MIERCOLES 6 DE DICIEMBRE DE 2000

Ť Sigue "optimista", dijo el candidato demócrata


Desesperados intentos de Gore por revertir la decisión judicial

Ť "Necesitaría un milagro", admite ex jefe de gabinete de Clinton

Ť Lieberman se reunió con legisladores para demandar su apoyo

Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 5 de diciembre Ť Cuatro semanas después de los comicios presidenciales estadunidenses el tiempo se acaba para el candidato demócrata Al Gore, y su última oportunidad para ganar esta contienda podría ser este jueves una audiencia de la Suprema Corte de Florida donde, una vez más, los demócratas solicitarán un recuento de boletas disputadas que podría ofrecer suficientes votos para hacer de Gore el próximo habitante de la Casa Blanca.

Gore comentó hoy a la prensa que sigue "optimista" respecto de sus posibilidades para ganar la contienda, pero otros líderes demócratas estaban señalando que el tiempo está por agotarse.

"No estoy muy confiado", declaró este martes el presidente del Partido Demócrata, Edward G. Rendell, al diario The New York Times, y el ex jefe del gabinete de Bill Clinton Leon Panetta, indicó a The Washington Post que Gore "necesitaría un milagro" para ganar la elección.

El problema para los demócratas es que hasta ahora todos los conteos del voto hechos en las últimas cuatro semanas han acabado con el triunfo microscópico del republicano George W. Bush por un margen de entre 537 y mil votos.

Los demócratas tienen que lograr que se emita una orden judicial para que se inicie el recuento del voto disputado antes del 12 de diciembre, para poder tener cualquier posibilidad de ganar esta contienda.

Mientras tanto, Gore debe mantener el apoyo de las filas de su partido y del público en general para continuar su lucha. Pero, para esto le urge "ganar una", eso es un fallo judicial a favor de reiniciar el recuento de las boletas disputadas en Florida.

Aunque el diario Miami Herald sugirió este domingo que un recuento de todas las boletas mal o no contadas en Florida resultaría en un triunfo de Gore, ninguna corte ha sido convencida de eso.

Tanto Gore como su compañero de fórmula, Joe Lieberman, visitaron o llamaron a dirigentes demócratas clave para intentar mantener la unidad y no abandonar la lucha ELECTION electoral en Florida, pero Panetta y otros insistieron en que está por agotarse el tiempo para su candidato.

"Esto virtualmente ya se acabó, todas la ventanas abiertas se están cerrando", comentó otro líder demócrata al Post.

Reconociendo que hasta los miembros de su partido están perdiendo la fe, el candidato demócrata a la vicepresidencia, Lieberman, se reunió con legisladores de su partido para pedir su apoyo.

Después de esa reunión, Lieberman indicó: "Creemos que la Suprema Corte de Florida será el árbitro final".

La Suprema Corte de Florida aceptó este jueves escuchar argumentos sobre la petición de Gore de otro recuento del voto en algunos condados de Florida, donde el demócrata alega que hay cientos de sufragios a su favor que no han sido incorporados a los resultados finales.

Ese caso judicial, en donde los siete jueces considerarán revertir el fallo de una corte estatal que rechaza la impugnación de los resultados de la elección presidencial en Florida, podría marcar la última parada en el viaje de Gore.

La única otra oportunidad del actual vicepresidente para sobrevivir esta batalla electoral se encuentra en dos casos ante los tribunales estatales que comenzaron este martes, y en donde se solicita que miles de boletas sean anuladas en los condados de Seminole y Martin, en Florida.

En ambas demandas legales presentadas por ciudadanos se pide la anulación de boletas emitidas a favor del republicano Bush porque fueron inapropiadamente alteradas después de ser emitidas.

Si los jueces en cualquiera de estos dos casos deciden descalificar estas boletas de votantes "ausentes", Gore resultaría ganador, sin embargo es casi seguro que los republicanos apelarían tal decisión ante la Suprema Corte de Florida.

Aunque hay por lo menos otros seis casos que cuestionan la elección en Florida en proceso, entre ellos cuatro que tuvieron audiencias este martes, los demócratas reconocen que ninguno de estos cambiaría el resultado de las elecciones presidenciales.

Mientras Gore y Lieberman continuaron promoviendo apoyo para su causa entre las filas demócratas, el candidato republicano Bush empezó a ser informado diariamente por la Agencia Central de Inteligencia sobre asuntos de esa entidad, práctica para todo presidente electo.

En una breve sesión con reporteros en Austin, Bush rehusó solicitar que Gore se rinda, pero sí dijo: "Estoy muy alentado por lo que está ocurriendo y espero que el asunto sea resuelto rápidamente".