SABADO 9 DE DICIEMBRE DE 2000

Ť Es una declaración de guerra: Euskal Herritarrok


Firmarán el Partido Popular y el PSOE un pacto contra ETA

Armando G. Tejeda, corresponsal, Madrid, 8 de diciembre Ť Los partidos Popular (en el gobierno) y Socialista Obrero Español (PSOE, principal fuerza opositora) informaron hoy que han llegado a un acuerdo para la firma de un pacto contra la organización armada vasca ETA, posiblemente la próxima semana, en cuyas negociaciones quedaron excluidas las restantes formaciones políticas vascas y españolas.

El pacto Acuerdo por las Libertades y contra el Terrorismo establece que el "terrorismo es un problema de Estado", y ambos partidos políticos se comprometen a "ponerle fin a todas las expresiones de violencia". Asimismo, señalan que el diálogo sólo será bajo el respeto al marco constitucional y estatutario.

La coalición Euskal Herritarrok (EH, antes Herri Batasuna, considerada brazo político de ETA) calificó el acuerdo como "una declaración de guerra", y llamó a la unidad de todas las organizaciones del Movimiento de Liberación Nacional Vasco.

Las formaciones nacionalistas vascas y la coalición Izquierda Unida (IU, tercera fuerza en votos) tildaron el pacto de "excluyente", y dijeron que pone en evidencia el "frentismo español" en el País Vasco.

El Partido Popular y el PSOE comenzaron hace un mes las negociaciones para la firma del pacto, y éstas se aceleraron tras el asesinato del ex ministro socialista Ernest Lluch, el pasado 22 de noviembre.

En Niza, donde asiste a la cumbre de la Unión Europea, José María Aznar calificó el documento como un "pacto de ambición democrática", mientras el líder socialista, José Luis Rodríguez, pidió a los nacionalistas vascos abandonar sus reivindicaciones soberanistas y se sumen al pacto.

El texto señala que "el retorno de ETA a la violencia terrorista" puso de "manifiesto el fracaso de la estrategia promovida por el Partido Nacionalista Vasco (PNV) y Eusko Alkartasuna (EA)" que "de acuerdo con ETA y EH" pusieron un "precio político al abandono de la violencia", que consistía en alcanzar la autodeterminación de Euskadi.

En este sentido, el documento exige a los nacionalistas vascos su "abandono definitivo, mediante ruptura formal, del Pacto de Lizarra (organización formada por formaciones políticas y sociales de vocación separatista)" y de la Asamblea de Municipios Vascos (Udalbiltza, formada por representantes municipales de Euskadi, Navarra y el País Vasco francés).

El Partido Popular y el PSOE precisan que el "requisito imprescindible" para dialogar con el PNV y EA debe ser "en torno a la Constitución y el Estatuto de Guernica", y explican que el diálogo de cara a un futuro proceso de paz será "a través de los representantes políticos de la sociedad".

Ambos partidos se comprometieron a eliminar de la confrontación política las medidas para acabar con el terrorismo, y advierten que "aquellos que no creen en la democracia ejercen la violencia terrorista para imponer sus objetivos a la mayoría".

Asimismo, elogian las acciones de "las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado", y manifiestan su respaldo a los miembros del Poder Judicial.

El Partido Popular y el PSOE anunciaron que consensuarán las medidas en caso de necesitar una nueva reforma penal para endurecer las condenas contra ETA, y acordaron intensificar la campaña internacional de información en torno al conflicto vasco, apoyar a las víctimas de ETA, incentivar la movilización social contra el grupo separatista, intercambiar información sobre las operaciones policiales y convocar a "las demás fuerzas democráticas a compartir estos principios".

El ministro del Interior y precandidato popular en el País Vasco, Jaime Mayor Oreja, dijo que el pacto implica que los futuros acuerdos con otras formaciones siempre serán fuera de las tesis de Lizarra.

Arnaldo Otegi, vocero y líder de EH, dijo que el pacto "unionista" significa "una declaración de guerra en toda regla", y llamó a la "unidad" de las organizaciones políticas, sindicales y sociales de su entorno.

Koldo Gorostiaga, europarlamentario de EH, señaló que los estados español y francés ejercen la "represión contra los vascos que reclaman respeto a los derechos políticos, culturales y sociales", y exigió la intermediación de las instituciones europeas para relanzar el proceso de paz.

El PNV dijo que el pacto "es excluyente, estrambótico y poco oportuno", porque no tomó en cuenta en "ningún momento" al partido mayoritario en el País Vasco, mientras que Onitza Lasa, vocero de EA, señaló que "es una puesta en escena falsa", porque pretenden tranquilizar a la ciudadanía ante el inmovilismo del Ejecutivo.

El líder de IU, Gaspar Llamazares, afirmó que el pacto contra ETA "es equivocado y excluyente porque cuando todos esperábamos un gran acuerdo entre las fuerzas políticas, se han puesto de acuerdo los dos que ya estaban de acuerdo".