JUEVES 7 DE DICIEMBRE DE 2000

Ť Compiten con los de Navidad de plástico y los importados


Ofertan 120 mil árboles viveristas mexiquenses

Ť Estima presidente de patronato que se venderán en esta temporada más de 30 mil

María de los Angeles Velasco, corresponsal, Amecameca, Méx., 6 de diciembre Ť En esta temporada navideña más de 120 mil árboles de Navidad se comercializarán en los viveros y plantaciones especiales que existen en los municipios de Amecameca y Tlalmanalco, no obstante el embate de artículos de plástico y la importación de pinos provenientes de Canadá y Estados Unidos.

Sin embargo, datos de Probosque en el estado de México señalan que esto representa 4.2 por ciento de los 2.8 millones de árboles que se venden en el país, por lo que es necesario importar más de dos millones de estos productos.

Según datos de la entonces Secretaría del Medio ambiente, Recursos Naturales y Pesca (Semarnap), en nuestro país las plantaciones y viveros productores de árboles de Navidad son insuficientes, pues la producción más alta registrada fue en 1988, que ascendió a 700 mil unidades, sin embargo la demanda era del doble.

En el país actualmente existen alrededor de 554 productores de árboles para la temporada desembrina, de los cuales 471 son de viveros especializados y el resto son plantaciones comerciales.

Ante esta situación, se han incrementado las plantaciones forestales de producción de pinos, destacando el estado de México, Puebla, Veracruz y Nuevo León, toda vez que el país cuenta con las características fisiográfico y climáticas óptimas para el cultivo de árboles de Navidad, además de representar una fuente de ingresos para el sector rural y una alternativa de desarrollo sustentable.

Tan sólo en el estado de México, en una superficie de 692 hectáreas, existen 98 plantaciones de este tipo de árboles, tanto en terrenos ejidales, comunales y pequeños propietarios.

Destaca la zona suroriente, en los municipios de Amecameca, Tlalmanalco y Atlautla, la cual se ha caracterizado por el alojamiento de este tipo de plantaciones, lo que además la ha llevado a ocupar uno de los principales lugares en producción de pinos de navidad a nivel nacional.

Ubicados a unos 60 kilómetros del Distrito Federal, los ocho viveros de venta de árboles de Navidad de esta zona representan un atractivo para miles de familias de la capital del país y entidades circunvecinas, quienes cortan a su gusto el pino y aprovechan para pasar un día de campo.

Datos de los propietarios de los viveros, estiman que en esta temporada en los parques se comercializan 50 mil pinos, además de mandar un número similar a centros comerciales y mercados del país.

El vivero más importante es el Bosque de los Arboles de Navidad, de más de 500 hectáreas, y al que esta temporada llegaran al menos 150 mil personas para adquirir su pino.

Ubicado entre los montes conocidos como Chiconquia y Ceatl, volcanes extintos, este vivero es de los preferidos y donde los visitantes pueden observar los pequeños cráteres que hay, además de estar en contacto con ardillas, conejos, pájaros, entre otros animales.

Ernesto Maurer, presidente del patronato del mencionado bosque, estima que en este año se venderán más de 30 mil árboles, y con ello se obtenga el primer lugar en ventas como en 1999, incluso destaca que ha recibido reconocimientos, como el diploma al Mérito Nacional Forestal en 1984 y la medalla Benito Juárez, por Fomento Forestal.

Maurer resalta que actualmente este bosque alberga más de 500 mil árboles, entre el pino vikingo y el douglas fir, conocido como canadiense y que en nuestro país es exclusivo de este lugar.

Señala que este parque surte parte del mercado nacional, y es el que más árboles vende en el país, además de caracterizarse por los programas de reforestación, pues aunque cada año se cortan más de 30 mil pinos, el tronco que queda no muere y vuelve a crecer en unos diez años.

Costos que afectan a visitantes

Sin embargo, un árbol de las características de un vikingo o canadiense, que en su primera plantación eran de semillas de importación, tienen un costo de aproximado 350 pesos, por lo que sumado a los gastos de almuerzo más gasolina para muchas familias significa gastar en un día al menos mil pesos.

Felipe Pérez Montes, visitante de la zona refiere que venir a esta región es tradición para su esposa y sus tres hijos, aunque "ahora los altos costos empiezan a afectarnos".

Explica que además de pagar la gasolina se deben cubrir las casetas, el costo del árbol y el desayuno, que oscila entre los 30 y los cien pesos por persona.

Arboles para todos los bolsillos

Para gustos menos exigentes o quienes no ajustan los 350 pesos de un vikingo o canadiense, en campos ejidales y otros viveros particulares ubicados sobre la carretera federal México-Cuautla se ofrecen árboles de 250 pesos, pero tienen un inconveniente, según reconocieron algunos campesinos.

Resulta que desde hace dos años ya estaban listos para su comercialización o bien no alcanzaron su máximo desarrollo, "por lo que fácilmente se secan".

Otra variedad son los oyamel, los cuales una vez cortados su tiempo de vida se reduce a 15 días, por lo que antes de que concluya la temporada navideña están secos.

No obstante esta situación, en esta temporada los fines de semana se puede observar el arribo de unos 8 mil vehículos, con visitantes que aprecian la actividad y vista del volcán Popocatépetl y de su pareja el Iztaccihuatl.

También en esta zona existe un parque donde se puede convivir con venados, lo que aunado a los más de 120 puestos que se establecen en ese lugar, han generado una fuente de ingresos para los habitantes de la región.

En los alrededores de los viveros de Amecameca es común encontrar puestos de comida, donde además de comer antojitos mexicanos, como quesadillas, sopes y barbacoa, se pueden adquirir coronas de pino, arreglos florales y venados hechos con ramas por las manos de los hijos y las esposas de los campesinos del lugar.