MIERCOLES 6 DE DICIEMBRE DE 2000
Ť Alberto Enríquez del Valle Ť
El procurador de injusticia
Hombre del sistema, con un negro historial militar, el general de brigada y licenciado Rafael Macedo de la Concha se vislumbra como uno de los candidatos a ocupar la titularidad de la Procuraduría General de la República (PGR) en la próxima administración.
La trayectoria profesional del general Macedo está llena de irregularidades y como ejemplos podemos citar: sus ascensos militares antes de los tiempos establecidos por las leyes militares; su estadía en el Estado Mayor Presidencial como "ayudante" de Rodolfo Echeverría Ruiz; su paso por Banco del Ejército, encargado de cobrar la cartera vencida y donde amasó una considerable fortuna que le ha permitido ser socio de empresas como la Universidad Latinoamericana.
Pero el aspecto más oscuro del general Macedo de la Concha es su desempeño como procurador de Justicia Militar durante la presente administración del doctor Zedillo, donde se prestó a ser títere del general Enrique Cervantes Aguirre, actual secretario de Defensa Nacional.
La impunidad, los abusos de poder y violaciones a derechos humanos han sido el sello característico del actual procurador de Justicia Militar, no sólo en perjuicio de los miembros de las fuerzas armadas sino también de la sociedad civil mexicana.
Como muestra de la impunidad brindada por el general Macedo a presuntos delincuentes, se puede mencionar que el 19 de febrero de 1997, durante el desayuno para conmemorar el Día del Ejército en el Campo Militar Número Uno, el general Cervantes Aguirre dio un discurso en el que expuso a los presentes lo "grave y doloroso" de la actuación del general Jesús Gutiérrez Rebollo, detenido un día antes por presuntos nexos con el narcotráfico. Entre los presentes estaban Ernesto Zedillo, Jorge Madrazo, comandantes de regiones y zonas militares, directores de dependencias militares y el general Macedo de la Concha. Mientras el titular de la Defensa se rasgaba las vestiduras, el primer mandatario y el procurador general de la República desconocían que desayunaban junto a un militar con orden de aprehensión en su contra por presuntos vínculos con el narcotráfico, dictada desde 1987, por un juez estadunidense: el general de Brigada Diplomado de Estado Mayor, Juan Poblano Silva, a quien durante la operación encubierta Saber, realizada por la DEA, le fueron descubiertos vínculos con un cártel boliviano de tráfico de drogas.
Sin embargo, el general Poblano Silva desayunó plácidamente, sabedor de la protección e impunidad de que goza, gracias a los generales Macedo de la Concha y Cervantes Aguirre.
Otro hecho lamentable en donde el general Macedo ha dado protección a violadores de derechos humanos, está representado por la impunidad que la Procuraduría de Justicia Militar brinda a los asesinos de las víctimas de El Charco, Guerrero. Las investigaciones dan luz clara de que se trató de un crimen perpetrado por fuerzas militares en las primeras horas de la madrugada en contra de campesinos y estudiantes que dormían en la escuela del lugar, siendo la agraviada en este caso toda la sociedad civil del país.
Pasando al tema de abusos de poder y violación de derechos humanos contra miembros del Ejército tres casos resaltan y apuntan dedos índices acusatorios en contra de Macedo de la Concha:
-El caso del general brigadier José Francisco Gallardo Rodríguez, preso por desarrollar el proyecto de creación del ombudsman militar.
-El caso del coronel Pablo Castellanos, preso por revelar supuestamente información confidencial.
-Y el caso de los miembros del Comando Patriótico de Concientización del Pueblo, presos por demandar el respeto a los derechos humanos de los miembros de la fuerzas armadas.
El general Macedo de la Concha imparte la justicia a conveniencia, utilizando criterios parciales, prueba de ello es que estando los generales Gutiérrez Rebollo, Quirós Hermosillo y Acosta Chaparro acusados de delitos similares, al primero le ha confiscado bienes y lo mantiene en la prisión de alta seguridad de Almoloya, y a los dos últimos no les ha confiscado ningún bien y los tiene recluidos en la prisión militar del Campo Número Uno donde gozan de protección y privilegios.
Con antecedentes como los mencionados, los ciudadanos de este país podemos tener una visión muy clara que de llegar el general Rafael Macedo de la Concha a ocupar la titularidad de la PGR en el gobierno de Vicente Fox, la procuración de justicia que podemos esperar será la de una grave intensificación de casos de violaciones a los derechos humanos, un acelerado aumento de la impunidad y la corrupción.
El presidente electo y su equipo de transición deben tener presente que para nombrar a los futuros servidores públicos es necesario analizar detenidamente su trayectoria general. "Por sus actos los conoceréis".