SABADO 9 DE DICIEMBRE DE 2000

Ť Diferencias en la cumbre entre Francia, Alemania, Gran Bretaña y España 


Para el año 2004, la expansión de la UE hacia el Este

Ť Los gobernantes negocian reformas para permitir la ampliación de la comunidad hacia otros países

Afp, Ap, Dpa y Reuters, Niza, 8 de diciembre Ť Los jefes de Estado y de gobierno de la Unión Europea (UE) "esperan" que algunos países del este de Europa que aspiran a formar parte de este bloque de naciones "puedan participar en las próximas elecciones del Parlamento Europeo", a celebrarse en 2004, señaló el documento de conclusiones de la cumbre de Niza.

Esta es la primera vez que la UE da una fecha concreta para incluir en sus filas a ex países y ex repúblicas socialistas.

El jefe de Estado francés, Jacques Chirac, en su calidad de titular de la presidencia rotatoria de la UE, dedicó el día de hoy a entrevistarse separadamente con los líderes de cada país comunitario, en encuentros de 15 o 20 minutos, un proceso que dentro de la jerga diplomática se conoce como "confesionario", con la intención de lograr acuerdos y "pequeñas concesiones" para reformar las estructuras de la UE a modo de permitir el ingreso de nuevos miembros.

Fuentes diplomáticas aseguraron que la fecha tentativa de ingreso de nuevos miembros al bloque no estaba incluida originalmente en le borrador oficial del documento de esta cumbre, y señalaron que una serie de reformas que deberán aprobarse en el actual encuentro podrían optimizar el funcionamiento de la UE para permitir su ampliación hacia el este y centro del continente

"Esta es una posibilidad pero no un compromiso", advirtió el ministro para Asuntos Europeos de Francia, Pierre Moscovici.

Ayer, autoridades de la UE se reunieron con líderes de los 12 países candidatos: Bulgaria, República Checa, Chipre, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Malta, Polonia, Rumania, Eslovaquia y Eslovenia.

El primer ministro turco, Bulen Ecevit, también estuvo en las conversaciones pues el año pasado su país fue candidato a ingresar a la UE, aunque todavía no comienzan las pláticas formales para su ingreso.

Sin embargo, la pretendida expansión de la UE para el 2004 podría fracasar si Chirac falla en su esfuerzo de intermediar en un acuerdo sobre las reformas estructurales.

Aunque todos los líderes coinciden en que hay prácticamente un acuerdo en acelerar y reforzar la cooperación comercial y política, existen diferencias en lo referente al reparto de votos al que tiene derecho cada nación en el consejo de ministros, el número de miembros que tendrá la Comisión Europea y replantear cuántas y de qué naturaleza serán las decisiones comunitarias que deberán ser aprobadas por unanimidad.

Francia se niega a que se pierda el derecho de veto en negociaciones de comercio internacional y culturales y Alemania aspira a que se repartan los votos dentro del consejo de ministros en proporción a la población de cada país. De acordarse esta medida, Alemania, con una población de 82 millones, superaría en influencia a Francia, con 59 millones de personas.

Berlín, además, exige conservar su derecho de veto en decisiones concernientes a la inmigración y asilo, y pretende establecer dentro de la UE competencias especiales para sus estados federados.

Gran Bretaña, otro de los tres países considerados "motores" originales de la UE, quiere conservar su derecho de veto en cuestiones fiscales y seguridad social.

España, por su parte, asistió a la cumbre de la EU en Niza para exigir su derecho de tener "la misma capacidad de bloqueo" que Francia, Alemania y Gran Bretaña, pues al igual que estas naciones cuenta con dos miembros en la Comisión Europea. Madrid afirma que este derecho le es "irrenunciable" sobre todo en materia de fiscalidad, medio ambiente y seguridad social.
 
Malestar de los "pequeños"
 
Mientras tanto, los países "pequeños" de la UE (Grecia, Portugal, Austria, Irlanda, Suecia, Holanda, Bélgica, Dinamarca, Finlandia y Luxemburgo) no están dispuestos a perder miembros e influencia en la comisión, ni a perder sus privilegios con tal de que ingresen nuevos miembros.

Por otra parte, se lograron acuerdos no relacionados con la reforma interna de la UE. Para empezar, los 15 acordaron medidas para controlar la propagación de la enfermedad de las vacas locas, y aplicar una política de seguridad "al conjunto de la filial alimentaria, humana y animal", aunque no se hace mención a medidas específicas propuestas por algunos países como la prohibición de usar durante seis meses piensos fabricados con harinas y sacrificar a todo bo- vino de más de seis meses de edad.

También acordaron que la futura fuerza militar europea de reacción rápida, que funcionará de manera independiente de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), estará constituida por 60 mil hombres y contará con "estructuras permanentes, tanto políticas como militares".

El proyecto estipula que "la UE dispondrá de una capacidad autónoma, allí donde la OTAN como tal no actúe, al lanzar y conducir operaciones en situaciones de crisis. La UE pretende desarrollar una relación estrecha y de confianza con la alianza atlántica, pues ésta sigue siendo el fundamento de la defensa colectiva de sus miembros".

Chirac aseguró estar "100 por ciento satisfecho" con este acuerdo, pese a versiones de que el primer ministro británico, Tony Blair, lo habría aceptado a regañadientes pues esto le valdrá ataques de la oposición conservadora de su país, que está en contra de que exista cualquier otra fuerza militar europea que no sea la OTAN

Desde el pasado jueves, los líderes europeos de los 15, el consejo de ministros y la Comisión Europea proclamaron la Carta de Derechos Fundamentales de la UE, que recoge los "principios básicos" de la ciudadanía europea,que son "la dignidad de las personas, la libertad, la igualdad, la solidari- dad, la ciudadanía y la justicia".

Se trata, en total, de 54 artículos en los que se contempla desde la "libertad a la investigación científica", la "libertad de empresa", aunque trascendió que el artículo más polémico fue el de la "libertad de ir a huelga".

El documento fue aprobado por los 15 a condición de que no se incluya en el tratado de la Unión Europea y, por lo tanto, no tenga fuerza jurídica alguna.

Al parecer, Gran Bretaña, Suecia, Dinamarca, Holanda, Finlandia, Francia y España exigieron que algunos artículos fueran redactados de manera más "nítida".