JUEVES 7 DE DICIEMBRE DE 2000

Ť Se ejerció un presupuesto cercano a los mil millones de pesos. informó


Se duplicó el número de usuarios en el IDDF: Albert

Ť Instalaciones, equipo y enseñanza, vitales para atender efectivamente a la población

Jorge Sepúlveda Marín Ť Al término de la gestión de tres años al frente de lo que fue el Instituto del Deporte del Distrito Federal (IDDF), su ex titular Carlos Albert Llorente apunta con orgullo que duplicó el número de usuarios, por lo que ahora al menos un millón de personas cada mes utilizan las instalaciones.

albert-carlos-3Aunque admite que se cometieron errores, ninguno de gravedad, por fortuna, apunta, el ex directivo platica de que en el tiempo que dirigió los destinos del IDDF tuvo un presupuesto cercano a los mil millones de pesos, que fueron insuficientes no para arreglar, sino para sacar a flote la estructura deportiva de esta ciudad con grandes necesidades.

Rechazó plantear siquiera si el dinero para dotar a la capital del país de lo que requiere en esta materia oscilaría entre los 5 o 10 mil millones de pesos, "pero admito que debe andar por esas estratosféricas cifras, porque hace falta acondicionamiento, mantener y crear más infraestructura para la población, pero además darle personal capacitado para que allí enseñe las actividades".

Satisfecho con lo que calificó "un trabajo muy bueno", el también ex futbolista y próximamente periodista de nueva cuenta, dijo que a los pocos meses hacerse cargo de la dirección de Promoción Deportiva, observó que no podría llevar el deporte a los habitantes en general de la ciudad.

Lo anterior, indicó, porque muchas instalaciones que manejaron las delegaciones no eran sometidas a rehabilitación y algunas se mantuvieron en ese estado durante los tres años, por lo que no se pudo beneficiar a la gente.

Una de las cosas que le hizo falta para completar su proyecto, explica, fue tiempo. Porque aun con el problema de las delegaciones "fuimos portadores de sus requerimientos, para cobrar cuotas o algún otro asunto, lo que conseguimos, pero como los trámites eran muy tardados, no pudimos avanzar más rápido, por eso digo que nos faltó tiempo".

Convencido de que las soluciones para el país vienen por la izquierda, aunque él no pertenezca a esta corriente; es un militante social sin ningún tipo de radicalismo, Albert Llorente estima que fue una gran experiencia trabajar para Cuauhtémoc Cárdenas y luego con Rosario Robles, "porque me dieron tantas lecciones, que ahora estoy más convencido de que tengo razón y me siento muy contento de lo que hice".

La triada del servicio deportivo

En opinión del entrevistado, sólo con la triada deportiva se puede servir bien a la gente. Por eso, lo primero fue rehabilitar las instalaciones, luego darles equipamiento adecuado y después tener profesores que le enseñen la práctica del deporte.

Y se refiere a los trabajadores del Sindicato de Trabajadores al Servicio del Gobierno del Distrito Federal, a quienes antes de satanizar habría que comprenderlos, porque trabajan en condiciones paupérrimas, aunque también acepta que hay personas muy nociva, que lejos de ayudar, sólo perjudican.

Además, explica, compró una flotilla de 43 vehículos para cumplir con el mantenimiento de les instalaciones, y se proporcionaron servicios y entrenadores a los deportistas del DF, aunque acepta que se perdió el liderato en las competencias nacionales.

Ex periodista crítico, que de pronto se encontró en el lado que censuraba, Albert se defiende al decir que hubo varios ataques "de fault", porque no tenían sustento o muchos eran con mala leche "por gente que siempre ha sido así y lo seguirá siendo". Aparte de que sacó de la nómina ?asegura? a todos los reporteros que había allí sin hacer nada, porque no se valía esa situación.

No a la descentralización

En lo que de plano no está conforme es en la anunciada descentralización de las instalaciones deportivas durante la toma de posesión de Bernardo Segura, el pasado martes.

Asegura que si para el IDDF era una prioridad, porque era su trabajo y su razón de ser atender esas instalaciones y a la población que las ocupa, ahora que estén en manos de las delegaciones se "convertirán en algo más que atender", y desde luego no será su prioridad.

Aunque la ley destine el presupuesto para cada una de las instalaciones, una vez que se le quite al IDDF parte de su dinero, hay varias maneras de gastarlo sin que signifique realmente un beneficio para el lugar o los usuarios.

Por eso, advierte: "me preocupa que ya no sea una sola institución la que controle, porque los esfuerzos se van a dispersar y mucho de lo que hasta ahora se ha ganado podría acabarse sin beneficiar a nadie".

Propone que se debería crear una oficina encargada del alto rendimiento, ya que varios competidores son desplazados de las instalaciones, pero no hay quien los rescate para continuar en la élite de su actividad o deben irse a otros lugares.

Titulado apenas como administrador de empresas el pasado 27 de noviembre, Carlos Albert Llorente se dedicará ahora a su restaurante y a trabajar de nueva cuenta en los medios de comunicación.