas, Creel Miranda dijo que el acuerdo suscrito entre el nuevo gobierno de Chiapas y Fox establecerá un compromiso no sólo con la paz, también con el desarrollo social del estado. Por ello, desestimó que este convenio implique un compromiso económico; lo definió, más bien, "como una expresión de voluntad convergente de ambos gobiernos".

A pesar de la petición del gobernador Pablo Salazar Mendiguchía y el exhorto de la Cocopa a que el Congreso apruebe la iniciativa de ley recién enviada por el presidente Vicente Fox al Senado, el dirigente blanquiazul sostuvo que ''el proyecto debe pasar por un proceso de pulimento''.

Bravo Mena insistió en que los requisitos para aprobar la nueva ley indígena es que cumpla con lo establecido en los acuerdos de San Andrés, pero en conjunción con la estructura constitucional y la unidad nacional.

-Pero el EZLN pidió que se apruebe la iniciativa de Cocopa tal y como está.

-Creo que si estamos en una actitud de diálogo todos podemos poner algo de nuestra parte para que la solución sea construida de manera conjunta en favor de todos.

Adelantó que el PAN formulará sus observaciones a la iniciativa de la Cocopa y las dará a conocer en su momento.

-ƑNo daría el PAN una señal positiva hacia el diálogo si retira su iniciativa?

-No es necesario; el proceso legislativo implica que se evalúen todas las visiones y las opiniones. Imagínese nada más qué clase de parlamento sería el mexicano si para avanzar en una iniciativa su tuvieran que retirar la de los demás. Parlamentar es eso: hablar, poner en la mesa todas las propuestas.

Acerca de la posibilidad de que los panistas dialoguen con los representantes del EZLN, aunque usen pasamontañas, Bravo Mena respondió que tiene la obligación de dialogar y negociar con todas las personas; sin embargo, agregó que habrá un momento en que se debe plantear ''que los compromisos se tomen con toda seriedad y habrá momentos en que estos no tendrán que pasar por un encapuchamiento de nadie''.


Ť Estoico, soportó tumultuosa carga de insultos tras dejar el poder en Chiapas


Acribillan metralletas de aire a Albores Guillén

Ť En la asunción de Pablo Salazar el presidente Fox, feliz, sólo faltó dos veces al protocolo Ť El nuevo gobernador emitió una explicación distinta de las causas del levantamiento zapatista de 1994

Julio Hernández López, enviado Ť Miles de ametralladoras de aire acribillaron ayer a Roberto Albores Guillén en sus primeros minutos como ex gobernador.

Puesto en el paredón de su desgracia política, el priísta soportó con estoicismo la multitudinaria carga de rechiflas, abucheos, mentadas y otro tipo de insultos verbales y gestuales.

No fue el único en ser pasado por las armas populares: al mismísimo señor diputado local, y presidente de la Gran Comisión del Congreso del estado, y recién impuesto -el pasado domingo- por Albores como presidente del comité estatal del PRI, Mario Culebro (con b, es decir, no con v, mucho menos sin ella) le fue todavía peor, con mayores disparos de artillería de repudio e, inclusive, con segmentos del público dándole la espalda para no hacerle caso mientras pronunciaba un discurso de largos, increíbles 15 minutos que se había acordado no hiciera, pero que, finalmente, quiso leer como una especie de testamento político alborista.

Nomás dos infracciones

Todo eso sucedió en el Polyforum Mesoamericano, habilitado como recinto oficial por los diputados locales para que Pablo Salazar Mendiguchía rindiera protesta como gobernador en un sitio amplio.

Testigo de honor era el presidente Vicente Fox, quien en esta ocasión sólo cometió dos tipos de infracciones reglamentarias: una, repetitiva, es decir, sin atenuantes, al aplaudir diversos pasajes del discurso de Salazar (con entusiasmo no visto en la única otra asunción ajena a la que ha asistido, la de Andrés Manuel López Obrador), seguramente sin saber que el ordenamiento de las sesiones del Congreso local prohíbe la emisión de aplausos y demás elementos perturbadores del buen ejercicio legislativo, y que así se había hecho saber al inicio de la sesión.

La segunda falta de respeto al protocolo se dio ya al final de la sesión, cuando la gente gritaba su nombre, con la esperanza de que hablara y, a cambio, Fox simplemente se levantó de su asiento y a Pablo, que le siguió en el erguimiento, le alzó el brazo, como un réferi a un vencedor, sin respeto alguno por un proceso legislativo que ni había terminado ni le autorizaba para hacer maniobras personales.

Por lo demás, el presidente Fox estaba feliz y no procuraba disimularlo demasiado. No se le vio aburrido, distante ni mero cumplidor de protocolos, como el día en que hubo de escuchar al tabasqueño en Donceles. Los relojes políticos de Fox y de Salazar parecen estar en sincronía y ambos tendrían razones suficientes para disfrutar el destazamiento del alborismo que quiso convertir a Chiapas en reducto de Francisco Labastida y que obstruyó con cuanto pudo la candidatura de quien ahora le ha sucedido.

La Cocopa reconstituida critica al zedillismo

Los ajustes de cuentas llegaron ayer, desde luego, aunque con menor estruendo, al propio zedillismo.

La victoria de Salazar es una victoria de la Cocopa que se enfrentó años atrás con el entonces presidente Ernesto Zedillo. Salazar sufrió hostilidad política manifiesta, tanto del presidente, en persona, como del aparato priísta en general.

Y, como él, otros que en su momento defendieron los acuerdos de San Andrés y que sostuvieron con entereza que el presidente Zedillo estaba faltando a la palabra empeñada.

Allí estaba, por ejemplo, don Luis H. Alvarez, el hombre al que Emilio Chuayffet, entonces secretario de Gobernación, aseguró que el gobierno federal estaba de acuerdo con la iniciativa de ley fundada en los acuerdos de San Andrés. Chuayffet está hoy en el desván, repitiendo a quien lo quiere oír que en su momento aprobó la tal iniciativa sin querer, a causa de algunos mareadores chinchones de más.

En cambio, Alvarez es ahora el comisionado del gobierno federal para la paz; Salazar es el gobernador de Chiapas y abajo, en cardenas-fox-chis las primeras filas, asisten a la ceremonia Jaime Martínez Veloz, otro de aquellos cocopos, que ahora es diputado federal por uno de los distritos de Baja California y que ha vuelto a formar parte de la Cocopa.

Otros priístas que asisten al acto, y a los que no se puede mezclar con Chuayffet ni con Albores -por citar algunos puntos de comparación- son Mario Luis Fuentes, ex director del DIF y del IMSS, a quien le tocó empujar desde dentro del sistema en favor de posiciones avanzadas que provocaban agruras a muchos del círculo zedillista ortodoxo, y Javier Guerrero, quien también fue diputado federal cocopo incómodo y ahora es secretario de finanzas del gobierno de Coahuila.

Una nueva visión desde el poder

El discurso de Salazar, debe decirse, fue muy bueno. Y bien pronunciado. Pablo supo darle fuerza en los momentos adecuados. Pero pudo haberlo dicho a tropezones, y con voz débil, y sin embargo sería igualmente importante porque, en esencia, el nuevo gobernador trazó como nunca antes lo había hecho nadie desde el poder, una explicación distinta de las causas del levantamiento zapatista de 1994 y, al mismo tiempo, planteó medidas interesantes encaminadas a abrir el cauce a una verdadera pacificación con justicia y dignidad.

Pase de lista

Allí mismo, abajo, como invitados especiales, el presidente de Guatemala, Alfonso Portillo; los perredistas Cuauhtémoc Cárdenas -a quien saludó de mano Fox dos veces, una al llegar éste al auditorio; otra al despedirse-, Amalia García, Rosario Robles -quien ya se va de vacaciones-, Jesús Zambrano, Jesús Ortega y Julio Moguel, entre otros; el panista Luis Felipe Bravo Mena; Manuel Camacho; Dante Delgado; los gobernadores Ricardo Monreal -preparándose para la reunión de todos los mandatarios con Fox hoy, en León, para discutir un proyecto presupuestal alterno-, Alfonso Sánchez Anaya y José Murat -quien ayer envió al Congreso de Oaxaca una iniciativa de amnistía para favorecer a los indígenas encarcelados durante el gobierno de Diódoro Carrasco acusados de pertenecer al EPR.

Y los nuevos personajes del poder: el canciller Jorge Castañeda, Florencio Salazar Adame, Rodolfo Elizondo y Martha Sahagún, a la que también saludan a gritos desde las vallas, famosa ya entre la raza.

Y promotores del voto útil, como Joel Ortega, buscando una audiencia útil con el presidente Fox y explicándole y consultándole al general Tamayo, jefe del Estado Mayor Presidencial que "ya me dijo el Presidente que me subiera a la camioneta con él, Ƒeh?".

Y acompañantes distinguidos como Edward James Olmos, el actor que pasará una semana recorriendo la montaña chiapaneca, para verificar si de verdad se han retirado retenes y emplazamientos militares.

Y Samuel Ruiz, que literalmente echó en corrida cuando los reporteros quisieron entrevistarlo antes de que iniciara la ceremonia. šSantas zancadas, don Sam!

Nunca falta(n) un(os) pero(s) en la sopa

Pero... siempre el pero. Todo suena bien. Pablo parece sincero y resulta convincente. Las medidas anunciadas son plausibles. Retumbó en sus centros la tierra cuando dijo que los chiapanecos son los primeros en preguntarse dónde están los fondos federales envi obispos-toma-chis ados para esa entidad, y cuando pidió al presidente Fox que audite el gasto del erario nacional hecho en esas tierras de pobreza. Y la gente, encendida, gritaba šDuro, duro!, y desahogaba rabias contra aquel déspota no ilustrado al que ahora llamaban šRatero!, šCorrupto!, šAsesino! y al que atacaban con otras palabras de mayor sonoridad.

Pero... Pero pareciera haber demasiada grilla alredor de Salazar. Grupos, corrientes, intereses peleando posiciones, impugnándose desde ahora, preparando las zancadillas venideras. Unos critican a Emilio Zebadúa por ser chilango, aunque tenga raíces chiapanecas porque su padre es de acá. También censuran la extranjería de César Chávez, nombrado coordinador de asesores. Otros alertan sobre la presencia de algunos representantes de los grupos de Patrocinio González Garrido y de Jorge de la Vega.

Pero... Pero además, hay personajes inquietantes. Nadie trae guardaespaldas más que uno: Mariano Herrán, el ex comisionado nacional contra las drogas que ahora es procurador estatal de Justicia. No se cuida de nadie de acá, dicen sus críticos, sino de las broncas de otros lados que alguien podría querer cobrarle en el sureste. Herrán recibe peticiones de indígenas que reclaman justicia. Los atiende con un aire distante, como midiéndolos, como sin querer perder porte. Va vestido con un impecable traje azul, zapatos de piel cara y un Rolex de oro y acero. Es el procurador de los pobres chiapanecos, siempre con un hombre cuidándole las espaldas.

Se cierra un capítulo. Albores y su larga noche parecen quedar atrás. La arbitrariedad, la corrupción, la injusticia, las decisiones pasadas por alcohol, el uso del erario para campañas priístas y para enriquecimientos privados, la soberbia y el desquiciamiento parecen quedar atrás. Pablo insiste en que es necesaria la reconciliación. Y reitera la necesidad de que haya paz con justicia. Tiende puentes reales hacia el zapatismo. Censura a quienes -no lo cita, pero es Zedillo- apostaron a que el movimiento guerrillero se pudriera o se olvidara. Promete cumplir siempre la palabra ofrecida.

Pero... pero...

Postdata: Una garganta profunda envió a la columna "Astillero" una versión que no puede esperar al lunes, cuando se vuelve a publicar esa sección: el consejo nacional del PRD, que sesionará hoy y mañana, acordará que en marzo se haga el congreso nacional -probablemente el 21 juarista- y que en diciembre se elijan las directivas de los comités del sol azteca, desde los municipales hasta el nacional, que dejaría Amalia García.