MARTES 5 DE DICIEMBRE DE 2000

Ť Globalidad no es democracia: Marcos Roitman


El EZLN, inicio de un proyecto democrático para el siglo XXI

Ť Explica el sociólogo español que hoy, en lugar de crear ciudadanía se crean consumidores, y sociedad anónima en vez de sociedad civil

Karina Avilés Ť El científico social Marcos Roitman expresó que no puede haber gobernabilidad democrática en un Estado fundamentado en la explotación y construido sobre la base del colonialismo interno, donde la mayoría de la población está eximida de los beneficios "de lo que se dice es la democracia". No obstante, indicó que "cuando se pensaba que todo estaba perdido y se hablaba de la necesidad de acabar con los principios de una democracia radical de corte antiimperialista, surge el EZLN planteando que la democracia es mandar obedeciendo", lo que constituye "no el fin de las revoluciones del siglo xx, sino el inicio de un proyecto democrático para el siglo xxi".

Al dictar la conferencia Democracia, Globalización y Estado, en el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades de la UNAM, el sociólogo y académico de la Universidad Complutense de Madrid, apuntó que decir que en América Latina hay democracia porque se está construyendo la gobernabilidad no "sólo es una falta de responsabilidad sino de rigor histórico". Y destacó: "La gobernabilidad no hace a la democracia. Es la democracia la que hace a una gobernabilidad democrática".

Manifestó que un Estado "excluyente y opresor no podrá nunca construir gobernabilidad democrática. Los que así lo dicen lo que quieren es ganar dinero publicando artículos o acomodándose en espacios para luego ser diputados, senadores y terminar como ministros".

En la actualidad, dijo, en lugar de crear ciudadanía se crean consumidores y en lugar de una sociedad civil hay una sociedad anónima. Esta última, subrayó, "no constituye una opción de transformación social ni un proyecto de alternancia".

Por otra parte, expresó que "no se puede democratizar a la democracia porque tan sólo decirlo encierra una contradicción". Sin embargo, dijo, lo que sí se puede señalar es "que se está des-democratizando a la democracia porque se está desvirtuando su sentido social, político, cultural, étnico y económico que hace a su propia definición". La democracia hace a la ciudadanía y no al Estado. Y este último se constituye fundamentalmente con su función, que es la de gobernarse a sí mismo, explicó.

Al insistir en que es necesario el rigor conceptual porque de lo contrario no es posible entender la realidad, expresó que la democracia implica una forma de poder que no se puede democratizar, pero lo que sí "se puede hacer es ejercerlo democráticamente".

Roitman manifestó que la lucha por la democracia en América Latina ha sido en dos terrenos: El teórico, en el sentido de apropiarse de lo que significa el rigor del concepto de democracia, y el de la lucha política práctica.

Así, la construcción de ese orden democrático ha estado ligado a la expresión de los movimientos políticos "que han posibilitado el desarrollo de la democracia, en términos de su propio proyecto", añadió.

La Revolución Mexicana, apuntó, constituyó el primer intento de construir una ciudadanía política "que se hizo desde una perspectiva no sólo de lo que podríamos llamar una lucha antioligárquica, sino por la construcción de un proyecto democrático incluyente y que construía otro orden a través del sufragio efectivo no reelección".

Esa primera referencia de ciudadanía política "impregnó las luchas políticas en América Latina. En la década de los treinta se reflejó en las luchas antioligárquicas y también se crearon los anticuerpos que generaron las primeras dictaduras. Surgieron nuevos movimientos y formas de lucha por la democracia que terminaron generando los espacios de insurrección armada, como única vía posible para reinvindicar la democracia.

"La unidad popular en Chile significó otro punto de avance y otra forma de realizar el proyecto de democracia radical, democracia social, política y económica, sin embargo también fue reprimida bruscamente...

"Y cuando se pensaba que todo estaba perdido, cuando se hablaba de la utopía desarmada" y de la "necesidad de acabar con los principios de una democracia radical de corte antiimperialista, surge el EZLN planteando que la democracia es mandar obedeciendo. Eso es también un punto de inflexión que constituye no el fin de las revoluciones del siglo xx sino el inicio de un proyecto democrático para el siglo xxi", destacó.