MARTES 5 DE DICIEMBRE DE 2000
Ť En Kentucky, los patrones aprenden español
Aplican programa en EU para enseñar inglés a los migrantes
Ť Consideran que una mejor comunicación traerá beneficios tanto a las empresas como a los trabajadores de habla hispana
Ap, Russellville, 4 de diciembre Ť Tanto migrantes mexicanos en Estados Unidos como sus patrones estadunidenses están aprendiendo un idioma nuevo -los trabajadores, el inglés y los jefes, el español- a fin de mejorar la comunicación e impulsar sus empresas.
El programa se denomina Gente Aprendiendo Otras Formas (Project PLOW: People Learning Others' Ways), y su propósito es entender el idioma y la cultura de cada uno.
Los participantes se reúnen cada semana para compartir una lección y participar en el programa con un objetivo común de obtener una ventaja económica mediante el aprendizaje de otro idioma.
Mendoza, uno de los migrantes, considera que aprender inglés hará más fácil el poder trabajar en Estados Unidos. Mientras que Robey quiere dominar el español para comunicarse mejor con sus más de 20 trabajadores de origen mexicano y así manejar más eficientemente su hacienda.
Mendoza y Robey se han hecho amigos, algo poco usual en la zona rural de Kentucky, donde las barreras culturales y de comunicación a menudo dividen a los residentes locales de los trabajadores de origen hispano.
Aporta el Departamento de Agricultura 220 mil dólares
El programa es financiado por una contribución de 220 mil dólares del Departamento de Agricultura de Estados Unidos y administrado por la Universidad de Kentucky, el cual durará cuatro años.
De acuerdo con la oficina del censo estadunidense, el número de hispanos en Kentucky creció 60 por ciento entre 1990 y 1999, de 22 mil 123 a 35 mil 122, y 40 por ciento en total en Estados Unidos, de 23 a 31 millones.
Muchos de los hispanos que llegan a Kentucky trabajan en el sector agrícola.
En lugares como Russellville, las tiendas empiezan a vender productos dirigidos a los pobladores hispanos, y se han abierto nuevos restaurantes de comida mexicana.
Se busca evitar problemas de seguridad en algunas haciendas
Para los inmigrantes en una nación extrañaİ incluso tareas sencillas como ir de compras pueden ser difíciles si no saben inglés, indicó el administrador del programa, David Coffey, profesor de sociología rural y educación agrícola.
Asimismo, las dificultades para comunicarse pueden provocar problemas de salud y seguridad en las haciendas, los trabajadores pueden lastimarse al utilizar equipo que desconocen, indicó Robert McKnight, director del Centro del Sudeste de Salud y Prevención de Lesiones en la Agricultura de la Universidad de Kentucky, en Lexington.
"Muchos de los trabajadores nunca han trabajado el tabaco y no tienen idea de los riesgos", explicó McKnight. "Es prácticamente imposible comunicarles estos riesgos sin la ayuda de un intérprete", agregó.
El programa busca colocar al agricultor y al trabajador inmigrante en un mismo terreno donde "puedan aprender mutuamente", explicó que en una época ni siquiera hubiera considerado contratar a alguien que no fuera estadunidense.
Pero hace seis años la escasez de empleados lo obligó a empezar a contratar trabajadores migrantes.
Preocupado por la seguridad, aprendió palabras como "cuidado", pero ahora participa junto con su hijo y un empleado en el programa.
"La comunicación no es problema cuando se está dispuesto a aprender", indicó.