MARTES 5 DE DICIEMBRE DE 2000
Ť Teresa del Conde Ť
Sotheby's: noviembre de 2000
Gracias a Ana Iturbe pude obtener con rapidez los resultados de las subastas de esta casa, que se efectuaron los días 20 y 21 del pasado noviembre, mientras que las equivalentes de Christie's tuvieron lugar el 21 por la noche y el 22, en Nueva York. No comento los resultados de Christie's por carecer de los mismos hasta ahora. En la mayoría de los diarios mexicanos se resaltó la venta de Sandías, 1958, de Tamayo (en Sotheby's y así será en lo sucesivo salvo que se anuncie lo contrario) la cantidad supera por sólo 15 mil dólares el estimado superior. Es un óleo de 130 x 195 cm y se subastó en un millón 215 mil dólares. No me gusta mucho ese cuadro, me parecieron más gratificantes las sandías de Christie's (1962) que por ser de menor tamaño (con menor número de sandías), traían un estimado de 500 mil a 700 mil dólares.
Si embargo, lo que más me interesó de Tamayo no fue eso, sino dos obras: un gouache s.f. que debe ser de los tardíos años treinta y que alcanzó un precio promedio entre los estimados: 38 mil. Más aún me gustó un dibujo precioso del maestro oaxaqueño, de 1929, por tanto, perteneciente al momento en que se encontraba en apogeo su relación con María Izquierdo. Se trata de El marinero, estimado entre 40 y 60 mil y no se vendió quizá porque el acaudalado público concurrente a estas subastas no aprecia todavía en demasía los dibujos de Tamayo y menos su ''preference for the primitive", de la que hizo gala en esa década.
Ventas estrella fueron los cuatro dibujos de Frida Kahlo que ella había otorgado al pintor Bartolí, con quien sostuvo un vínculo afectivo durante la segunda mitad de los años cuarenta. Esos dibujos, en su conjunto, son otros tantos ''karmas" y la verdad sea dicha no me parecen nada notables, aunque son cuidadosos y abigarrados, tienen características de souvenirs, pues eso fue lo que ella les otorgó. Se vendieron en un precio que excede por más de 100 mil el estimado superior del lote, valuado en 175 mil.
Algo similar sucedió con su minúsculo autorretrato en óvalo (5 x 4, es como un relicario) que alcanzó 25 mil dólares más que el estimado superior, fijado en 200 mil. Aparte de eso, algunos objetos que son parafernalia de Frida, especie de reliquias de esta grandiosa santa laica, alcanzaron el doble de sus estimados superiores, toda vez que el conjunto obtuvo 55 mil. Estas son ventas estrella, le gusten a uno o no los lotes.
Venta estrella (una buena pintura, sin duda) lo fue también Composición con pericos, 1916, de Angel Zárraga, que alcanzó 146 mil sobre su estimado superior, por lo que se subastó en 445 mil 750 dólares. Ya me imagino la puja que debe haberse dado en torno de este cuadro, que pertenece a una época muy buena dentro de la trayectoria de este pintor hasta hace relativamente poco, no muy bien atendido por el mercado del arte que tiene, como sabemos, sus propias leyes y modas.
Tenemos así que en esta ocasión Zárraga alcanzó niveles comerciales superiores al de un cuadro del mismo año, una naturaleza muerta cubista de Diego Rivera, que se vendió en 412 mil 750 dólares, pero se debe advertir que este cuadro -bueno y bien compuesto- es de dimensiones menores que el de Zárraga y eso cuenta mucho, pues el precio de las pinturas, salvo rarísimas excepciones, es por centímetro cuadrado.
Entre las obras que más me interesaron estuvieron un Alberto Gironella de 1974, versión libre de El entierro del conde de Orgaz, de El Greco, mide 100 x 80, el comprador se llevó por cantidad muy baja, poco más de 10 mil, una súper pintura que no es propiamente hablando una glosa sino una versión de la obra de Theotocopulli que se encuentra en la iglesia de Santo Tomé en Toledo, recibiendo cada día centenares de visitantes, muchos de ellos japoneses. Como eso del reciclamiento es de mi interés, también me complació en extremo un cuadro de Antonio Seguí, de 1977, D'apres Rembrandt. En este caso se trata de la más conocida y reproducida de las ''lecciones de anatomía" del pintor holandés, la del Dr. Tulp que ha sido glosada por varios pintores. Es un óleo cuadrado de 190 y se vendió en algo más de 46 mil dólares.
Entre las mejores pinturas del conjunto destacó Unter freunden (Entre amigos) 1912, del lituano-brasileño Lasar Segall (1891-1957) estimado entre 80 y 100 mil dólares pero no se vendió, probablemente porque los coleccionistas pensaron que no era una pintura lo suficientemente latinoamericana, ya que a todas luces fue realizada en Alemania y bajo el posible influjo, no tanto del segundo grupo expresionista (El jinete azul), sino más bien de Max Liebermann (1847-1935), que fue presidente de la Sezession berlinesa. Un año después de pintar el cuadro al que aludo, Segall visitó por primera vez Brasil, país que después fue para siempre su patria.